martes, 29 de abril de 2014

Horneando Situaciones: Harina



Ese momento de tensión, esa casi por mililitros fricción, esa sensación y esos aromas. Es una combinación perfecta, la música de fondo que sonaba desde el radio de mi carro hicieron su efecto ~Aviation Hight~



Pero soy muy terca, es la triste realidad y cuando apenas nuestros labios se rosaron y por instinto me separé.

-No, no, no, esto va muy mal -dije mientras me quitaba el cinturón y abría la puerta del carro para bajarme.
Él enseguida hizo lo mismo -¿Qué? ¿Qué esta mal? -se notaba en su cara la pequeña frustración.
-¡Eso! ¡Todo! -dije sin responder realmente -no creo que sea correcto que tu y yo... -bien, no podía continuar esa oración puesto que ¿qué era lo que había entre él y yo? Me quede pensando unos segundos mi pequeña paradoja, cuando reaccione que él se me estaba acercando. De inmediato reaccione caminando al lado contrario alrededor del carro -Mira, no es por ofender, pero tu y yo somo de esas personas que solo se debieron encontrar y ya -le decía mientras seguía escapando lentamente de él.
-¿Será que no lleno tus expectativas? -miro curioso.
-No, no. -¿qué? -estas bien hot...digo guapo, pero no, ese no es el problema -yo seguía girando alrededor del carro.
-¿Algo he hecho que hace que me odies? -pregunto nuevamente.
-Pues tu no, pero al parecer yo sí para que el karma lo haga -dije ya algo nerviosa. Pero recuerde que yo estoy bastante salada y en eso una pequeña pero desgraciada roca se atravesó entre mi pie y el suelo. Tropecé ligeramente, pero me pude sostener del retrovisor del carro. -¡Wouu! -de inmediato ambos reaccionamos.
-¿Estas bien? -dijo sujetándome de mi brazo izquierdo -parece que tienes mejor relación con el suelo que conmigo -dijo en broma.
-No, no. -trataba de soltarme -tu tranquilo.
En eso él se comenzó a arrodillar.
-No, No ya enserio no lo hagas -hable nerviosa -levántate -en eso un carro iba pasando y bajaron la velocidad, pude escuchar claro que alguien dijo "le va a pedir matrimonio" -¡YA! arriba hombre.
-Enserio que debo hacer para que no te alejes así de  mi. Confieso que estoy desesperado. -Bajo la mirada -Me gustaría que al menos no corrieras de mi cada vez que aparezco.

-Bien, si es cuestión de confesar -no, la canción de Shakira~Inevitable no -Tu me pones... nerviosa.
-¿Nerviosa? no entiendo por qué -termino por sentarse en el piso.
Me puse de cuclillas frente a él y le mire -tienes la culpa de eso y no lo voy a negar -le sonreí, valor Isa, valor -tu quizás sea muy guapo y chica que te propongas la consigues, no dudas de ti ni un segundo, pero para mi el solo hecho de ver a un hombre tan... -no digas hot, no digas hot -hot...eeh guapo, disculpa. -me tape la cara con mis manos para ver si recobro mi dignidad ya perdida hace mucho tiempo.
-¿Yo te pongo nerviosa porque soy guapo? -comenzó a reír.
-Joder, si tanta gracía te hace -me levante enseguida -te daré razones para que te rías solo -estaba algo enojada, ¿se estaba burlando de mi?
-Nooo, no malinterpretes -se levanto también -verás, me pasa exactamente lo mismo contigo... cuando te vi por primera vez, fue en la cafetería. Cabello rubio saliendo del gorro negro, la camisa verde olivo y sacudiendo un delantal lleno de harina... Recibiendo con una sonrisa a un señor en la cafetería. Yo solo quede hipnotizado...


Él estaba confesando que yo le gusto o simplemente estoy alucinando.
En eso mi celular soltó una carcajada, mi tono de Whatsapp.
Lo saque del bolsillo del abrigo que tenía puesto y miré quien era, de vez en cuando lanzaba una mirada a John, estaba sonrojado.

"Espero que estés de camino a un Motel o ya dentro de él quitándote la ropa junto a ese macho" se imaginan ya quien es la autora de aquel mensajito.
Tome aire -¿me das unos segundos para responder? es importante -le dije tímidamente.
-oh, por supuesto. -Me dijo mientras se llevaba las manos a la cabeza y revolvía sus cabellos.

"A un Motel no, pero si al apartamento, no creo que haya sexo salvaje, pero si una larga platica" -enviando-
Vuelve a sonar la carcajada "Se su Bubblegum Bitch mujer, no llegaré hasta las nueve de la noche, tienes buen rato"
"No sé si le gusten esas cosas tan sucias xD, pero te juró que lo haría si tuviera un poco de más valor" -enviando-
Carcajada one more time "si a las 9 llego y ese hombre no esta ahí sin ropa y tu puesta de su camisa te boto de la casa, besos amiga"

¿Es mi mejor amiga? Sí, claro.

-Sube, te invito a comer pancakes de almuerzo en mi casa -le dije ya algo calmada.
Se escucho cuando boto todo el aire que contenía y calmadamente me dijo -perfecto, ¿con jugo de naranja?
-Sería genial.

Llegamos, cuando abría la puerta, me paso por la mente lo que estaba tratando de no recordar. El día en que él estuvo aquí.

-¿Ocurre algo? -me pregunto.
-No, no. Pasa. -entramos y fui directo a la cocina y me lave las manos en el fregadero.  -Me vas a ayudar, no voy a hacer pancakes sola.

Enseguida quedo a mi lado -Lávate las manos -le dije mientras me ponía un delantal, trabajar con harina es un trabajo que quieras o no ensucia -vas a batir.

Huevos, harina, aceite vegetal, azúcar y sal, vainilla.

-Margarina para la sarten -me dije para mi en voz baja
-¿Decías? -pensó que era con él.
-No, es conmigo misma -mientras sacaba la margarina de la nevera.
Sonrió suavemente.

Bueno, la mesa servida, y estábamos simplemente comiendo.... comida.

-¿Cuándo descubriste que te gustaba la cocina? -rompió el silencio.
-El último año de colegio bajo presiones, es una historia bastante terrible, después te la contaré -no aparte mi cara del trozo de pancake que aún quedaba en mi plato.
-Voy a entrenar a alguien de hotel como barista ¿sabias? -me miro buscando que le devolviera la mirada.
-Sí, me enteré hace un tiempo -al fin miré a sus ojos -tienes heterocromia -mire intensamente.
-oh, pues sí... -bajo un poco la mirada, pero sin apartar mucho los ojos.
-Eso es chevere -le dije animandole -a mi me gustaría tener los ojos de dos colores distintos.
-Tus ojos así son perfectos... contra luz se ven preciosos. -vale destacar que el me estaba viendo en ese momento contra luz.
-Gra... gracias, no creo que alguien me lo haya dicho antes.

Cuando terminamos llevamos los platos al fregadero y nos devolvimos a la sala.
Encendí el televisor, me estaba aterrando la idea de tener que sacar un tema de conversación con él.

-¿Y Natsu? -volvió a romperlo él.
-Esta de paseo, no regresa hasta tarde... quieres ¿soda? -tenía que sacarme de la mente el texto de Natsu.
-Sería maravilloso.

Cuando venía de regreso con el vaso de soda en la mano,me ha sucedido la cosa más extraña de toda la semana, quizá del mes. He tropezado con la esquina del sofá y caído directamente sobre John, derramado la soda sobre él y avergonzándome por completo.

-Oh Dios, lo siento. -dije todavía sobre él -que torpeza, maldita silla.
-jajaja, creo que la silla esta a mi favor -dijo entre risas -venga, que te encanta estar tropezando.
Me levante, solo para notar que su suéter estaba manchado con la soda de uva. UVA, ¿no pudo ser soda blanca? -Mira lo que he hecho, esa mancha...
-Tranquila, solo déjame ir a lavarla y lavarme la cara que también me cayo un poco.
-uuff, ven por aquí esta el baño. -Le guíe hasta el baño, él entro, pero no cerro la puerta, solo abrió el grifo y comenzó a lavar sus manos primero. Fui a buscar una toalla para él.

Cuando regrese estaba sin suéter, mientras lo lavaba. -eehgr, aquí... tienes una toalla -estiré mi mano para entregársela.
-Gracias -ese abdomen perfectamente trabajado, maravilloso.
-Te diera algo para taparte mientras se seca tu suéter, pero no tengo más que sabanas, si las quieres...
-¿Quieres que me tape? -levanto una ceja.
-No.... si...nada -nervios.
-¿Quieres que no tenga nada?
-¿Qué?
-No sé, tu... -se acerco a mi y yo como un hielo congelada.

Puso su mano en mi hombro y me acerco un poco a él, paso su otra mano a mi espalda y lentamente su rostro se acercaba al mio, su mejilla hizo contacto con la mía -Estamos locos -murmuré casi en su oído.
-Me agrada tu locura -murmuro él en el mio.

Suavemente deslizo sus labios por mi mejilla, llego a la comisura de mi boca e hizo un leve movimiento, como si fuera a hablar, pero no dijo nada. Poso sus labios sobre los míos, que estaban algo secos, como de costumbre, pero él supo como solucionarlo. Era suave, era delicado conmigo. Mis manos por inercia subieron hasta su cuello, comencé a acariciarle el cabello, suave, revuelto.
Hasta que al fin nos separamos, por falta de aire. Puse mi mano en su pecho, recorría hasta su ombligo

Entonces sus manos comenzaron a acariciar y mi corazón quería salirse...
No sé en que momento quedamos en el sofá nuevamente, pero yo ya no llevaba mi suéter puesto, los besos ya no eran tiernos, si no deseosos... lujuria en toda la extensión.

"Ding, Dong"

-El timbre -dijo entre besos.
-¿Timbre? -yo ya no razonaba. -¡El Timbre! -me separé de él de inmediato.

Escuche como tocaban la puerta una y otra vez, hasta que oí mi nombre.

-¡Isa! ¿estas? -la voz se me era familiar.
Miré por el ojo de vidrio de la puerta, era la vecina de al frente, estaba en su uniforme y con la maleta en el hombro, definitivamente venía de la escuela. -Un momento Carol -le dije.

Miré a John, oh Dios que pena -Vístete -le dije mientras yo trataba de encontrar mi suéter.
Cuando los dos estábamos decentes abrí la puerta -Carol, querida ¿qué sucede?
-Hola, Isa. Llegue del colegio y mi mamá no esta ¿podría quedarme contigo en lo que llega?
-Oh claro, pasa, pasa. -No estoy segura de si me salvo de cometer una locura o que me interrumpió algo bueno.
-¿Hola? -saludo a John
-Hello! -le dijo él con una sonrisa.
-Creo que John ya se iba ¿verdad? -le lance una mirada.
-Oh sí, sí. Yo ya me marchaba. -Lo acompañe a a puerta, nos despedimos con un beso en la mejilla y el clásico "te llamo luego".

Ahora que lo pienso, la verdad ese hombre si me gusta. Debbie, no te lo voy a dejar, claro que no.









PD: He puesto los links de las canciones para que las oigan :D

lunes, 28 de abril de 2014

Horneando Situaciones: Polvo de Hornear

"Bubblegum bitch"
Sí, esa es la canción que escucho a las nueve am, mientras hago una Genovesa en la cocina de la pequeña cafetería del hotel en que trabajo.

Una semana de incapacidad, mini vacaciones o como le quieran llamar me dio el médico, aún sigo sospechando de él. (Traumas de El Efecto Maquiavelo).



Lo primero que preguntarán es ¿te llamo John?
Pues no. Pero si me mandaba mensajes en las noches que decían: "Buenas noches" y esos en las mañanas que dicen: "Buen día".

#Cute #OMG #hot #sexy #YoEstoyMuertaPorÉl si hay forma de describirlo. Aclaro atraída más no enamora.
Por que esos cuentos de enamorarse de una persona a primera vista no los creo. ¿Cómo sabes cuál es su segundo nombre? ¿Quién es? ¿Es un asesino mutilador en otro país? ¿La CIA lo busca? ¿Quizá odia algo que yo amo? Ven, eso de enamorarse a primera vista de alguien no es. Solo te sientes atraído y ya.

Y si van a preguntar, no he salido a mirar a la cafetería ni un solo minuto.

-¿Qué pasa? -Mary entro un momento a la cocina, para buscar una bandeja de donas.
-¿Por? -pregunte extrañada.
-No has salido a mirar ni un solo minuto allá afuera -tomo la bandeja y camino hasta la puerta -creo que hay gente ahí que ya te extraña -salió.

Bien, estoy un poco bastante preocupada por lo que paso ese día. No estaba reaccionando como debía, mi cansado y enfermo cuerpo no estaba conectado al cerebro y pues hice cosas muy tontas. No quiero salir, por si esta él ahí afuera.
Mi plan consistía en no responder sus mensajes, evitar verle en el hotel y claro no asistir por más que quisiera al estudio de Jacky.

Habían pasado más o menos tres horas y media desde que Mary hizo resaltar que no había salido, cuando el hambre ataco. Necesitaba ir a almorzar. Tenía que bajar a la cafetería de asociados (en hoteles, y compañías ya no se les llama "empleados" si no asociados, pues la idea es que la empresa es una familia) y para salir tenía que pasar por enfrente de la cafetería.
¿Quién diseño esto? ¿Por qué esta cocina no tiene una salida trasera?

Me asome ligeramente por la puerta y mire. Estaban al alcance de la vista dos personas sentadas en una mesa. No los conocía, un poco más a la izquierda lograba ver la espalda de alguien, pero no logre distinguir. Era momento de salir deprisa y que nadie me notará.

-¿Qué haces ahí escondida? -Mary me miro con sospecha-
-Voy a ir a comer, y no me escondo, solo observo -dije mientras salia por completo y me quitaba el delantal.
-Buen provecho entonces -sonrió ligeramente.

Camine muy segura por mitad de la cafetería cuando justo iba entrando Mark y John, enseguida vi a un antiguo cliente, el Sr. Ronald sentado en una mesa próxima y sin más le salude.

-Señor Ronlad -voz animada, mirada a los ojo y manos al frente -¿cómo ha estado?
-Señorita, hacía ya rato de no verla. Yo estoy de maravilla. -El señor es un encanto.
-Estaba algo enferma -mire ligeramente para un lado y pude notar que esos dos se sentaban, John miro también ligeramente, pero ambos apartamos la mirada.
-¿Todo bien? -pregunto el señor algo preocupado.
-Ya estoy de maravilla, lista para preparar esos pasteles de manzana que tanto le gustan.
-Ves, por eso me encanta que estés por aquí.

Era mi momento, en lo que me despedí del señor Ronald, iba a salir de inmediato, pero ya casi en la salida, entra Kasuma.

-Justo te buscaba Isa -dijo en voz alta poniendo su mano en mi hombro.
-Dilo, me extrañabas y has bajado hasta aquí solo para verme -le dije en tono burlón.
-No exactamente.
-¿ah? -es extraño, pero esta vez parecía apenado, ni idea de lo que quería.
-Subes a mi oficina, allí esta Lili. -me dijo ya algo más aliviado -¡Oh! pero miren quien esta aquí -voltee para donde el decía, y no era nada menos que a John.

¿Acaso ahora todo en mi vida estaba relacionado con este hombre? Esto ya da miedo. Pero mientras que Kasuma esta entreteniendolo me esfume directo a la cafetería de asociados a consentir a mi estómago.

Subí después a la oficina de Kasuma, para ver a Lili. ¿Quién es Lili? La novia y prometida del jefe.

-Lili, pero que sorpresa -decía y mientras entraba a la oficina, estaba sentadita en el escritorio de Kasuma viendo cosas por la computadora. También estaba Natsu.
-Isa, hola -se paro enseguida de la silla y corrió a darme un abrazo -ahora si ya podemos empezar esta junta.
-¿Junta? -Natsu y yo al mismo tiempo.

Lili levanta su mano y nos las muestra, un anillo. Un precioso anillo con una perla incrustada en mitad.

-¿Te ha pedido matrimonio? -dije yo tan sorprendida.
-¿Te vas a casar con él? -Dice Natsu
-¡Natsu! -en coro Lili y yo.
-Ten un poco de decencia cuando dices esas cosas, claro que se va a casar con él. -dije yo -es precioso ese anillo ¿pero que tenemos que ver nosotras dos en esto?
-Obviamente son de las primero que invito a la boda como damas -miro sonriente -y les pido que por favor hagan mi dulce de bodas -su mirada se torno tan tierna, como cachorrito a la intemperie pidiendo amor.
-No me puedo negar a ninguna de las dos proposiciones con esa cara que pones Lili -Natsu enseguida respondió.
-Podemos con lo del dulce, claro que sí. ¿Pero damas? ¿estas segura? -yo estaba bastante emocionada.
-oh oh. Claro, lo pensé un montón aunque no lo crean y ustedes dos han sido una maravilla desde que conocía a Kasuma.

Pues claro al final quede aceptando ambas cosas y la alegría invadiendo mi mente. Se avecina la primera boda del año. Natsu y yo encargadas del dulce. Pensamos tanto en cuanto cobrar ese dulce que llegamos a la conclusión que sería nuestro regalo de bodas para ellos.
Estábamos en febrero cuando esa hermosa noticia nos llego. A finales del mismo mes, Lili nos llevo a escoger los vestidos.

-Me veo gorda de aquí con este -Lili refunfuñaba viéndose al inmenso espejo de la tienda, mientras señalaba debajo de sus brazos.
-Te ves como un bollo de arroz con ese -dijo Natsu entre risitas cuando devolvía la mirada nuevamente al teléfono.
-Creo que el anterior era mejor, sal de ese y mídete otro rápido -dije yo ya bastante cansada de ver tanto blanco en vestidos.
-La fiesta será al estilo Gatsby, así que deberán escoger vestidos así -decía ella mientras trataba de sacar su cuerpo de ese poco de tela con encajes -oh, cierto tengo una mala noticia para ti Isa.
-¿Para mi? mejor para Natsu -dije yo tratando de evitar fuera lo que fuera.
-No creo que a Natsu le importe mucho -dijo Lili asomándose desde el vestidor.
-Tienes mi atención dime...
-El fotografo de la boda va a ser... -no logro terminar cuando Natsu
-¿La verdad es que no existe más nadie en este país con una cámara? -se levanto de un solo brinco.
-¿Gustavo? -dije yo tranquila.
-Sorry -dijo Lili apenada.
-No te preocupes, sobreviviré ese día, además es ya algo superado.
-Bien, bien, cambiemos este tema que me sulfura -Natsu tratando de calmarse -¿quienes serán los caballeros?
-a que no adivinan -dijo la novia emocionada -Dios, este vestido esta diseñado para no respirar -se estaba metiendo en otro enredo de trapos blancos -Giuseppe será uno.
-¿Enserio? -los ojos de Natsu brillaron.
-Calma mujer, calma -dije yo riendo ya nuevamente -¿Y el otro?
-Un buen amigo de Kasuma, casualmente esta en el país en estas fechas por un negocio, parece que Kasuma quiere que entre él entrena a algunos de la cocina para que sean parte del café. -La historia del Caballero misterioso no se por qué daba y resonaba en mi cabeza un solo nombre.
-uummm ¿sabes? deberías de dejarte de rodeos y decir de una buena vez el nombre -dijo Natsu -ese vestido se te ve bien.
-Este no me deja respirar -respondió Lili, fuera totalmente del tema del caballero.
-Tienes tiempo para rebajar o si bien buscar algo más cómodo, pero dime Lili ¿nos dirás el nombre? -al fin dije yo -¿o prefieres que te diga uno y me pagues el almuerzo si adivino?
-Interesante, a ver digame señorita Isa -Lili de inmediato se intereso en lo que dije -Creo que será otro vestido, solo de pensar en tener que hacer dieta solo para entrar en esto.
-¿John Aldrich? -respondí muy segura.
Lili y Natsu me miraron de inmediato -Vaya, parece que te debo una comida. ¿Cómo has sabido?
-Pues, ese es el acosador hot de Isa -se adelanto la japonesa.
-¿Te acosa? -Lili abrió los ojos que pensé que se le saldrían.
-Pero en el buen sentido Lili, no es para tanto. Fue su príncipe rescatador el día que se desmayo en el estudio -Natsu revelando cosas.
-Pero no es lo que estas pensando Lili... -tratando de arreglar la situación.
-¿Qué no? Es perfecto, Natsu y Giuseppe. Ahora tu Isa junto a John, todo será como un cuento de hadas.

Eso es lo que temo. Los cuentos de hadas siempre hay una parte tenebrosa, donde están involucradas brujas y hechizos horribles, dragones de fuego y guerras.

One more time en mi pequeña cocina.
No hay visto a John Aldrich desde aquel día en la cafetería. Mi plan de evitarlo estaba funcionando de maravilla, más que todo por la cantidad de trabajo. Pero abril 20 sería el día que el plan dejaría de funcionar. Era el día de la práctica de la boda.
Sencilla, pero encantadora. Una ceremonia para la familia de Lili aquí en Panamá. Después tendrían una en Japón para la familia de Kasuma, ese día ya se estaba acercando. Los vestidos estaban comprados, los zapatos medidos y los detalles eran exactos.
El esquema del dulce hecho, todo preparado para que el 3 de mayo se diera ese momento especial.

20 de Abril.

Llegue junto a Natsu al lugar donde se iba a celebrar la ceremonia, allí mismo la fiesta. Era hermoso, alrededor de muchos árboles, el sonido del mar al fondo un nicho con bellas enredaderas floreadas en el techo.
Giuseppe ya había llegado, estaba recostado de un poste mientras chateaba en su celular. Nos acercamos y saludamos.
-¿Kasuma y Lili? -pregunto Natsu
-Hablan con el señor que les casara -estaba muy guapo ese día debo aceptar.
-¿El juez? -confirme yo.
-Sí, ese mismo -en ese mismo momento ya venía Kasuma de regreso.

Traía una sonrisa de oreja a oreja, la emoción en él era lo que más se notaba -Chicos, ya están aquí, bien regreso en unos segundos y comenzamos -nos dijo pasando rápido de nosotros.
-¿A dónde va? -miro curioso Giuseppe.

Caminamos al nicho, ahí estaba Lili junto al juez y el administrador del lugar.

Un minuto después aparece Kasuma nuevamente esta vez acompañado de John. Estaba vestido con unos jeans bastante claros, un suéter blanco que decía al frente "You Shall Not Pass". Estoy 99% de que eso es la linea de Gandalf luchando contra el Balrog.

Llego junto a nosotros y comenzó a saludar, a Lili primero. Le dijo que se veía maravillosa y le beso la mejilla. Luego estaba Giuseppe, clásico saludo de machos que se estrechan las manos.
-John Aldrich un placer -le dijo a Giuseppe.
-Giuseppe Raccis -le estrecho la mano -igualmente.
-¡Hola! -le dijo a Natsu y beso su mejilla.
-¡Hola! -respondió ella.

Luego me miro serio. Mi corazón latía tan rápido, pensé que se saldría.
Estiro su mano, en señal de que le estrechara. Conmigo no abría beso en la mejilla. Es comprensible, estuve dos meses y casi tres ignorandole.
Estire mi mano y cuando me disponía a tomar la de él, el agarro la mía enseguida y la beso. Como todo un caballero.
-Buen día Isa -dijo mientras levantaba la mirada a mis ojos.
-Bu... buen día -dije yo totalmente en shock.

Miradas justo sobre nosotros.

-Bien comencemos ya que todos estamos -dijo al fin el juez.

Práctica de como Lili debe entrar, lo que debemos hacer. Lo que se va a decir.


Una vez terminado todo ese esquema de procedimientos, nos despedimos todos.

-¿John te llevo? -dijo Kasuma mientras salíamos.
Yo iba justamente al frente de ellos -pues no les incomoda, iré en taxi. No quisiera molestarles.
-¿Un taxi? te costará un montón, deja que te llevamos -dijo Natsu.
-¿Quieres? así a provechas y conoces más a las damas -Kasuma ensalsando más el asunto.
-Sería perfecto ¿No te molesta Isa? -John me pregunto directamente a mi. Me detuve de una sola y mire hacía atrás sonriendo -Para nada -obviamente el nervio me entraba nuevamente.

Lili y Kasuma se fueron de primero. Cuando yo abría el carro, Natsu, mi propia amiga me abandonada.
-Me iré con Giuseppe, tu sabes para...
-No necesitas terminar esa frase -mira a Giuseppe, el solo sonrió picaramente.
Natsu subió al auto de Giuseppe y ambos se fueron. Nuevamente quedo yo a solas con él. Lo que menos quería me paso.

-¿Hice algo que te molestará? -me pregunto, pero yo me quede en silencio mirando por donde se había ido Natsu -¿Prefieres que  me vaya en taxi? -hablo nuevamente.
-Sería una canallada si te digo que te vayas en taxi, sube ya -le mire con una sonrisa.
Una vez dentro y con el auto en marcha volvió a interrogar -¿me has estado evitando? -has dado en el clavo querido.
-¿ah? no, no ¿por? -me hago la idiota.
-Pues... parece que sí. No me respondes tampoco por mensajes. ¿Algo hice ese día en tu apartamento?
-¿Sabes bailar John? -trataba de evitar todo lo que se tratará de ese día.
Se noto desconcertado cuando le cambien el tema -pues... algo ¿por?
-Tendrás que saber, para la boda. -En ese momento no note que me estaba tirando solita a la trampa.
-¿Entonces tu y yo ese día bailaremos?

Cada pregunta inocente que hace es un flechazo a mi corazón, por consiguiente, tengo una coladera por corazón, con tanto agujero que debe haber.

-Si se da la oportunidad claro -ya estoy pensando como evitar que pasé.
Mi teléfono comenzó a sonar. Me estacione para poder contestar -¿Halo? -el número no lo tenía registrado.
-¡Isa! me alegra escucharte -esa voz.
-¿Gustavo? -pregunte extrañada. -¿Qué sucede?
-Me preguntaba si podríamos vernos...
-¿Vernos? -estoy segura de que hice el gesto de o por favor no, nunca jamás -deberías dejar de llamarme sabes...
-Isa, cariño ya cuelga y regresa ¿sí? -fue John, con la voz más sensual que pudo existir diciéndome eso. Mire enseguida hacía él. Solo sonría y me guiño un ojo. Comprendió enseguida que era mi ex llamando para molestar y solo me estaba ayudando.
-S...sí, ya voy... -no sabía ni que decir -Lo siento Gustavo, pero ahorita estoy ocupada -y colgué, el replico algo, pero no escuché yo solo miraba a los ojos de John.

El se fue acercando muy lentamente a mi, y yo a él.
Sentía como era su respiración, sentía su perfume, estábamos demasiado cerca.


viernes, 25 de abril de 2014

Horneando Situaciones: Caramelos de Colores

Estaba en pijamas, bueno un pantalón corto y un abrigo talla large. Me quedaba bastante largo, el cabello recogido con una coleta arriba y unos cuantos mechones que se escapaban. Estaba sentada frente a la mesa tomando un café, era como si me hubiese despertado y llegado ahí, pero no recordaba cómo. Aún estaba asueñada, pensando un par de cosas. Cuando de la nada siento unos brazos que me rodean suavemente por el cuello, con cariño, un beso en la cabeza. Todo era tan normal, volteo y miro su rostro, él sonríe.
Despierto.

Debo dejar de comer cosas azucaradas en la noche, quedo soñando pendejadas.
Llegue en la tarde a la cafetería, Mary estaba ahí esperando para contarme toda la tortura que había pasado antes de que llegará yo. Que si la señora tal y el señor aquel, que los niños de esta y el novio de aquella.

-¿Me estas prestando atención? -me miro molesta -Dios, mira tu cara ¿estas bien? -puso su mano en mi frente.
-Sí, sí -dije de mala gana.
-Tienes algo de fiebre .¿quieres un té de algo?
-Tranquila, ahora me preparo algo, solo que sabes que cuando me enfermo es algo más delicado -realmente sentía que la cabeza me daba vueltas.

Estuve todo el día sentada frente al pc de la oficina de la cocina, pasando facturas, tenía un cerro acumuladas, pero es imposible estar demasiado tiempo concentrada en una cosa en ese hotel.

-¡Isa! -se escucho mi nombre -corazón.
-¡Natsu! -dije tratando de recuperarme -querida.
-Me dijeron que estabas malita, vine a curarte con toda mi hermosura y simpáticos cuentos que traigo de allá arriba.
-A ver, déjame sentirme mejor con tus encantos mujer. -le dije ya con una sonrisa en el rostro.
-bien verás... -pues se sentó en la misma silla apartándome a un lado, comenzó hablando de lo gay que es Giussepe, pero de lo perro que es al mismo tiempo tirandole también a a las saloneras del restaurante de arriba. -¡Hey! Espera, no me dijiste cómo termino de esa noche.
-¿Esa noche? -mira extrañada.
-Sí, aquella donde tu y él se fueron a... -dudo un poco en seguir -realmente no sé que decir, no me has dicho en que termino.
-¡ah! esa día, pues verás no paso de un abrazo si eso querías saber. Dijo que ese día en el elevador eso es lo que haría y "cumplió su sueño de abrazarme". Aunque si te soy sincera me gustaría estar abrazada de él en este momento, me siento tan mal.
-¿Solo un abrazo? pensé que vendrías con una historia de sexo intenso con gemidos incontrolables y posiciones que ni en el kamasutra están. -si esa es Natsu.
-Pues no.
-Por cierto, la que decíamos que era la novia -¿decíamos? -eeh ¿Debbie? bueno ella, como sea, estaba almorzando hoy, pero no el papasito que te acosa.
-¿Qué? espera, espera ¿otro? -vamos el chisme no alimenta, pero entretiene. -¿cómo era?
-Pues estaba bastante hermoso, era de cabello castaño y ojos claros, como miel. Pero ella estaba sollozando, algo pasaba.
-Pero... wou ¿qué seria? -estaba tan curiosa.
-Ni idea, pero el trataba de consolarla un poco, ella son del tipo que hace esos espectáculos en publico para quedar como victima, eso lo sé.
-Ya te dije, no voy a juzgar solo porque tiene muy cerca a dos super hots.
-Cambiando el tema, mañana Jacky nos invito al estudio, van a grabar una nueva canción de la banda.
-oh, cierto, cierto. ¿Irás no? -dije yo tan emocionada.
-¿Irás tu? - me miro desconcertada -estará él... tu sabes.
-¿Él? -cinco segundos de alelason -oooh, pues creo que si llego normal y le hablo normal no pasará nada.


Bien voy a aclarar algo, ¿les había mencionado mi gran salasón épica e impresionante antes?
Natsu y yo tenemos unos amigo que tienen una bandita de rock y está iniciando, el que les toma las fotos es mi ex. Así de simple, ahora resulta que cada vez que nos vemos hasta en redes sociales anda con una tipa distinta, el alega que todo termino en buenos planes, pero la verdad quedo bastante herido. YO SOY UN TEMPANO DE HIELO. Lo grito si es posible y el odiaba eso y no se pudo adaptar a esta personalidad.
Soy de creer, que no se puede ser romántica si la otra persona no despierta en mi esos sentimientos.
No estoy celosa aclaro, pero es un poco molesto que a dos meses de terminar una relación aparezcas a cada rato con otras chicas y subir fotos a las redes sociales con chicas... pues es extraño.

Día siguiente, en el estudio.

Llegue con Natsu, Jacky nos recibió super bien. Entramos, la banda afinaba y allí estaba el. Gustavo, le tomaba unas fotos al baterista.
-Natsu, Isa, ella es Debbie -dijo Jacky.
Ambas miramos el nombre familiar y muy mencionado y ZAAAS ella ahí sentada. Se levanto y se presento. Cuando me miro bien -oh, eres la... cocinara del hotel -si, así como lo imaginan tan despectivo y poco agradable.
Mire indignada, vamos eso sonó totalmente despectivo. -eh, chef pastelera. Chef. -dije recalcando -¡Hola!
-¡Hola! sí, sí. -dijo ella.
-Vino con Gustavo, es francesa.
-oh, es una de las "amiguitas" de Gustavo -dijo Natsu con ese mismo tono.
Miradas frías, ambiente de tensión y la perfecta interrupción llego.

-Buen día, esperamos no llegar tarde. -La voz no la reconocía, pero Debbie enseguida se lanzo a sus brazos.
-Mark, pudiste venir, oh John has venido también -soltó enseguida enseguida al tal Mark y se amarro, pues no hay otra forma de decirlo del señor hot John.
-¡Hola! -que voz tan animada tiene. YA BASTA ISABEL. Ese hombre atonta. Me miro y sonrió de una manera tan especial.

Un momento Mark.

Espera ese nombre estaba en la historiar anteriormente contada.

Esta horas de grabación van a ser bastante intensas.

*Suspiro*

Gustavo salió y me vio, pero fue directo a donde Debbie, la intento abrazar, pero ella estaba bastante enroscada en John.

-Parece que aquí ya varios se conocen -yo estaba sentada adentro del estudio en la silla del piano, tocando alguna que otra nota solitaria, cuando esa voz me distrajo.
-Parece que sí. -Era el tal Mark, y pues ya Natsu me había dicho que era el mismo con el que Debbie lloriqueaba en el restaurante.
-Soy Mark, mucho gusto -extendió su mano -tu eres...
-Isabel, un gusto conocerle -le respondí y le di la mano.
-Parece también que no estas cómoda en este ambiente. -dijo seguro.
-No te creas, estoy algo bastante enferma, pero no quería perderme esto, Jacky es un buen amigo.

Es bastante gracioso el tal Mark, y bastante sexy y hot. Vamos, cabello castaño, alto, blanco y ojos miel. Como osita directo a ellos. Pero en lo que hablábamos no dejaba de mirar a donde estaba Debbie y Gustavo, junto a John.

La banda empezó a grabar, es una buenísima canción. Pero en eso me sentí tan mal, en esos momentos donde lo único que quieres es tirarte en tu cama y no salir de ahí hasta que te sientas mejor. Baje la cabeza, he hice una mueca con la cara.
-¿Todo bien? -Natsu fue la primera en notar que estaba muriendo.
-Saldré a tomar aire, creo que el bajo me va a reventar una vena -le respondí.
-¿Te acompaño? -me miro preocupada.
-Tranquila, pasaré al carro creo que tengo gomitas para compensar mi falta de azúcar -sonreí de a malas.

Baje al carro, iban subiendo un par de tipos que parecían sacados de una canción de Gondwana.
Trate enserio de meter la llave en la cerradura, pero fue imposible. La cabeza me daba vueltas. Me recosté a la puerta del carro y me zurré hasta el suelo. Me quede quieta unos minutos.

-¿Qué pasa contigo? -Era la voz de Debbie algo alterada.
-Te invité para venir conmigo, no para que estés con esos otros dos, que mal se ve. -Gustavo, estaba segura.
Comencé a gatear para alejarme de ahí, no quería que me vieran, me alejaba lentamente cuando de la nada estaba John agachado detrás de otro carro tratando de escuchar la conversación de la que yo me alejaba.
-¿Qué haces ahí? -dije entre murmuros.
-¡Isa! -bajo enseguida la voz -¿qué haces tu aquí?
-eeh, pues tire mis llaves y las busco -miro enseguida mis manos, en una de ellas mis llaves. -y verás que ya las encontré. -que pena.
-¿Y por qué sigue agachada? -me miro sonriendo.
-Ya, ya. No estoy espiando como tu. -dije apenada, pero segura. -Estaba algo mareada y me senté en el suelo, luego ellos llegaron, solo estoy escapando de una situación incomoda.
-¿Sabes quién es él? -me estaba sintiendo celosa, si. ¿Estaba preocupado por quién estaba con Debbie.
-Gustavo, mi ex.
-¿Tu ex? ¿tu ex novio? -sus ojos se abrieron bastante y volvió a subir la voz.
-sssh, calla. Sí. -el corazón me latía super rápido a pesar de que no estaba cerca de él. Nuestras conversaciones nunca son normales.
-¿Desde cuando es tu ex? -ahora yo notaba algo de celos en su tono de voz.
-Desde que dejo de ser mi novio. -Vale ya no me sentía tan bien. La cabeza me dolía un montón, hice un gesto con la cara y lleve mi mano izquierda a la cabeza.
-¿Estas bien? No te veías bien allá adentro. -preocupación.
Trate de pararme, pero las piernas me fallaron y él inmediatamente reacciono. La pequeña escena llamo la atención de la pareja que discutía más adelante.

-¿Isa? ¿estas bien? -Gustavo se acerco donde estaba. John me sostenía con sus muy bien tonificados brazos. Podría estar muriendo, pero también sentía esos brazos y sentía su colonia. "Para machos bien buenotes" de seguro eso es lo que dice el frasco.
-¡hey! -dijo John tratando de que quedará en este mundo.
-Hay que llevarla a un hospital, llama a Natsu y que traiga la lista -le dijo Gustavo a Debbie.
-¿Yo? pero...
-¡Debbie rápido! -dijo John molesto. Debbie enseguida corrió. -¿Lista de que? -preguntaba mientras me levantaba.
-Es alérgica a varias cosas, así que siempre le da a personas cercanas la lista de medicamentos que no puede tomar. -Gustavo aún recordaba eso. Debo aceptarlo, toco mi corazón. Pero estaba más ida en los brazos del señor estoy bien bueno y preocupado por ti, alías John.

De ahí ya no recuerdo nada.... hasta abrir los ojos en la cama de un hospital. Ese olor lo que hace es enfermarme más. Pero me sentía mejor.
-Gracias a Dios que estas viva -Natsu se levanto de la silla y corrió a abrazarme -estábamos muy preocupados.
-¿Qué me paso? -pregunte tratando de reincorporarme.
-El infierno te vomito. -dijo la maldita asiática riendo -dice el doctor que no has dormido lo suficiente, más tu resfriado. Tienes las defensas muy bajas, estas teniendo una dieta de mierda. Necesitas un retiro espiritual....
-Necesito un retiro espiritual en Miami. -dije riendo.
-Bueno tu sentido del humor esta a salvo al menos. Por cierto, John te trajo hasta acá. -guiño el ojo.
-¿QUÉ? -no, no, no, no. Eso esta mal. Muy mal.

En eso la puerta se abre, era él. Traía una cajita de cartón que tenía amarrado un listón verde.

-les dejo solos -Natsu de mierda regresa. -para que hablen....
Salió ella de la habitación.

-Tu disculpa que hayas tenido que...
-sssh. Ni lo digas. Espero no tener que traerte más a un hospital porque estas muriendo. Te traje algo. -estiro su brazo y me dio la cajita.
-¿Puedo preguntar algo?
-Solo con una condición -estoy bastante segura que su tono era muy pícaro.
Abrí la cajita. Estaba llena de gomitas de toda clase. Gusanitos, ositos y esas en forma de sandías y fresas. Una sonrisa se escapo de mis labios. Estoy siendo atontada por su efecto. -¿Cuál es la condición?
-Que me dejes... permitas -estaba buscando las palabras, mientras yo rebuscaba en la cajita de gomitas, levante levemente los ojos, estaba sonrojado. SONROJADO. Eso causa inmediatamente lo mismo en mi.  ¿Que clase de condición vas a poner?

-¿Te permito...? -trate de acelerar esa condición.
-Un abrazo... -al fin salio de su boca. ¿abrazo? te doy....te doy contra el muro, digo eeh.
-Los abrazos no se piden, los abrazos se dan -me le acerque y le abracé. Sentí de nuevo ese perfume, mis manos cruzaban alrededor de su cuello y las de el bajaron por mi espalda.

¿Enfermera, puedo tener sexo salvaje ya mismo con este hombre en esta habitación? ¿No?

Ese brazo duro un minuto, cuando ya nos íbamos a separar, beso mi mejila. Roja como tomate, no. Si hay algo más rojo que eso, pues así.

-Ya sé que no necesito ir a buscarte en la cafetería por un abrazo.
-Puedes venir al hospital -dije riendo y mirando para cualquier otro lado que me diera algo de calma.
-¿Qué ibas a preguntarme? -recordó, el punto esta en que yo ya no recordaba. Ya no tenía idea de lo que en ese momento pasaba por mi mente.
-Pues... -estaba tan nerviosa, ese hombre me pone nerviosa, no me da miedo, me da pena. Cometer una tontería frente a él, eso es lo que me pone nerviosa -¿otro abrazo? -ya ves, pero lo único que hago es perder la dignidad en el proceso.
-Tu lo has dicho, no se piden, se dan... -se volvió a acercar a mi, sus manos me arrastraron a él, yo no me moví, solo deje que me llevaran hasta él. Cerré mis ojos cuando sentí su pecho.

-¡Isa! -la puerta se abrió de un solo estruendo, John y yo nos separamos del susto -ya has despertado.
Era Gustavo. -Estaba preocupadísimo. Yo te traje, yo le dije a todos lo de la lista y yo...
-Gracias Gustavo, gracias. -dije callandole. Eso era un yoyo.
-Dice el doctor que hoy mismo sales, te llevaré a casa. -cuando él dijo eso, fue como si sonara una alarma en mi cabeza que decía: "Niégate, niégate"
Mire a John en mi momento de desesperación y en ese momento pensaba que era mi salvación -Yo la voy a llevar, tranquilo. -Dijo con su voz seria y profunda. Remarco sus ojos con sus cejas cuando miro a Gustavo.

Fue un momento de tensión.

De camino al carro Natsu iba diciendo, recuerda que debes dormir más, recuerda que esto y aquello.
-Llego en la madrugada, así que descansa tranquila.

Natsu y yo vivimos en el mismo apartamento, entre las dos lo pagamos. Estamos en proceso de compra y pagando mensualmente, para que antes de morir sea nuestro. Tiene tres recamaras, bonita sala, dos baños y un hermoso balcón. Ella esa noche tenía turno en el hotel, al igual que yo, pero esta situación me deja automáticamente incapacitada.

-No te preocupes. -le repetía yo.
-Bien te dejo allá y regreso al trabajo -dijo al fin Natsu callando.
-Yo, yo la llevo -John salió en la conversación -Así me quedo un rato con ella, para cuidarla.
-Eres tan -Natsu se le acerco y lo miro -tierno y romántico.
-Natsu calla -dije yo.
-¿Eso crees? -le respondió John.
-Pero si te la lleva esta prohibido el sexo, ella aún esta muy débil  -Eso no es para nada apropiado japonesa del carajo.
-Dios que dices. -Ya esta, adiós dignidad, Natsu la acaba de arrojar toda a la basura. ¿Cómo voy a viajar sola con ese hombre después de ese comentario?
-Tranquila, nada de sexo -dijo él riendo.
-¿Alguien me esta prestando atención? -él... él dijo eso.


Bien, él y yo en ese carro. No hubo ni una sola palabra de más, mas que las direcciones para poder llegar.
Me ayudo a subir hasta el apartamento.Abrí la puerta y me quede parada  sin dejarlo pasar.

-¿Sucede algo? -pregunto extrañado.
-Pues verás... acabo de recordar que eres un perfecto extraño -mire incrédula -y posible violador...
-No, no. Pensé que ya habíamos superado esa etapa. Pero bien, si quieres que me retire lo haré. No voy a hacer nada que te asuste. -Es todo un caballero inglés, es todo.
Cuando dijo que se iba, mi corazón de detuvo, figuradamente.
Pensemos, si es un violador, esta bien bueno y no sería violación porque con gusto lo haría con ese hombre tan hot. Si es una buena persona de verdad, simplemente no pasará nasa.
-Pasa -al fin salio de mi boca alguna palabra, me aparte de la puerta. Él entro tranquilo, miro la sala y hecho un vistazo rápido a la cocina. -deja de mirar como si estuvieras revisando la casa para robar.
-oh, lo lamento -vamos esa carita que pone es tan hermosa.
-Sientate -le invite, mientras cerraba la puerta y caminaba hacía mi habitación. Allá me cambie rápidamente, la ropa olía a hospital, me puse ropa más ligera y un abrigo encima. Tenía escalofríos por el resfriado.
Cuando regrese a la sala, estaba sentadito en el sofá mirando hacía el suelo sin saber que hacer.
-Deberías relajarte -trate de hacer conversación.
-Me quede pensando... ¿y si eres tu una violadora? -dejo escapar unas risitas
-¿Piensas que no te puedo violar? -esto es un tema bastante incomodo.
-Es que no sería violación si yo me dejo...

Mi cerebro mandaba acciones a mi cuerpo, pero no se a donde estaba conectada en ese momento, cuando camine hasta donde el estaba sentado, me senté a su lado y me recosté de él. ¿me abandonas cerebro?
El respondió casi de inmediato pasando un brazo sobre mi y con el otro acarició mi cabello.
Así estuvimos un buen rato en silencio.
Hasta que... su teléfono sonó.

-¿Halo? -contesto desanimado -sí, sí. Voy, que sí. -cuando colgó quito su otro brazo. Yo me separé de él.
-Debo regresar, pero te llamo para saber como estas.
-Tranquilo, no voy a morir. -nos despedimos, solo con palabras. Cerré la puerta y me quede recostada a ella. En eso volvió a sonar la puerta. Miré por el ojo de vidrio. Era él.
-¿Qué paso? -cuando abrí enseguida pregunte.
-No tengo tu número. -Dijo simplemente. Se lo dicte y él lo anoto en su teléfono. Cuando ya nos despedíamos una vez más se acerco levemente a mi y beso mi mejilla y se dio la vuelta.

Quede un minuto exacto mirando por donde se marcho luego de eso.

Cerré la puerta una vez más y...

Re-conexión de cerebro completada.

QUE DIABLOS HA PASADO.

viernes, 11 de abril de 2014

Horneando Situaciones: Baristas

¿Es un avión? no ¿Es un cometa? no ¿Es Superman? no Es... el Gato Voladoooor. Bien ya basta cerebro concéntrate.
Quince días han pasado desde el incidente del elevador, no le he vuelto a hablar, pero si le he visto. Baja a la cafetería algunas mañanas, otras veces lo hace en la tarde. Busca con la mirada, se queda un rato y se va.

-¿Se puede saber qué paso? Digo, yo tu me lo como en ese elevador.
-¿Sí sabes que hay cámaras en el elevador? -le dije a Mary sonriendo.
-¿Y? ¿Y? ¿Y? -acentuaba la pregunta una y otra vez.
-¿Sí sabes que es prohibido meterle mano a los clientes?
-uumm tienes razón sacrificar el trabajo...
-Además... tiene novia
-¿Novia? ¿Quién tiene novia? -una tercera voz apareció en la conversación?
-¡Natsu!

¿Quién es Natsu?
Mi mejor amiga, la chica es de madre japonesa y de padre koreano, ¿cómo se juntaron esos dos? pues esa es otra historia. La cosa es que de esa extraña unión nació esta pequeña e intrépida chica. Mucho carácter, pero demasiada ternura. Estaba de vacaciones y al fin regreso, ella se encarga de la pastelería del buffet, dicen los rumores que grita hasta la saciedad, me imagino que han tenido un agradable descanso los pasteleros de arriba.

-Vengo de la cocina caliente del segundo piso, Giu me ha contado un montón de cosas ¿será posible que cuando me voy de vacaciones TODO lo genial pasa? -decía ella haciendo muecas con la cara.
-Verás, desde arrebatos del señor Miller, hasta la posible traición de la señora Hilary a su esposo. También la fiesta de putas que tiene todos los sábados Ramírez y un hombre realmente hot. -Mary daba un pequeño resumen.
-Hablando de hot, creo que sé de quien hablas... pase por el restaurante y le vi almorzando con una tipa, bueno él no parecía muy feliz. -Contaba Natsu.
-oohh, pero no lo mires mucho. Es todo todito de Isa -Mary me miro con complicidad. -jajajaja.
-¿QUÉ? Pero ¿por qué no me has contado locaa? -dijo con cara de sorpresa Natsu.
-Ponte el delantal y gorro y vamos adentro que te cuento, debo hacer unas cosas.

Claro, le conté del primer flechazo, digo encuentro. Y del último. Todo con lujo de detalles.
-¿Crees que las cámaras lo filmaron? -pregunto.
-Pues claro, tienen el ojo en todo. Si preguntan, el me hizo una consulta y blablabla.
-Yo lo decía por ir a ver, con palomitas y todo. -rió a carcajadas -tranquila, ya te hubiesen llamado si pensaron algo extraño. Pero desviando de eso ¿esa chica será su novia de verdad?
-No lo sé, pero me parece que sí. Tu sabes que mejor evito eso.
-Tienes razón.... pero ¿y si no lo es?
-Natsu, deja de ser intrigosa y largo de aquí, deben extrañarte allá arriba.
-Oh sí.

La tarde paso bastante normal, deje todo listo y me dispuse a salir. ¿Saben que otra cosa hago que no debería hacer?
Estacionarme en el piso de huéspedes, pero eso solo de vez en cuando. A la hora que llego no hay espacios cerca de elevador y los que quedan están super lejos. Así que uso el piso de abajo y me estaciono cerquita del elevador. ¿Por? me da pánico tener que estacionarme lejos, oscuro, silencioso, solitario.
Camine hasta mi carro y en eso un mini infarto.

-¡Te vi! -en un tono bastante audible. -Estaba segura de que eras tu, pero en eso me llamo él y no pude llegar hasta donde estabas. ¿Seguro qué no quieres que vaya a tu hotel hoy? -era la voz de... Debbie.
Camine más tranquila para abrir la puerta, entro al carro y cierro de inmediato. La puerta del elevador se abre y sale él.
Iba ensacado, había cortado un poco su cabello, ya no lo llevaba tan largo. Ojo: eso no le quitaba lo sexy. Saco gris, corbata celeste. Salió del elevador y busco con la mirada. Yo encendí el auto, él miro hacía auto, gracias Dios por yo hacerle caso a mi hermano y ponerle papel ahumado a los vidrios. Podía lujuriarle, digo mirarle sin temor.
Bajo mi cabeza y la recuesto del timón.
-¿Qué rayos estoy haciendo con mi vida? -me digo en voz baja.

-¡John! Mark ya llego, ¿le vamos a ver? -apenas y escuche. Mire, se vale curiosear.
-Te dije que ya debes dejarle, él debe pensar las cosas mejor. Y te dije que tenías que quedarte en Francia, a tu padre le molesta que andes tras de mi.
-Oye, te digo que si quieres ver lo del negocio, yo te ayudo, no necesitas venir a estos países tan...
-Ni lo digas, que insulto. ¿No tienes el mínimo respeto?
-¿ah? -clásico tono de mujer ofendida, vamos chicas entre nosotras nos conocemos esos trucos. -Te la pasas en la cafetería del hotel ¿esperas para verte con alguien?
-¿Necesito darte una explicación?... -tomo un poco de aire -ok Debbie, you must stop your. I told you in France, I am not your type. My life is to see the world through very different eyes...
-No, no... you don´t -drama, treato, lo clásico -I'll talk to Mark about it.

Debbie subió a un auto y sonó la puerta, haciendo énfasis en su enojo y se fue.
Apague el motor del carro. Y baje. Cuando cerré la puerta, tome aire y camine hasta donde estaba él.
Me miro sorprendido, no sé esperaba que estuviera ahí, luego bajo la mirada, se veía apenado.
-Lo siento... ¿escuchaste todo eso? -yo solo asentí ligeramente con la cabeza. -Ella y yo...
-Mira he bajado para saber si todo esta bien, desde ya te digo que tengo un lápiz en la mano, por si se te ocurre hacer algo -le mostré el lápiz, ¿qué? ¿Creen que me iba a bajar de auto, donde hay un secuestrador hot de elevadores?
El sonrió -¿Cómo lo haces?
-¿El qué?
-Salir tan viva del trabajo.
-¿Viva? Eso lo dices porque no me has visto salir a las 2am de aquí, después de dieciséis horas de trabajo.
Me miro nuevamente y se acerco un poco, con las manos al aire -Te juro que no vuelvo a arrastrarte a un elevador sin tu supervición.

¿Planea arrastrarme a otro elevador, pero pidiendo permiso?

-Verás, voy a hacer algo muy arriesgado -le dije enseñando el lápiz.
-Tu dirás -me dijo sonriendo.
-Te invito a un café y me cuentas esa historia, para poderla yo chismear con una amiga y sacar conclusiones.
Su risa fue sonora, me dirigió otra mirada -Trato hecho Isabel.

Oh sí, subí al secuestrador hot a mi carro, bajo la amenaza de un lápiz 2B. Encendí una vez más el carro, el radio encendió y comenzó a sonar "Je t´aime Je t´aime" de Tommy February. ¿Algo más cursi reproductor? ¿Algo?
-¿Es japones? -me pregunto mientras se ponía el cinturón.
-Sí -mi cara algo sonrojada.
-También francés, algo hablo bastante bien francés.

¡Hola Dios! ¿Podrías dejar de hacer casi perfecciones y dejarlas como imposibles?

-¿Sabes que otra cosa buena aprendía en Francia?
-Besar -se me escapo, lo juro, lo juro, pensé que eso había quedado en mi mente y que no llego al comando, enviar por la boca. Seré idiota con todas las de la ley.
Me miro algo sorprendido, yo en mis cinco segundos de alelason no note lo que dije, hasta que BOOM.
-¡Dios! -le mire con mis ojos muy abiertos -digo, es Francia, esas cosas allá se... aprenden... -adiós dignidad, ahora si adiós
-Pues esas son cosas que se confirman probando. -Sí, eso fue lo que dijo. .Pero no creo que fuese eso, más bien aprendí con un buen barista sobre cafés.
-¡Cafés! vaya, ¿eres barista entonces? -mis ojos se llenaron de brillo, amo a los baristas.
-Bueno no he estudiado ni nada de eso, pero soy bastante bueno, sin presumir -presume todo lo que quieras.
-uumm, entonces me dirás ¿qué tal el café de donde iremos? -la calle estaba bastante despejada para la hora.
-Si así deseas. Oye esa canción -interrumpió su propia respuesta por la música -es... es...
-"Miss Murder" de AFI -le termine.
-Hacía años que no la oía. ¿2006?
-Por ahí. -vale tenía que hacer conversación -Tenemos gustos musicales muy parecidos.
-Eso parece, sabes... estaba pensando y sí ¿eres tu la que me va a secuestrar? -dijo con su sonrisa picara?
-Te diré que sí, para que me temas -dije algo confundida, digo sí, lo secuestraría y metería en mi cama, duro contra el muro, pero hay que tener decencia chicas.

Llegamos al lugar justo cuando le decía eso. -A mi no me molestaría para nada tu secuestro.
-Ya no sería secuestro si vienes voluntariamente. Baja, ya llegamos.
Cerré la puerta del carro y camine un poco el venía detrás. Me detuve en seco. Y miré hacía atrás.
-¿Sucede algo? -miro también hacía atrás.
-Mi... lápiz... -dije avergonzada.
-Tranquila, ya te dije que no te haré nada... malo. -esas pausas dentro de la oración -¡eh! -miro hacía el café en frente de nosotros.
-Bien John, a lo que vamos -eso sonó en otro sentido, totalmente.

La historia es simple. Aquí va mi resumen:

Debbie es la niñita de mami y papi que todo lo tiene y siempre ha tenido. Es Francesa, el buenaso de John viaja mucho, pues su trabajo es ir con su socio un tal "Mark" a distintos países e invertir en restaurantes. Sabe mucho de cocina, culinariamente hablando y pues de cafés mucho más. Paso largo tiempo en Francia antes de viajar a Panamá, allá paso mucho tiempo con Debbie, ella anda en busca del prometido ideal, y pues sus ojos están en John. Ahora Debbie entro al mundo de la inversión, para estar más tiempo cerca de Mark y John. "Ella es buena chica pero" fue una de las frases que menciono el señor estoy muy hot mientras relataba.

-Decidí dar una pequeña oportunidad, sin darla del todo. Pero fue un fracaso. Ella busca siempre refugio de Mark. -me miro a ver si aún seguía en la historia -No estoy diciendo que este loca, aunque todo suene a eso. -supo lo que pensaba.
-Bien, yo pensaba que era tu prometida... ¿Mark la defiende?
Me miro de una forma que juraría que fue coqueteo -pues Mark... esta enamorado ella, pero Debbie no lo nota por...
-esta mirando a John, es un triangulo amoroso... ¿Amas a Mark? -ups
-oh no, no, no. -dijo algo sorprendido.
Yo estaba analizando todo en mi cerebro, procesando. "Loading" -Esto es algo complicado. -mire a la mesa de al lado, había un niño haciendo un berrinche de esos que yo no soporto aunque sea el chiquillo ajeno. Regrese la mirada a mi propia mesa, él estaba en la silla justo al lado mio. Que rápido que es.
-¿Qué eres? ¿Quicksilver? -pregunte roja como tomate, esa cercanía me pone de nervios.
-No creo, pero ojala pudiera. -Hola, él sabe quien es Quicksilver. Pero en eso observo mi brazo, apoyaba el codo sobre la mesa y la piel del codo a la mano quedaba expuesta.
-Tienes muchas quemadas -miro con detenimiento.
-Gajes del trabajo -respondí. Volví a mirar al niño. Sí, eso no me deja concentrarme mucho.
-¿Quieres salir? -me pregunto.
-Sí -dije, aún mirando al niño berrinchar.

Una vez afuera, camine al carro, la noche aparecía de manera elegante en el cielo, la cafetería queda cerca de la costa, nos separa una carretera de cuatro vías..

-Sabes -gire bruscamente y quede recostada a su pecho, sentí su perfume y él puso suavemente su mano en mi espalda. Yo de impulso me separé empujando levemente con mis manos y el con las suyas sujeto las mías. Ni siquiera sé si lo anterior esta bien escrito o si realmente alguno entenderá. Halo, no fue brusco, pero es que tampoco necesito mucha fuerza, mis extremidades no estaban respondiendo a ningún comando del cerebro. El cerebro ya ni mandaba bien los comandos. Y me volvió a abrazar, fue tan... ¿hay palabras para esto Real Academia de la Lengua? sentí nuevamente su perfume, me estoy drogando, yo sé que sí. Debería haber una ley que lo prohíba. Apretó un poco más, pero no me molesto en lo absoluto, mi cerebro decía estrujame todo lo que quieras.

-Luego puedes usar tu lápiz, pero déjame hacer esto que no me atreví a la primera vez que nos cruzamos en ese elevador.

jueves, 10 de abril de 2014

Horneando Situaciones: Café

"¿Stalkers?"

1. Nunca jamás te stalkea el hombre guapo que tu deseas.
2. Le dan like a fotos que tu ni te acordabas que tenías, y es incomodo preguntarles ¿Por qué lo hacen?
3. Cuando tienes más de uno, te hace pensar mucho sobre que subir a tu cuenta personal de facebook o instagram.

¿Por qué hablo de esto?
Últimamente he sentido esa tensión de que hay "stalkers" rondando por mi fb, y uno de ellos esta perdiendo la pena ya me habla por chat y comenta mis publicaciones, no todas pero la mayoría.

Esa era la conversación de aquella mañana entre Mary y yo.
-Hay veces que no se deben borrar, para sacarles provecho -le comentaba yo -pero hay límites.
-Es cansado soportarles, están ahí en este mundo para probar nuestra paciencia. -Respondía ella.

Me siento cansada, estresada, malhumorada, presionada. No me puedo concentrar muy bien, los días se me están pasando demasiado rápido y todo lo veo como arena entre mis dedos, no puedo concervar nada durante mucho tiempo.

-Debes sentarte allá al frente, con esa laptop y comenzar a hacer todos tus pendientes -me saco Mary de mi leve trance.
-¿Me mandas un café con toda el azúcar posible?
-Eso es seguro.

Tomar café a las 7:30 pm no es bueno, pues no te dejará dormir hasta después de las 4:00 am, pero entrar en turnos de la noche lo amerita totalmente. A esa hora no es común ver personas en la cafetería, generalmente se esta en el restaurante, pero siempre debe quedar alguien en la cocina de la misma y en la caja. Afortunadas de hoy: Mary y yo. Tenía que hacer el horario de la semana siguiente, ver las horas extras de todos lo de cafetería, hacer las fichas técnicas de las nuevas recetas que se incluyeron y dejar que mi alma suba al cielo.

Imaginen el ambiente:

Nueve en punto, cafetería con luces bajas, ligero olor a café, yo una chica rubia sentada en una de las mesas, con el uniforme puesto, sin gorro, centrada en algo en la pantalla del computador, escuchando "Losing Touch" de The Killers. Apenas y se oyen de vez en cuando el tecleo.
Levanto la mirada, pues escucho un murmullo de alguien hablando. Debbi, para mi sorpresa. Sigo con lo mío, pero soy interrumpida por ella misma.
-Disculpa, ¿pero no has visto a un hombre por aquí?
Arquee la ceja derecha (que por cierto es la única que puedo levantar por separado) y le mire -Quizá si le describe mejor podría...
-Alto, cabellos oscuros, blanco y ojos claros -me dijo ella sin dudar
-Para nada señora.
-Señorita -y se dio la vuelta buscando con la vista una vez más.

Entrecerré los ojos, más café. Mi celular soltó una pequeña carcajada, el tono de "Whatsapp" y miro el mensaje. Es Giussepe: "Sube hay comida del buffet".
Esos mensajes son los que enamoran. Se me escapa una sonrisa. Cierro la laptop y la guardo en la cocina, me dispongo a subir por esa comida.
Espero el elevador... la puerta abre y justo ahí.
Choco con el hombre más hot en el top ten de las chicas de ama de llaves del hotel. Oh sí, John.
-¿Estamos destinados a tener encuentros en elevadores?
-¿Destinados? que palabras usas. Apurate, estoy segura de que te esperan -hice un ademan con los ojos, señalando hacía la cafetería.
-¡Ah! -su cara de pena es para matar ovarios señoritas y chicos si en caso tal me leen. Aspiro un poco, en eso yo entraba al elevador -Hueles a café o es mi imaginación.
-Dulce aroma de las adicciones adquiridas por este trabajo -la puerta se cerro. Dirán JODER ¿le dejaste ahí? Señoritas, no le sigas el coqueteo cuando hay una mujer esperando por él. ¿Cómo se sentirían ustedes en el lugar de Debbi? Aunque pensemos que es una "putizorra" solo porque tiene al chico guapo.

Volver a desconocidos nuevamente, esa es la idea.



Bien, usar el elevador de huéspedes es prohibido, pero ya lo hemos hablado antes, miraba por el vidrio. Pobre de las personas que sufren de miedo a las alturas "Acrofobia". Yo no me puedo subir a un elevador y estar sin agarrarme, pierdo el equilibrio, pero no le temo. "AS" área social, las puertas se abren y él, justo en la puerta mirando.

-¿Cómo rayos le hiciste para llegar antes?
-Parece que el de al lado anda más rápido -dijo sonriendo
-Y bien... -la puerta se empezó a cerrar y él de un salto quedo adentro y presionó hasta el último piso, metió la tarjeta y el elevador comenzó a subir. ¿Nerviosa yo? No, no, un hombre realmente hot me esta secuestrando en un elevador. Le mire algo incrédula y me comencé a mover lo más pegada de la puerta que pude.
-No, no te asustes. Quería hablar contigo un poco... un rato
-Suena a que me debo asustar y bastante ¿sabes?
-Bien.... empecemos una vez más... -buscaba las palabras adecuadas- Soy John Aldrich, Norwich Inglaterra.
-Isabel de aquí mismo Panamá. -ya se imaginan mi cara de no te voy a decir nada que no sea evidente y en cuanto se abra la puerta saltaré
-Maldición -dijo en voz baja -yo enserio no quería asustarte, pero lo he jodido todo.
-La verdad que si -se me escapo una sonrisa -¿bastante, no sabes que soy chef?
-¿ah? -no entendió para nada lo que quería decirle
-Podría -haciendo énfasis en el podría -tener un cuchillo conmigo. -mire curiosa a su reacción
-¡Wou! no, no, no. -la puerta se abrió. Ambos miramos hacía afuera, yo dí un paso afuera lentamente y luego salí por completo. Él salió después de mi.
-Bien "John Aldrich" -clásico tonito -yo me voy, no vaya a ser que...

De la nada se super acerco a mi, muy cerca, demasiado, que pude notar que tiene heterocromia en sus ojos, sentí el ligero exhalar de su respiración.
-No, yo no. Me aleje un poco más y baje la mirada. Que maldita confusión y que horrible nerviosismo. Escuche el timbre del elevador de servicio, eso que hace antes de abrir, la chica de ama de llaves saliendo.
-Buenas noches señor. -le dije y en menos de cinco segundos yo estaba adentro de ese elevador. La puerta se cerro y justo en eso llego un mensaje a mi teléfono. "¿Dónde mierda estas?" Giussepe.


miércoles, 9 de abril de 2014

Horneando Situaciones: Chispas de Chocolate

¿Has trabajado ocho horas de tu vida y cuando crees que por fin te vas a ir a tu casa a descansar surge una montaña convertida en avalancha justo detrás tuyo y te obliga a estar doce horas en tu trabajo?
Por mucho que me guste esto es agotador. "Bueno es el culantro, pero no tanto". Ya sé que me la vivo quejándome de esto, pero una vez más no va a matar a nadie.

Subí dos pisos arriba, el hotel tiene varias cocinas y una de ellas esta en el segundo piso. Allá el jefe es un italiano bastante joven, Giuseppe. Todos los días nos vemos y hablamos de todo un poco, chismes del hotel. Cabe destacar que el buen Giuseppe es tan gay que siempre le digo que parece personaje sacado de "manga yaoi" en el buen sentido, si es que eso tiene algo de buen sentido.
-Dicen que el tipo este ¿cómo es que se llama? -hizo una mueca con la cara mientras pensaba -¿Ramírez? ¿Fernández?
-¿Guitierrez? -dije yo riendo
-Vamos, no te burles
-Ramírez, ¿y qué paso con él?
-aah cierto, dicen que anoche llego bien acompañado de algunas "bitches"
-¿Dicen? jajajaja ya me lo creo todo de ese tipo. Las cosas que dicen que ven las amas de llave en su habitación no tienen nombre -chismoseando de los clásicos huéspedes.
-También dicen que hay un cliente que tiene a todas cautivadas -dijo ya algo más serio
-¿Les hace brujería? -le respondía mientras comía unas papas salidas del horno.
-Algo así, ojos encantadores.
-¡Oye! ahora que dices eso -recordé esas orbes claras, quede en silencio unos segundos y antes de volver a hablar...
-Isa -agito una hoja impresa -pedido del jueves -el jefe de jefes, el chef ejecutivo -sabía que estarías aquí cotorreando con este chismoso.
-¡Voy! jefaso.


Kasuma Kento, de un ego tan obeso que podría sufrir del corazón, pero excelente jefe de jefes. Sabe tanto de cocina el maldito japonés, sabe que es el orden y el desorden con orden. No, no estoy cepillando, solo digo la verdad. (¿Servirá cepillar?)
Ya sabía que cuando tenía tiempo buscaba a Giuseppe o él me buscaba a mi en la cafetería y pasábamos ratitos de curiosidad en vidas ajenas. Cabe destacar que mi excusa es que iba a buscar relleno para empanadas o algo parecido. Traía la hoja de pedidos, o sea la hoja de como iba a ser distribuida mi esclavización en lo que quedaba de la semana.

Galletas de Chispas de Chocolate:

Huevos
Vainilla líquida
Agua
Mantequilla temperatura ambiente
Harina
Baking soda
Sal
Azúcar
Chispas de Chocolate

CUATROCIENTAS CINCUENTA GALLETAS salvajismo es la única palabra. Vuelvo a quejarme ¿qué me esta pasando?

Comienzo a mezclar líquidos separados de los secos, luego tiro todo a la batidora y ella comienza a mezclar todo, de último agrego las chispas de chocolate y me como algunas. Que bien se siente trabajar mientras suena "This is Gospel" de P!ATD.
-Escucha Panic! -se escapo de mi boca.
 Comienzo a poner las bolas de masa en las bandejas, todo listo para hornear. 375° F por quince minutos y tendremos las preciadas galletas. Ya suena desde mi teléfono "You´re gonna Love again" de Nervo, pequeños bailesitos y mis intentos de canto son clásicos de estos momentos.
-Isa, ¿subimos lo del evento ya? -pregunto Gini una de las pasteleras.
Miro el reloj -Sí, recuerda el esquema, cualquier cosa me llamas.
Salgo hacía la caja, para mirar en el mostrador como van las ventas del Pie de Limón, es nueva la receta.
-Sabes, me gustaría un aumento -Mary con su tema de costumbre cuando algo malo le pasa en el trabajo.
-¿Qué cosa lo justifica? -pregunte levantando una ceja.
-Groseros, ni saben pedir las cosas de buenas maneras y quieren que uno sea toda respetuosa.
-Ni siquiera sé, si tu frase esta bien armada, pero ¿quién fue?
Con los labios hizo una mueca señalando, la señora Bella. -Tiene cinco hijos mujer, cualquiera estuviera así de amargada y grosera -dije riendo.
Le saque una sonrisa a Mary, yo voltee a ver hacía adentro de la cocina, pues oí algo caer.
-Deberías voltear Isa... ya.
-Espera un momento que creo que se cayo algo adentro .cuando intente entrar sentí como Mary halaba de mi delantal, gire para mirarla mal, pero mis ojos vieron otra cosa.

-¡Buenas tardes! -con todo el acento de alguien tratando de hablar bien español, pero no lo logra.

"Su sonrisa, me encanta" ¿Será que siempre que él aparece yo estoy haciendo el ridículo? ¿Estamos destinados a eso?

-Buen día, señor -respondió enseguida Mary que aún halaba de mi delantal -¿Qué desea?
Miro confundido, pero luego pregunto -¿Desea?
-What do you want? -pregunte yo
-¡Oh! deseo entonces un café -dijo riendo

¿Quién saber que canción sonaba en el fondo? "Ain´t No Other Man" de Christina Aguilera
Se dio la vuelva no sin antes sonreírnos y mirarnos con sus ojos hichizadores, se volvió nuevamente -Good day miss Isabel.

-No me digas que tu incidente en el elevador fue con él -dijo Mary siguiéndole con la vista hasta que se sentó.
-No te digo entonces -solo respondí.
-Creo que usaré esos elevadores más seguido.
-¡LAS GALLETAS! ¡Dios!

Treinta minutos allá adentro sin poder salir a lujure... digo mirar la cafetería y sus clientes. La buena noticia: Las galletas quedaron perfectas, las maravillosa noticias: él aún estaba allí sentado, mirando algo en su laptop.

Estoy casi segura de que hablaba por Skype, pues estaba hablando mirando a la pantalla, eso o esta loco. Levanto levemente la mirada y ZAS se cruzo con la mía. Nerviosa, hasta eso me pone nerviosa, ya se los he dicho, los hombres "buenones" me ponen así. Me sonrió y dijo algo mirándome, ¿me dijo algo?.

Sabes esas conversaciones mediante señas y movimientos de labios, donde todos se entienden desde la distancia. Yo no. Nunca entiendo un carajo. Y esa no fue la excepción, le mire extrañada. No sabía si era conmigo o con su computadora. Pero un inoportuno cliente se metió en mitad de él guapo y yo. Preguntando sobre si había galletas de chispas de chocolate.

Entre a buscar la bandeja que tenía adentro para el mostrador, salí de inmediato, mientras la ponía y sin mirar, ya sé, ya sé, que pecado no mirar a la cara al cliente, pregunte cuantas deseaba.

-¿Recién horneadas? -la respuesta fue una pregunta. Me levanté para ver, esa no era la voz que recordaba.
-Sí, lo son... -Señor estoy bien bueno y te saldré de repente estaba justo ahí. Sonrisa de boba Modo: ON.
-Entonces también llevaré -dijo simplemente.
El señor que las pidió estaba justo al lado, Isa trata de no hacer el ridículo por una vez en tu vida. Ellos hablaban algo sobre el buen ambiente de la cafetería y de lo delicioso de los postres. Le di las galletas al señor que ya había pagado en la caja, Mary me sepultaba en sus miradas de "OMG estas frente al hombres más sexy de toda la maldita cafetería" era muy obvia. 

-¿Algo más? -por fin pregunte.
-Felicitarte -se acerco un poco más al mostrador.
-¿ah? -eso muy ciertamente me agarro desprevenida.
-Verás, el Pie de Frambuesa esta exquisito, supongo que esas galletas estarán igual.
-Se lo aseguro. -De eso estoy bastante segura, comí dos o tres antes de sacarlas.
-Me puedes tutear, claro si no le molesta que yo lo haga -¿Hola, también puedes darme respiración boca boca? Porque vas a matarme.
Sonrojada, baje la mirada tratando de encontrar dignidad en el suelo, le vuelvo a mirar -¿Molestar? Para nada John.
-Me alegra que aún te acuerdes de mi nombre, temía que ya lo habías olvidado.

¿Les mencione que estoy salada?
Antes de que yo diera mi épica respuesta como: "¿Olvidar tu nombre? Parece imposible", o "Uff Y eso que soy malo con los nombres". Fui pausada por, sepa Dios quien sea "ella". (Solo la pongo entre comillas para darle más picor al asunto) ~Inserte música de momento inesperado~

-¿Johnny? ¡Hey! Come on. 
¿Johnny? Pero que rayos, yo apenas estoy en el dejamos de tutearnos y ella le dice Johnny. 
-Debbi, llegaste. -La saludo con un beso en la mejilla. Lo que daría yo por saber que se sienten esos labios en mi mejilla.
-¿Subimos? -lo miro de una manera... eeh ¿cómo lo digo? "Te voy a comer aquí mismo así que mejor subimos"
-Dame un momento. -regresando a mi, que me tenías en segundo plano por "Debbi" -¿Nos vemos mañana?

Bien, si es cierto que diría "Sí" pero ni me asomara, digo esta Debbi y estaba coqueteando conmigo, pero cuando pregunto que si me vería al día siguiente sus ojos realmente hechizaron mi cerebro.







martes, 8 de abril de 2014

Horneando situaciones: Pie de Frambuesa

Esperaba que llegarás y te sentarás en aquella silla de la esquina, donde apenas hay luz. Yo entraría puesta del delantal lleno de harina y quitándome el gorro, mi cabello rubio cayendo y tu viendo todo en "slow motion".
Pero sabemos muy bien que eso no paso, ni pasará. Salí de la cocina a la caja muy amargada, estaba tan enojada que uno de los pasteleros olvidará por completo los "Sachers"* en el horno. ¿Saben acaso lo caro que es la cobertura de chocolate? Le decía a Mary, la chica que atiende la caja. Ella solo reía.
-¡Jefa no se moleste! ¿nunca ha olvidado algo en el horno?
-No estas entendiendo el punto de ser la jefa ¿Verdad? -Yo solo comentaba mi situación de apuros de volver hacer toda esa producción de Sachers, cuando mis ojos hacen el cotidiano recorrido de mirar en la cafetería.
Le sonreí al buen señor Miguel, viaja mucho, pero todas las mañanas baja a la cafetería a tomar un café con uno o dos croissant. Volví la mirada a Mary.
-uumm, este día va a ser muy muy largo. Iré adentro si me llaman estaré en chocolate hasta el cuello.
-Bien lo que diga Jefa -ya lo último lo decía con el característico tono burlón que acostumbra a usar.

Tarta Sacher:
Harina                             5onzs
Cocoa en polvo               2onzs
Margarina sin sal              6onzs
Azúcar                             9onzs
Yemas de huevo              7 unidades
Claras de huevo               7 unidades
Macadamias                    1 1/2 onzs
Jalea de Melocotón          9 onzs
Jugo de Melocotón          3onzs
Azúcar (sirope)                2 onz
Glaze de chocolate           8 onzs


Después de toda mi pasión es estar en el calor de los hornos, el la adrenalina del tiempo acabándose, la tensión de los gritos y la felicidad del logro. Son cosas que deberían decir cuando firmas contrato en la universidad al estudiar este tipo de carreras. O cuando te contratan en un hotel o restaurante.

"¿Desea ser esclavizado por la marca, perderse días familiares importantes, fechas celebres y hasta pasar su propio cumpleaños metiendo horas extras hasta que su cuerpo solo reaccione por inercia?
                       Firme justo aquí y nos vende su alma por un tiempo predeterminado __________"


¿A no? ¿Así no se hacen los contratos? Pues deberían.


En casa de herrero, cuchillo de palo. Aplica en todo en esta vida, mecánicos, electricistas, cocineros y estoy segura de que la chica que trabaja de ama de llaves hoy no doblo la sábana de su propia cama, así que es muy seguro de que cuando salga de aquí mi cena sea un común, pero perfecta "sopita china". Venía pensando todo este montón de paja mientras esperaba el elevador de servicio. Hay un límite de espera cuando hay más de sesenta pisos y dos elevadores. ¿En que pensaban los ingenieros?
Me decidí tomar el elevador de clientes, hay un montón y vacíos. Toque el botón y en menos de veinte segundos la puerta se abría para mi. Entre de un brinco y toque el botón del piso de la cafetería "PB" y tarareo entre canto "Nicotine" de P!ATD.
Mire mi rostro en el reflejo del tablero de pisos cuando noto que no estaba sola, menos mal que no cantaba. Un momento si lo hacía y lo hago terriblemente mal.
Voltee lentamente y sonreí con algo de pena. Vi su rostro, blanco, cabello negro revuelto. Vestía saco negro con una corbata del mismo color sobre su blanca camisa. Sus ojos eran tan claros que juraría que ese color ni existía antes de verlo en él. Puede que mi cara hiciera ver lo atontada que quede con esa primera impresión. Pero eso solo es una posibilidad. Pero el solo me sonrío. Suficiente para matarme, dentadura perfecta y blanca.
-Good Morning Miss -muero lentamente, digo, digo fue lo primero que dijo.
-Good Morning Mister, excuse my small attempt to sing. -Vamos, es intentar solucionar la poca dignidad que me queda.
-No, no. I like this song. Panic! at The Disco no? -OMG, realmente no sé cómo se sobrevive a ese momento.
-Yes! -si se imaginan mi cara de felicidad, creo que no es suficiente para demostrar mi emoción. Pero como estoy salada todo tiene un final.

"PIM" llegamos al piso donde el se baja. -Bye miss, see you later. -y se bajo, y sí le mire el trasero si es lo que van a preguntar. Buenas proporciones. Y yo bien muerta.


Bueno, mi día termina y mis Sachers son entregados a tiempo.
Regreso al día siguiente temprano a la cafetería y entro por el lado de las mesas de los comensales para entrar por la caja, antes saludo al señor Miguel. Me habla sobre sus hijas, que son un encanto. Eso hay que verlo. Doy la vuelta y me dispongo a terminar de llegar a mi huequito amado, mi cocina.
"Pie de Calabaza" pasa por mi mente antes de decirle hola a Mary.
-Buen día jefa -se adelanta ella.
-Buen día querida Mary
-¿Tan sonriente por...? -pregunto, era muy claro que estaba desbordante de alegría.
-Si supieras lo que me paso ayer en el elevador. Implica a un hombre extremadamente exquisito.
-¡Dios mío cuéntalo ahora mismo! -curiosidad curiosa. -¡oh! el señor Miguel te llama -se interrumpió ella misma.
-Te cuento al regreso -la deje con la medio duda.

El señor me pedía cosas para que le recomendará, muy clásico de él, y pues solo a él con gusto siempre se las digo. Es muy agradable hablar con él.
Doy doy dos o tres pasos para atrás para mirar por la terraza, a un grupo de personas que ríen fuertemente, uno de ellos se quedaba sin aire y aplaudía como foca retrasada. Lo sé, todos lo hacemos alguna vez.
Me muevo un poco más, solo para mirar bien y enseguida dar la vuelta y BOOM.

-Miss, please tip -esa voz, de aquí a la china la reconozco. Claro que mire enseguida. -Oh! Miss singer -que vergüenza que me recuerde por eso y no por mis ojos.
Finjo sonrisa de felicidad para ocultar lo avergonzada, los hombres hots me ponen nerviosa. -Good day mister -con el mejor de los tonos -need help?
-Yes, I think I'm 90% sure that you're the chef of the cafe, tell me what I can eat more delicious as you see from the till.

Si señores, su voz profunda de macho me dijo eso en su perfecto inglés. ¿Cómo estoy viva? Ni la menor idea.

-OmG... well I would say raspberry pie. For the second, see me from the till, as you like to make me blush? It has already achieved -Pues claro, debía estar roja como tomate, ya solo quedaba aceptarlo.
-I think it's great, I like the idea -fue lo único que dijo, mientras yo me daba la vuelta para buscar el famoso Pie de Frambuesa.


¿Cosas inapropiadas? Reunión justo cuando salía a dejarle en la mesa el tan apreciado Pie.
¿Dios hice algo muy malo en mi vida pasada que el karma lo arrastro hasta esta vida aún?
Tuve que disculparme con él por no poder quedarme, pero era urgente, al jefe no se le hace esperar.... mucho.
El comprendió y en lo que me marchaba:
-John! My name is John, but you don´t have badge with your name. -¿en qué tono dijo eso? Tímido, ¿pueden creer eso?
-Isabel, el mio es Isabel. Buen provecho John. -Definitivamente habla español cuando respondió a lo último.
-Que te vaya bien Isabel.





Cosas que hay que saber:
1. Se llama John
2. Esta bien bueno.

miércoles, 2 de abril de 2014

*Anima* Capítulo #23 "Lo que se debe hacer"

Me estoy sintiendo atrapada entre deseos y recuerdos, ahí cosas que logro recordar con claridad, pero... no creo haber vivido eso ¿Tengo las memorias de alguien mas?

Los días que llevo aquí no me permiten ubicar mis ideas claramente, solo espero que cuando regrese a casa no haya pasado demasiado tiempo. Con esto me refiero unas dos o tres horas.
¿Qué hago aquí? Esperando ser útil, poder desenvainar también una espada, con mis manos crear llamas y que mi sombra siembre el temor.
Los he visto combatir, Hikari con el espíritu de encontrar sus memorias perdidas, maneja con los hilos de su propia energía figuras de si misma perfectamente representadas para que el enemigo ni siquiera note su ausencia. Danza al son de la batalla, sus espadas crean música sincronizada. Yo antes solo le veía, solo esperaba que ella hiciera todo y saliera viva de eso.
Sasha, que poco le importaba todo. Pero él tiene sentimientos tristes que encienden su corazón y su espíritu. Es una lastima que el combustible que hace arder esos sentimientos sea la rabia. Sus ojos miran más allá, pero su mente se encadena al pasado y las culpas no las deja de repartir a quien se las merece o no.
Por último en este viaje, Estefanía. Que buen sentido del humor ha adquirido a pesar de que su alma esta conectada a un encaminador de males. Ella tiene una chispa, puede que sea como Sasha en algunos sentidos, pues a la hora de impartir justicia, lo hace con el corazón. Pero ella torna todo más... ¿sádico? Me gustan sus canciones.

Creo que esta es una gran reflexión antes de ir donde ellos. Son los que más me importa conocer ¿Logre tocar lo suficiente sus almas?

Vuelvo al juego, vuelvo al campo. Ya no soy más la que espera atrás. A la batalla justo al frente. Terminaré este evento que sacudió mi vida, que las almas lleguen a su lugar y que el ciclo no se vuelva nunca a perturbar.