domingo, 10 de febrero de 2013

*Anima* Capitulo # 1


 Por más oscuro que pueda ser tu pasado,  por más terrible que se vea el presente no debes dudar en avanzar, seguir adelante, para pasar lo malo.
 Esta historia puede que empieza por la mitad, no es el principio, porque desde donde les empiezo a narrar no comienzan las situaciones, pero comenzare desde aquí ya que parece un buen sitio para darle inicio.

Lilith Hanzel, una chica de quince años, de piel clara, cabello negro largo, hasta la mitad de la espalda, ojos chocolates oscuros. Saliendo del colegio, sintiéndose distraída y algo extraña durante toda la mañana iba siendo apresura por otros dos chicos.
-Podrías apresrarte Lilith, no tengo todo el día... -decía algo ansiosa la chica.
-lo lamento, he estado distraída el día de hoy, ya vamos, además la heladería no iré a ningún lugar -respondió Lilith algo molesta después de ser sacada de su trance por los tirones de su amiga.
-Ya déjala, siempre es así y hoy esta peor -riendo agregaba el chico que las acompañaba. De cabellos alborotados marrones, mediano en estatura y sonriente.

Entre las quejas y regaños Lilith miró fijamente a una chica al otro lado de la calle, esta de pie mirándola también, pero lo que le preocupaba a Lilith no era tanto la mirada clavada de la chica, si no que al parecer nadie notaba la presencia de la chica, que en sus manos llevaba dos espadas.
Por más que la miraba no podia entender que hacía aquella chica con dos espadas en mitad de la ciudad. Además de llevar uniforme escolar puesto, el mismo que Lilith.
Sin si quiera darse cuenta sus pies se movieron en dirección de la chica,  y en lo que menos espero en mitad de la calle se encontraba, solo escucho el chillar de los neumáticos sobre la calle.

Cuando abrió los ojos se encontraba en una hermosa habitación, le recordaba mucho aquellas pinturas del "Renacimiento", todo muy bien decorado, estaba recostada sobre un sofá rojo, y a cada extremo de la habitación, sin ninguna ventana, estaban dos puertas, una blanca y otra marrón. ambas estaban llenas de cerraduras. Se levantó, examinó a su alrededor haber si encontraba alguna llave, pero le fue imposible. La habitación parecía no tener escape.

-No sabes aún cuál es tu misión y sin embargo estas parada ahí como si nada... -se escucho una voz -no sabes que hay almas que esperan que tu las liberes.
-¿qué? -volteo inmediatamente la pelinegra para saber quién la hablaba, para su sorpresa era una niña de no más de doce años, vestía un hermoso vestido azul, largo lleno de encajes. El cabello de la niña era tan blanco y largo, y su mirada platinada estaba perdida, no enfocaba nada de especifico.

-Te digo que estas perdiendo el tiempo aquí, como cazadora  de animas* deberías estar ya liberando. -respondió la niña.
-¿Animas? -desconocía la palabra, pero no le importaba mucho, lo que no sabía era por qué estaba allí.
-Soy Morrigan, guardiana de las puertas de ambos mundos, te he llamado porque quiero que me hagas un favor, y la vez yo te haré uno.
-¿Favor? no estoy entendiendo nada
-La marca que llevas en el brazo izquierdo...
-¿Marca? te refieres a la mancha que.... -Lilith desde pequeña había tenido en su brazo izquierdo algo similar a un lunar, algo más claro que el color de su piel, muchos de sus amigos le decían que parecía un dragón, para ella ni era más que una mancha irregular. Pero ahora eso ya no era una mancha sin forma. -¿cua...cuándo? no, no... esto no estaba así.
La marca en su brazo era ahora un perfecto tatuaje de un dragón blanco.
-Cuenta la historia que "El Dragón Blanco" que devora las almas y restaura el ciclo pide a cambio de la liberación del cazador mil almas. Tienes esta vida y las que siguen para cumplirlo. Pero yo te pido la liberación de las almas que verdaderamente lo necesitan.... Busca el camino, yo por ahora solo te dejo esta llave, abre ambas puertas y podrás entrar y salir de ambos mundos cuando lo desees...
-pero... ¿mil qué? -tomo la llave y la observo -no crees que deberías de explicarme un poco más, ¿acaso estaré soñando? -miró a la puerta blanca y observó las cerraduras -pienso que la blanca no es, quizás sea la... -al darse la vuelta hacía la otra puerta se encontró sola en la habitación, la chica llamada Morrigan se había marchado
-Asumiré que es la marrón, pues es el color más común en las puertas -se acerco a la puerta y observo detenidamente, por quince minutos no apartaba la mirada de aquella puerta. -esta bien, ya he decidido... será científicamente... de tin, marí de dos...
Puso la llave en una cerradura dorada, el mismo color de la llave, giró y dio dos pasos.



Y solo eso pudo dar, pues el piso se le acabo y a un abismo cayó. Estaba en medio del cielo y directo a las ramas de un árbol fue a dar. No le fallo a ni una sola rama al caer, pero su aterrizaje no fue al final tan doloroso pues cayó sobre alguien. Pero antes de mirar sobre quien había caído se noto rodeada de lanzas y armas punte-aguadas.

-¿Cómo se atreve? Levántese y pongas sus manos donde las podamos ver. -le grito uno de los hombres.
-¡Ah! no, no... qué... -no pudo terminar cuando nuevamente le gritaron.
-¡QUE TE LEVANTES HE DICHO! -volvió y recalco el hombre ya enfurecido y apuntando con la lanza.
-¡hey! no debes gritarle así a una jovencita -dijo una voz bajo ella. -es de mala educación. ¿Cómo vas a conseguir pareja así? -reía mientras comentaba.
-se...señor.. -apenado el guardia
-aaah, lo lamento, yo no quise caer sobre usted -repetía las disculpas una y otras vez Lilith
-No debes preocuparte, pero podrías levantarte.
El hombre era alto, cabello negro azulado y de ojos cafés le sonrío. -Ya veo que de por aquí no eres, luego miró el brazo izquierdo de Lilith -pero es un placer que una cazadora nos caiga del cielo.
-pues... yo solo hable con esa chica, luego me dio la llave, y la puerta y ahora estoy aquí...
Luego de varios minutos de explicación por parte de Lilith.

-Ya veo señorita, has hablado de la guardiana de las puertas, Morrigan. También de que eres una cazadora de monstruos y no lo sabías, la verdad tu impresión lo hace notar. Creo que te voy a creer. -otras vez le sonrío. -Bien yo soy Roney, dueño y señor de las tierras de la región Azul. Esto es Natian el mundo detrás de la puerta caoba.

Mientras le mostraba aquel lugar y sus largas llanuras, con árboles frondosos y a lo lejos lo que parecía un bosque, caminaban hacía el palacio de Roney.
 -Los cazadores como tu llevan la marca del dragón por nacimiento, no escogen serlo, pero es un orgullo, según ellos. Cazan las bestias que atacan pueblos y lo hacen gratis.
-Ya veo, pero debo decirlo otra vez, ni idea de lo que este pasando, hace un rato iba por un helado y ahora estoy aquí, en no sé donde... -su mirada bajo -y no sé como regresar.
-vaya, que problema, yo que pensaba en pedirte que eliminaras al "Urnoc" que nos ataca.
-¿urnoc? -su mirada curiosa la delataba

En eso se escucho es despavorido grito de una mujer, todos corrieron a ver. El urnoc, midiendo casi tres metros, tenía en una de sus manos a una chica. El ser de piel rugosa, verde oscura, con un cuerno retorcido saliendo de la cien, lanzaba gritos de enojo, en la otra mano sostenía un hacha con el filo irregular y gastado.

Los soldados por miedo no se acercaban, ya sea porque lastimaría a la chica o a ellos.
-Roney, ni piensas que me voy a acercar a eso -dijo Lilith con terror en la voz
-Lo sé, ni yo lo haría, pero creo que lo tendré que hacer yo -mientras desenvainaba una espada.

En un sólo parpadear, una chica enmascarada, de un salto llegó al urnoc, saco una espada y corto el brazo con que la bestia sostenía a la chica. La tomo y corrió a un lado.
Lilith la miraba sorprendida, era la misma chica que vio en la calle, pero la máscara no la dejaba ver con claridad. Una máscara blanca con lineas rojas, que al parecer eran pintadas. Mismo cabello, mismo uniforme y ambas espadas.

-ella... yo la he visto antes -señalando a la misteriosa chica.
-¿a ella? es una "shinigami" -le respondió Roney

La ahora llamada "shinigami" volvió a acercarse rápidamente al urnoc, saltó sobre su cabeza, tratando de propinarle un golpe, pero este lo bloquea y le devuelve el ataque con su oxidada hacha. La chica cayó al piso y en coro todos lo que observaban gritaron de pánico. La chica se levanto como si nada y con un movimiento aún más rápido enterró la espada en el corazón de la bestia.
Ahora los gritos de felicidad invadían el lugar, todos le gritaban las gracias a la shinigami. La enmascarada volteo y señalo con la espada a Lilith.
 -¡TU! esto es el colmo -la voz sonada molesta
-¿qué? -sorprendida respondió Lilith
 Del cuerpo del urnoc comenzó a salir una pequeña luz blanca. La shinigami bajo la espada y se acerco a la luz. La tomó en sus manos y la levanto al cielo, la luz siguió camino arriba, hasta que desvaneció, todas las miradas fijas en aquella luz no se percataron cuando la chica enmascarada desapareció de la escena.













1 comentario:

  1. La historia es muy buena, es diferente y muy energica. Ademas tiene una descripcion muy buena espero pronto poder leer otro capitulo de Anima.

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