sábado, 21 de septiembre de 2013

"Memorias a Corto Plazo"

Tratando de controlar mi mente he llegado a la conclusión de que no podré domar ese salvajismo de ímpetu que tengo. Una vez que surge la idea y la situación se da, jamás pasa por ese lugar, “la aduana de la mente” que diga si eso debe ser dicho o tan si quiera si merece ser pensado tanto.
Hay días en los que miro sentada en el portal de mi mente y siento que esto va pasando muy rápido. Desde lejos puedo ver ese cielo, el que anhelamos tocar. Pero luego vuelvo a vagar en esos pensamientos ilegales que no son custodiados.
¿He sentido eso contigo? ¿Alguien más lo pudo hace y tú no?
El oxígeno me está asfixiando, trata de no respirar esta mala vibra. Tal vez todo esto sucede porque he perdido la inocencia. Tal vez solo estoy pensando demasiado eso. Una vez más estoy cayendo en ese sentimiento de tristeza. Entonces me doy cuenta de en donde estoy.
En mitad  de la cocina, con el cuchillo en las manos y una cebolla a medio picar. Debería dejar de pensar en esto. Miro atrás de mí y no estas. No hay nadie. ¿Puede aplicar en esta ocasión “Nacimos solos y vivimos solos”? es muy duro para mí, pues gran parte de mi vida estos sentimientos han estado reprimidos.
Ahora que lo pienso, están llamando a la puerta. Lavo mis manos, que inapropiado seria que oliera a cebolla. Miro quien es, pero para nada que le conozco. Pero a decir verdad sus ojos me dejan vagar. Le abro la puerta y me dice que toda esta bien.
¿Se habrá equivocado?
No, vuelve y repite la frase, pero esta vez con mi nombre en ella. Se acerca a mí y logro sentir su calor. ¿Qué pasa?, me dice. No sé qué responder, realmente solo sé que es mi nombre, pero hace un rato estaba pensando en tantas cosas. Ahora que lo pienso… ¿dónde estoy?
Se separa de mí, me sujeta suavemente por los hombros y me dice: “¿Todo está bien?”
¿Lo está?
Ahora que lo pienso, ¿cómo puedo saber que todo eso me molesta? No recuerdo realmente quien soy, no sé quién es él y no sé si estaré soñando.
Una vez más, me siento perdida. ¿Debo decirle?

Es eso, me asfixio en este sentimiento. Impotencia, tormentosa soledad.

*Anima* Capítulo #20 "Enredados en la Corriente"

“Solo lo que está próximo a perderse se siente muy de nosotros, y solo lo perdido sabemos que lo amamos.”

Apenas y podía abrir los ojos, la luz de la habitación le molestaba. Sintió como le acariciaron la barbilla, suaves manos, escucho una ligera risa.
-Ya me preocupaba, tenías tres días así. –Le seguía acariciando el rostro. –creo que no es bueno que estés en este estado, pero no me dejas más opción.
-¿Estado? –apenas y pudo pronunciar la primera palabra. Sentía que no hablaba hace mucho y la garganta le dolía. –Aún estas aquí, loca. –Levanto la mirada y apretó los puños. -¿Puedo saber qué rayos hago aquí? –miro sus manos, pero ambas atrapadas en grilletes sujetados a la pared de la habitación le extendían los brazos.
-Antes de que intentes hacer tonterías, he puesto un sello en cada mano, así no podrás soltarte con tus explosiones, además sé que para el resto de la magia que utilizas necesitas unir tus manos.
-¿Rugal? Era así tu nombre ¿no? –pregunto Sasha.
-ooh, lo recuerdas, estamos avanzando. –la chica se inclinó un poco más cerca de él, en una de sus manos tenía una tijera. –amo tus ojos, tienen un color precioso.
-Aléjate un poco… -la miro preocupado. -¿qué pretendes con esas tijeras?
La chica tomo un mechón de cabello de Sasha, que por cierto se lo había soltado. –Pero tu cabello, me parece que corto se vería mejor. –sin dudar corto el cabello que sujetaba en sus manos.
Sasha noto que la chica ya había hecho lo mismo mientras él estaba inconsciente. –jajaja, y ahora ¿qué? Me dejarás calvo y me violarás… o quizá…
-¡CALLATE! Basta, basta, basta. –Rugal empezaba a perder el control. –¿No te he dicho que te amo? Debo repetirlo una vez más y otra y otra hasta que te quede claro, debe ser eso. –bajo la mano con la tijera y soltó los cabellos que aún sujetaba. Se le acerco nuevamente. –Sasha, si no consigues enamorarte de mí… te mataré. –con la tijera en sus manos la levo directo al pecho de Sasha y justo a la altura del corazón comenzó a trazar una línea. –ya verás. –se levantó y salió de la habitación.
-Sellado, capturado por una loca y ahora me obligan a enamorarme… debo estar pagando por todo lo malo que he hecho… jajaja –la sonrisa de sus rostro hacía ver que no mostraba preocupación alguna. –veamos quien se aburre primero.




+Orquídea Lóbrega+

Dos semanas luego de que Erzebeth capturara a Kuroi.

De rodillas en mitad de la habitación, frente a Medicci. –lo lamento abuelo, no sabía que Erzebeth lo buscaba. No quería que esta situación se diera.
-Sin embargo se dio y por tu culpa. August, eres mi nieto, pero pareciera que tu capacidad de razonamiento cada vez va peor. –Medicci daba vueltas de un lado a otro.
-Eres en parte responsable, pero… ahora qué más da, ya sucedió. –Celilia tomo la palabra. –se reunirán los shinigamis posibles y se tomarán medidas.
-Ustedes dos, mis nietos, debemos hacer algo para detener a su madre ya mismo. –Medicci se detuvo.
-Ya te he dicho, esa ya no es mi madre. –August interrumpió. –Ella es un demonio.
-Señor, ya ha llegado la mayoría de los shinigamis. –interrumpió la reunión Simone.
-¿La mayoría? Te dije que cuando llegaran todos me avisarás. –Medicci se extrañó.
-Es imposible que se reúnan todos. –Respondió.
-¿Qué dices?

+Dentro del Gran Salón+

La mesa estaba en el centro, alrededor, doce sillas, dos vacías. Los shinigamis que llegaron venían con las mismas respuestas de todos lados, el presentimiento de tragedia agobiaba en todos lados.

-Saben bien porque están aquí. –Medicci hablo primero. -¿Alguno de ustedes sabe algo de Sasha?
-¿Sasha? –Liz percato en ese instante de la ausencia del chico en la sala. -¿Por qué no está?
-Desapareció en su última misión, cerca al camino del Bosque Oscuro. –Hablo Sinome que estaba parada aun lado de Medicci.
-Además, Firorella… -la pausa fue simplemente para pensar mejor las cosas. –Ella cometió…
-¡Traición! –Termino la frase Estefanía. –La Decapitadora filtraba información a Erzebeth, lo malo es que pude detenerla. –Desvió la mirada al techo.
-¿Cómo puede ser eso posible? –Okka shinigami número ocho dudaba de las palabras que escuchaba. –ella me acompaño hace unas semanas en una misión…
-Lo es, y eso es todo. –Estefanía estaba mucho más sería de lo que acostumbra a ser. –Si no nos apresuramos, lo que ahora conocemos acabara cubierto por el mal.




“¿Me escuchas? ¿O solo me ignoras? Debes tener mucho que contar, pero no quieres hablar.”
Las palabras resonaban en su mente, recordaba la última conversación que tuvo con Morrigan, le inquietaba, pues ¿por qué recordaba eso ahora? Lo más curiosa era que quizá Morrigan no estuviese muy lejos de donde estaba él.

-Debo dejar de pensar tonterías. –se dijo a sí mismo. –salir de esta situación parece  imposible.
Se encontraba sujetado con cadenas, las cuales eran bastante largas y e dejaban moverse bastante bien, pero se sentía tan agotado como para querer hacer algo. –Toda mi gran fama, y estoy aquí tirado en el suelo sin poder mover un dedo. –Los ojos los tenía vendados. –Ya no recuerdo la luz del sol –ya casi no recuerdo su rostro. –Estaba hablando con él mismo.
-Dicen que eres uno de los demonios más poderosos sobre las tierras de Natian, sin embargo… -el chico no se le acerba mucho solo por precaución. –solo mírate.
-¿Mirarme? Para hacerlo necesitaría un espejo –sonrío ligeramente –aunque ya sé que soy bastante apuesto.
-déjate de tonterías, ya casi se llevara la ceremonia –el chico bastante confiado sobre el poder del bando donde él estaba hablaba sin limitaciones.
-Te preguntaré algo… ¿sabes quién arrojo el alma de Erzebeth al Bosque Oscuro? –se levantó un poco, pero aún seguía en el suelo. –No ¿verdad?
-Y tú si sabes…
-Eso es una pequeña leyenda que revolotea entre demonio y almas perdidas. Que esa alma y la de Morrigan tuvieron algo que ver con el Dragón Devorador de Animas…
-¿Enserio quieres que crea eso? –mejor déjate de tonterías y prepárate, esta noche la gran Erzebeth liberara la mayoría de las almas y seres que están en el bosque.
-¿Erzebeth? Jajajajaja –su risa hacía notar su falta de energías.
-¿Qué es tan gracioso?
-Pues que ella se lleva toda la fama, pero lo único que hará es llevarse la gran parte de mi poder. Es solo una farsa, mentiras, mentiras. Tonterías. –las últimas palabras las decía ya murmurando.


+Hace cincuenta años atrás*

La brisa de las altas montañas se llevaba los quejidos de la batalla que se libraba, nada ni nadie podía evitar lo que estaba pasando. Con toda la carga que tiene es imposible dejarle ir. Un shinigami buscando el alma condenada.
Estaba tirado en el suelo, quizá la sonrisa disfrazaba lo que realmente sentía. -¿Nunca dejas de sonreír? –pregunto Medicci
-Lo mismo me pregunto alguien en el último pueblo que estuve. –Kuroi le agradaba el clima de aque lugar, lo estaba disfrutando a pesar de la condición en que estaba.
-Sabes bien la cadena que arrastras, y sabes bien que yo debo hacer. –Medicci le apuntaba con la espada. –tu alma ira directo al Bosque Oscuro y pasaras una eternidad en ese lugar.
-¿Una eternidad? –la palabra retumbaba en su mente. –una eternidad dices.

Volvió en sí, sintió un escalofrío, quitarse la venda de los ojos no resultaba difícil, pero sentía… miedo. –¿Es eso? Siento miedo de lo que me vaya a pasar, de ver lo que el karma me tiene preparado. –sintió que le tomaron por el brazo para levantarle.
-El ritual va a empezar señor Kuroi. –la voz de Erzebeth hizo eco en aquel lugar. –para ahorrar tiempo te diré una simple cosa. –se le acercó al oído. –donde intentes hacer una tontería esa chica perderá la cabeza y su alma será condenada a pasar algo peor de lo que pasara la tuya.


+Orquídea Lóbrega+
El plan ya estaba, los shinigamis estaban y cooperación de los cazadores estaba también. ¿Entonces qué hacía falta para buscar a Erzebeth?.
-Valor –Hikari miro a lo lejos. –No creo que ellos quieran ir, sus piernas tiemblan.
-Debes bajar la voz Hikari, tus comentarios pesimistas invadirán a los demás –dijo Gilmore
-Hikari, ¿puedo hablar contigo? –Liz estaba frente a la shinigami, se notaba que se había armado de valor antes de poder ir a donde ella.

Llegaron a uno de los jardines dentro de la Orquídea y se sentaron a hablar.

-Dime, ¿qué era? –Hikari rompió el silencio.
-Pues… son varias cosas. Pero primero y antes que nada. ¿Qué sabes sobre Sasha?
Los ojos de Hikari se posaron sobre los de Liz. –Nada, la última vez que lo vi, fue llegando al pueblo cercano al Bosque Oscuro
-Ya veo. –bajo la mirada
-Te preocupas mucho por ese egocéntrico. –sonrío pícaramente. –Sabes, está vivo, en problemas quizás, pero vivo. Hierba mala nunca muera.
-Eso espero. –se le escapo. –Yo… no…
-Tranquila. –le sonrisa se volvió cálida.
-Bueno lo otro era –cambiando el tema rápidamente. –Sobre Celilia.
-Tranquila, solo ha sido un mal entendido. Ella no era la sospechosa realmente sino Fiorella.
-Ya veo, por cierto ella –no sabía aún como entablar bien la conversación, al fin y al cabo tenía mayor rango. -¿Qué harán con ella?.
-Estefanía ya le tiene en la mira. Es difícil que resulte viva de esto. Fiorella se buscó un gran problema. –una vez más miro a los ojos a Liz. -¿Algo más?
Miro detenidamente los ojos de aquella chica. –Sí, ¿cómo lo haces?
-¿hacer qué? –su mirada desprendía duda.
-¿Dónde estás? Sé que lo que tengo al frente no es más que una marioneta, ¿no es cierto? ¿Cómo haces para pasar al gran salón? Esta tan encantado, que es imposible que puedas pasar sin ser detectada.
-Eres muy hábil, estoy bastante cerca. Pero esto es algo que debe quedar en secreto. Nos veremos en el bosque. –se dio la vuelta y se despidió de la chica. –hasta pronto “Shinigami de Tinta.”
-¿Shinigami de… tinta?



“Estaba ahí, las lágrimas en su rostro se perdían en la corriente del río, nada la consolaba, quería morir, ella quería realmente morir. Era mi oportunidad, era lo que necesitaba, pero… me hizo dudar, y le di otra opción, le di a escoger. Le dije que la venganza la ayudaría. Le dije que sería mejor. ¿Pero y yo? Mi alma ¿qué? Ahora que lo pienso, fue bastante estúpido.”

Hablar le hacía sentir mejor, la habitación era bastante cálida y así podía relajar la mente. Además la chica lo escuchaba atentamente.

-Entonces, ¿tú la salvaste, pero también te salvaba a ti? –Lilith, en la habitación de siempre, escuchaba a Kuroi.
-Te equivocas, si yo devoraba  esa alma en ese momento, podría haberme salvado y estar sin ningún contrato. Pero le di esa opción, aun así pude haberme aprovechado, pero estaba demasiado débil y el contrato dividió el poder a la mitad.-Kuroi miraba el candelabro en la mitad del techo de aquel lugar.
-pero… eso significa que conmovió tu alma.
-¿Conmovió mi alma? –pensó unos segundos. –Tú tienes algo especial. Morrigan te ha puesto aquí por algo. No sé ni cómo llegue aquí, pero tú has calmado mi alma que lloraba.
-Estás hablando tonterías, debes reunirte pronto con Estefanía, debe estar haciendo berrinches y alborotos por encontrarte. –su gentileza era tan tranquilizadora. –Yo estoy aprendiendo como usar los poderes de Cazadora, así que pronto iré a ayudarles.
-Eres tan tierna. –Se le acercó un poco -¿puedo darte un abrazo?

Pero el descanso se acabó y regreso a la realidad, sentía como si la gravedad hubiese aumentado y lo halara el piso. Imposible levantarse. Escucha como Erzebeth hacía conjuros, en lenguas que él conocía, pero su cabeza estaba tan llena de cosas que se le era imposible pensar en algo en concreto. Hasta que escucho como si quebraran una fina pieza de porcelana. Él conocía ese sonido, sabía que eso era un sello roto, pero esta vez, eran cientos de sellos, la cantidad de poder que le habían extraído, era lo suficiente para eso. Volvió a perder el conocimiento.



-Sabes, me encanta comer dulces. Yo solo espero no enfermar por esto. –comía pequeños biscochos. –deberías probar uno. Veras, te va a gustar.
-Te he dicho que no. –se sentó dándole la espalda. –Yo no voy a estar en esas…
La chica lo abrazo por la espalda y le empujo uno de los biscochos en la boca–Estas tan amargado, come dulces y veras que te endulzas. –sus risa sonó melodía para él.
Mastico un poco aquel dulce y la miro. –Tienes razón…esto sabe tan bien. Dame otro.

Abrió una vez más los ojos. Ya no estaba en el mismo lugar de antes, lo podía sentir. Sentía como sus cadenas se movían. Algo más estaba atado junto a él.





“Las nubes en el cielo eran grises, ocupaban todo espacio y no dejaban ver más allá de ellas. Los gritos de terror gobernaron primero los alrededores, luego todo el lugar. Natian estaba bajo las tinieblas. Las personas buscaban refugios y los seres liberados destruían todo a su paso, nada ni nadie que se encontrara en el camino de ellos se salvaba. A lo lejos se escuchaban los rugidos de un Fogus de Arena, y la risa de las brujas. Asesinos, Cazadores y Shinigamis, todos acabaremos con esto.”
Fueron las últimas palabras de Medicci al despedir a sus ocho shinigamis.






Empecé escribiendo pensando en algo más, y al final el capítulo resulto ser totalmente distinto.

Espero que lo disfrute, insistiré y pediré que comenten. Gracias y hasta la próxima.

lunes, 16 de septiembre de 2013

*Anima* Capítulo #19 "¿Es amor?

"Eres tu el que no le dedicas tiempo a mirar más allá de tus palabras, acaso... ¿has visto lo bonito del cielo de aquella  noche?"

-¿Me estas escuchando? – August se le acababa la paciencia.
-No puede ser, ¿qué haré? Debería quizá… -Estefanía definitivamente no lo oía, lo ignoraba totalmente.
-Creo que está preocupada por lo de Kuroi. –Lilith agrego algo más.
-¡OYE! Préstame algo de atención. -¿paciencia, dónde?
-Deberías de guardar silencio. Medicci mandará a llamar, lo sé. Ya envié el mensaje, y para que sepas aclare que tú fuiste el culpable de toda esta situación. –Estefanía estaba en un llamado “berrinche”.

+Orquídea Lóbrega+

El mensaje efectivamente había llegado, y Medicci no parecía nada contento. Erzebeth podría usar los poderes de aquel lusht para romper los sellos hecho por los asesinos en el Bosque donde arrojaban las almas.
-¿Hablaste con ella? –pregunto Medicci.
-Es inútil, casi no salgo viva de ahí. –Celilia le respondía.
-Entonces habrá que reunir nuevamente a los  Shinigamis. No permitiré que Erzabeth libere algo de ese sitio.
-¿No lo permitirá? Acaso ha olvidado que ella ya tiene a Morrigan… -pensó uno segundos –ahora a Kuroi, creo que debe enviar a un grupo muy selecto ahí.
-Lo sé.



+Ciudad Azul+


Los cielos estaban oscuros, las nubes no se movían, pero la brisa fría recorría cada rincón de la ciudad. Nada podía ocultar ese mal presentimiento, saber que algo malo va a pasar y no poder evitarlo.
-¿Has visitado al otro lado de la puerta? –Roney tomaba la taza y se disponía a llevarla a su boca or un poco de té
-El cielo está igual que en Natian, solo que allá lo confunden con una tormenta. –Hikari estaba al otro lado de la mesa, recostada sobre sus brazos y con su cara inexpresiva. –Creo que esto se va a poner peor.
-¿Peor has dicho? –Detuvo la taza a solo centímetros de sus labios. -¿Pesimismo?
-Optimista con experiencia le llamaría yo. –la chica se levantó un poco –He recibido una carta la cual no debía llegar.
-¿Esa carta tiene que ver con este clima tan horroroso? –Roney al fin bebió algo de té.
-El clima solo es el comienzo, ya ha empezado. Libera pequeños seres, hasta poder controlar lo suficiente para liberar sellos de shinigamis. –bajo la mirada y tomo la taza que tenía en frente. –Estamos tentando a la suerte. –bebió apenas y un poco de lo que había dentro. -¿Sabes? Creo que debo salir de donde estoy y al fin mostrar la cara en la Orquídea.


+Ciudad más cercana al Bosque Oscuro+


El aire frío dañaba los cultivos, todo se comenzaba a marchitar lentamente. Los animales corrían de los alrededores. Parecía como si nada quisiera estar cerca de aquel lugar. En un pequeño puesto de comida estaba un despreocupado chico.
-Qué clima tan feo. –murmuro
-Así es, desde hace una semana se ha puesto así –respondió un señor.
-Hace una semana –dijo en voz baja. –Fue hace una semana que paso.
-¿Paso qué? –el señor preguntó
-Nada… nada que en realidad usted deba saber. –Le soltó una sonrisa. –dígame, iré hacía el noreste, pero ¿aún existe camino ahí?
- ¿acaso es usted shinigami? –el señor no era ningún tonto.
-Sí. –saco la máscara de atrás de la capa y se la puso. –Ahora deberé matarlo para que se mantenga el secreto.
-¿QUÉ? –la cara de pánico se vio en seguida.
-jajaja eso solo broma.
-uff, no haga eso señor shinigami. Mire, el camino no funciona desde hace buen rato, aunque varios shinigamis han pasado por aquí desde que el camino ya no está. ¿No debería saber eso usted?
-La última vez que vine aquí fue a acompañar a alguien. Jamás he dejado un alma allí. –dirigió la mirada en dirección del bosque.
Emprendió su camino a aquel lugar, tenía que completar una misión antes de volver a la Orquídea como pedía la carta recibida hace una semana.

Shinigami #3 Sasha
Regresar inmediatamente a la Orquídea Lóbrega.
Razón: Captura del Lusht Kuroi por Erzebeth.
Reunión de la orden con la mayor brevedad posible.”

-Como detesto este tipo de cosas. –se dijo así mismo. La brisa fría volvió a soplar, esta vez él tuvo la sensación de que estaba más fría. Pero ahí adelante cuando todo parecía tranquilo, estaba ella sentada. Era como si estuviese esperándole.
-Has llegado al fin. –a chica le sonrió.
-¿Es por ti que me han hecho venir hasta acá? –el pregunto
-Mate la cantidad necesaria de ciudadanos, y mandé a no solo, como sobreviviente para que llegara al pueblo pidiendo ayuda del shinigami “Despiadado”.
-Prefiero “Sangriento”, pero creo que aún tengo que hacer más por ese título. –respondió con una sonrisa descarada.
-Estoy tan feliz de que ya estés aquí, pensé que tendría que ir a matar más personas. Además hasta quizá enviaban a otro shinigami. –la chica parecía no importarle mucho lo anteriormente dicho.
-¿Y… a qué se debe el honor? –Sasha ya comenzaba a examinar la situación.
-Soy Rugal.  –movió su cabello que parecía sincronizar con la brisa. Los largos cabellos naranjas revoloteaban. –Y te amo.
-Me… ¿amas? –volvió a sonreír. -¿En qué sentido?
-Te quiero solo para mí. –fue simple la respuesta.
-Debes justificar un poco más antes de decir que amas a alguien. ¿Sabes que yo amo?
La chica lo miro de arriba abajo y se relamió los labios. –Dirás algo como “Amaría estará lejos de aquí” ¿cierto?

La expresión de Sasha le dio la razón a la chica. Era cierto. Era justo lo que iba a decir. -¿Eres una bruja? –la miro nuevamente -¿Qué quieres realmente?.
-Ya te le he dicho, te quiero solo para mí. Porque te amo. –no estaba más claro.
En un parpadear la chica ya estaba detrás de él abrazándole por la espalda. No le dio tiempo de pensar cómo reaccionar. –No es posible –se dijo a sí mismo en la mente.
-Venga Sasha, corresponde a estos sentimientos. –La chica se abalanzo sobre él, lo rodeo con sus piernas y lo abrazo más fuerte. –Ámame –le dijo al oído. –Y sin dudar le modio la mejilla.
Eso lo hizo reaccionar más rápido de lo que el mismo esperaba, levanto los brazos y la tumbo. Se dio la vuelta. –Lo siento, pero soy un alma libre. No te puedo amar. –se limpiaba la mejilla, la chicha había roto la carne con la mordida.
-¿Acaso hay otra? –la mirada de la chica se entristeció.
-Para nada, ya lo he dicho, prefiero no estar comprometido. –La miro serio, pero era inevitable que se le escapara una ligera sonrisa. –Vaya loca –pensó.
-Así que es eso. Bueno no importa ya. De todas formas te conservaré. –La chica se levantó.
-¿Qué? –fue a dar un paso a tras pero sus piernas se lo impidieron. –Pero… -cayó de rodillas y su vista se fue nublando.
-Flor de la Noche. Mastique de eso hace un rato. Antes de que llegarás. –le dijo. –Adormece el cuerpo si entra en contacto con la sangre.
La vista del chico apenas y distinguía las luces del día. –Vamos a divertirnos un montón querido Sasha. –la voz de la chica se escuchaba ya distante para él.
-Me vas a amar. –fue lo último que escucho.












Corto, pero cumplo. Disfruten leyendo, lo hago con amor, un teclado e inspiración. (dice cosas bonitas para que le tengan consideración.)

viernes, 6 de septiembre de 2013

*Anima* Capítulo #18 "Lo que no Debía Pasar, Paso"

"Se podría describir la felicidad en simples palabras, pues lo que te hace feliz o lo que me hace feliz está en el diario vivir."



El camino de esos cuatro shinigamis se volvió a separar desde aquella vez que encontraron aquel escrito. Pero ninguno de ellos dejaba de pensar en lo que decía, además...
-La shinigami que más entradas al bosque Oscuro tiene es Celilia.-dijo Hikari
-¿Insinúas algo? -comento Sasha -porque si no es así yo si diré algo.
-Acaso dicen que ella tiene algo que ver -expreso Gilmore algo perdido.
-Pues nadie es inocente en este mundo ¿No? -sonrió Sasha.

Si era así, un alto rango estaba involucrada en muchas cosas, malas. Pero como también nadie es inocente, puede que todos lo sean y ella no tenga nada que ver. Son dudas que pasaban varias veces por la cabeza de Gilmore, ere casi inevitable sospechar, pero ¿sería lo correcto comentar esa grave acusación con Medicci?. El al fin y al cabo es abuelo de Celilia.

-Parece que no dejas de darle vueltas a lo que hablamos con Sasha y Hikari. -al fin rompió el silencio Liz
-¿ah? pues si. Es... extraño por así decirlo. -respondió el chico.
-Lo sé, no hace mucho me entere que la shinigami número uno es nieta del señor Medicci. -Liz hablaba, pero no parecía preocuparle mucho eso.
-¿Realmente te preocupa todo esto? -Gilmore la miro extrañado.
-En sí que ella tenga que ver con esto... pues no. Pero hay algo más que me preocupa.
-¿Algo más? -el chico aún no le entendía
-En la biblioteca leí varias cosas, Kuroi el lusht que fue sellado en el bosque por Medicci...
-¿aja?
-Es el mismo lusht que acompaña a la shinigami número dos, Estefanía.
-¿Qué? un momento, pero que dices... -estaba bastante sorprendido.
-¿No te parece extraño que Medicci aceptara a Estefanía como shinigami teniendo un contrato con ese lusht? además ¿Cómo hizo para salir de ese bosque estando sellado?
-Es bastante curioso todo, parece que de verdad todos somos sospechosos de algo. -rió ligeramente





+En mitad del bosque+


-vaya, pero si eras tu realmente, Celilia tenía razón, me estabas buscando. -Fiorella sostenía la sombrilla en alto y miraba fijamente a Estefanía.
-Y tu tontamente has venido a mi. Creo que te dieron el rango con los ojos vendados. -Ella parecía muy segura.
Cerro la sombrilla y le volvió a hablar ya algo enojada. -Escucha bien, hoy te mataré, y robaré tu rango.
-¿Para?¿Contarle más cosas a Erzebeth? -No dudaba -creo que debes dejar eso ya.
La chica ataco de inmediato. La sombrilla parecía débil y quebradiza, pero era todo lo contrario. Estefanía detuvo el golpe con su mano derecha, se percato de inmediato que eso no era simplemente para taparse del sol.
Inmediatamente comenzó a adsorber la sombra de Fiorella hacía la de ella misma, y con esto levanto una hoz, de mango largo y hoja afilada. El contraataque fue de inmediato, no dudaba ni un solo segundo, pues estaba segura de algo, esa chica era una traidora.



+Mucho más adelante+

-No debimos dejarla sola. -comento Lilith
-Si quieres regresar, por mi bien, pero te diré que esta dándose ya la batalla, y es contra alguien que le dicen "la Decapitadora". 
Lilith trago saliva. -O bien podemos esperarla aquí.
-jajaja, eres tan simpática... -la miro tiernamente.
Pero en el descuido de la conversación, no notaron que los observaban, y sin más fueron sorprendidos.
-Las manos a la cabeza, ambos. -grito la voz de un hombre.
-¡Vaya! Pero que descuido el mió.-Dijo Kuroi sin dejar de sonreír.
-Ponlas ya, o te pongo una flecha ente los ojos...
-A ver si puedes... -inmediatamente respondió el lusht
-¿Quiénes son? -Un joven, mucho más joven del que hablo primero cuestiono.
Lilith que tenía ya las manos en la cabeza habló. -Nosotros no buscamos problemas, solo nos perdimos en el bosque.
-¿Perdidos? o escapando por el bosque. -Dijo el joven. Luego miro bien a la chica, vio la marca en su brazo izquierdo. -¡Tu! Eres parte de nosotros, ¿Por qué no hablaste antes?
-¿Qué? -sin querer se le escapo a Lilith
-Si, ¿qué? -hablo Kuroi -aah, ya veo, sí. Ella es parte de ustedes, no la matarían ¿Verdad?
-¿Qué cosas dices tu? -le dijo al oído Lilith a Kuroi.
-Calla, ellos son cazadores. Ni se te ocurra mencionar que o quién soy yo. -le dijo aún más bajo.
-Bajen las armas, están con nosotros. -al fin dio la orden aquel chico.

Eran altas torres escondidas dentro de aquel laberinto llamado bosque, ahí estaban los llamados Cazadores de Almas. Asesinos igual que los Shinigamis, pero ellos alegaban que lo hacían por buena causa y sin cobrar. ¿Pero acaso no abra provecho alguno en todo eso?.

-Mi nombre es August, líder de los Cazadores de Almas. -su tono y su acento enamorarían a cualquiera.
-Soy Lilith y él es... -Lilith estaba parada al lado de la celda.
-No hace falta que lo digas. Sé quién es. Lo que me extraña es que hace contigo. -Dijo August
-Pues si me dejaras salir, quizá te lo explicara. -Kuroi no borraba la sonrisa picara de su rostro, parecía disfrutar aquello.
-¿Qué eres? -una chica, quizás doce o trece años podía tener. De cuclillas a un lado de la celda donde estaba Kuroi. -¿Un Nefilin?
-No -Kuroi la miro algo curioso.

-Ven aquí y dime, ¿por que nunca antes habías venido a nosotros? -pregunto el joven.
-Pues verás, estaba en un viaje con una shinigami. -la habitación quedo en silencio.
-¿Con una shinigami? -pregunto August
-Sí, Hikari. Ella y yo nos ayudábamos mutuamente, pero por motivos ajenos a nosotras nos tuvimos que separar en este viaje.
-Hikari... ya veo.
-¿La conoces?
-sí, la vía hace meses en el bosque oscuro.


La sangre corría, y la hierba se manchaba con esta. Ninguna de las dos aún había sacado su espada, pero Fiorella perdía bastante sangre. Estefanía tenía varios golpes.
-Venga, ya basta de toda esta tontería. -Fiorella levanto la sombrilla a la altura de su pecho y del mango de esta comenzó a sacar la espada.
-Una espada oculta, como tiemblo. -el sarcasmo no quedaba más expuesto de parte de Estefanía.
Pero Estefanía no era tonta, se levanto y sacudió un poco la oz, y en un parpadear quedo a un metro de Fiorella, pero antes de dar el ataque final, entre las dos apareció Erzebeth. Una figura siniestra, tan repentinamente, detuvo el ataque con su propia espada, gruesa. Se escucho la resonancia, la melodía de los dos filos chocando. La oz de Estefanía se desvaneció. Y enseguida estiro sus manos hasta el rostro de Erzebeth. Esta la empujo fuertemente.
-Atrás chica, no hagas cosas de las que te arrepientas luego.
-¿Arrepentir? -Estefanía se veía bastante serena.
La mujer levanto los brazos y las sombras rodearon a Fiorella junto con ella, desvaneciéndose frente a los ojos de Estefanía.
Pasaron diez o quizá quince segundos. -uufff  que alivio que se fue. -cayo sobre sus rodillas. -Era imposible que yo peleara con Erzebeth sin tener a Kuroi a mi lado. Por cierto...


Los tambores resonaban, y la conversación fue interrumpida. Un ejercito de orcos se aproximaba por el sur.
-Señor, no han  encontrado. -dijo un hombre.
-Preparen para atacar. -ordeno August. -Lilith ven conmigo.

Le dejaron solo en aquel lugar, Kuroi podía oír las trompetas y tambores de guerra. Puso sus manos sobre los barrotes de la celda, y su cuerpo atravesó aquello que se suponía que le debía impedir el paso con tanta facilidad.
Afuera todo era un caos, gritos, espadas y muerte. Cazadores contra orcos y uno que otro troll. Kuroi solo pasaba de largo a todo eso, evitar problemas a toda costa. Pero a medio camino sintió que le sujetaron el brazo derecho.
-¿A dónde vas? Kuroi Lusht que escapo de un sello de Shinigami. -August sabía quien era él.
-Dejame ir. -fue lo único que dijo.
Cuando August levanto su mano del brazo del Lusht había un sello, un estrella de cinco puntas, en el centro un circulo con una llama. -No permitiré que escapes. -Dijo el cazador.

Pero las cosas se complicaban más y más. Alguien hizo su aparición sin previo aviso. Sí, Erzebeth.
Sujeto a Kuroi por el cuello. -Gracias chiquito, acabas de hacerme el favor de sellarlo.
-No, suéltalo. -August no sé esperaba eso.
-Me lo llevo. Él me ayudara muchísimo. -Erzebeth ya lo tenía en sus manos literalmente.
Kuroi no podía usar nada de sus poderes, estaba sellado. -Suéltame baratija de demonio.
-¿Cómo me has llamado? -puso su dedo indice en la frente de Kuroi -vamos a ver que tanto te dura la arrogancia.
La vista se le nublo y poco a poco se le cerraron los ojos.

-¡KUROI! -el grito a lo lejos capto de la atención de Erzebeth y August, pero no la del lusht. -¡Oye, mírame! -Estefanía a no más de cien metros se acerba lo más rápido que podía. Levanto sus brazos y hacía el movimiento de tratar de acercar algo, pero nada pasaba.
-¿Qué rayos pasa? ¿por qué no puedo? -se decía a si misma en frustración.

Erzebeth abrazo el cuerpo del lusht y comenzó a reír fuertemente. Mientras se desvanecía como hace un rato atrás. Sin que nadie se lo evitara.

Estefanía cayo de rodillas, los ojos se le llenaron de lagrimas, pero estas no salían. August se le acerco.
-¿Tu eres la contratista?
-¿Qué le hiciste? -pregunto seriamente, pero no levantaba la cabeza.
-Lo selle para tirarlo nuevamente al bosque oscuro.
-Eres un idiota. Y eso es poco.
-¿Qué?
-Lo hubiese podido arrastrar a mi sombra. Estaría a salvo conmigo. Pero tu... -levanto la cabeza y la rabia era evidente. -que idioteces haces, no puedo creerlo, ahora lo tiene y podrá romper los sellos del bosque.
-No... no puede ser.

"Hace cincuenta años atrás Medicci, Shinigami renombrado atrapo a uno de los lusht más buscado, Kuroi. Lo selló en el Bosque Oscuro en lo más profundo, para que jamás pudiera salir. Pero Kuroi era más fuerte de lo que Medicci sabía, y los diez años se libero. Y escapo de ese horrible lugar. Pero estaba muy débil, cansado y su vida en un hilo. Pero se enamoro, de un alma que estaba en igual condición que la de él. El contrato se pacto, y las almas de mezclaron."
-Morrigan, ¿acaso hablas de esos dos?
-Así es Lilith.


La distancia entre la vida y la muerte, es la misma entre la verdad y la mentira. Solo que algunos la llevan al límite. No sé sabe aún como salir del amor sin mentir o sin morir.











Aparecí, después de siglos sin pasar por estos lares. Lo bueno termine exámenes y me fue super bien! *wujuuuu*
Lo malo inicio cuatrimestre y no me dieron vacaciones T_T
Ve a la universidad decían, sera chevere decían. e.e mentirosos! xD Bueno si lo es, debo aceptarlo.
Gracias por leer. Comenten *pone cara de borrego a medio morir*