martes, 10 de diciembre de 2013

Nada que ver, pero tengo que contarlo.

¿alguno de ustedes le gusta "El Señor de los Anillos"?
Yo simplemente amo los libros de J.R.R.Tolkien.
Ahora espero desesperadamente El Hobbit La Desolación de Smaug.
*da vueltas por todos lados* no veo la hora de que estrene.

Bueno volviendo un poco al tema de este blog, queria saber si terminaba *Anima*
Quiero saber sus opiniones... ando algo desanimada con la historia y estuve pensando seriamente en dejarla inconclusa. Y hasta cerrar el blog.
Dejenme sus opiniones, estoy casi segura de haber dejado la configuración para que cualquiera pudiera comentar y no necesariamente este suscrito al blog.
Nos vemos en la próxima.

lunes, 9 de diciembre de 2013

~Día no registrado, pero si guardado~

Buena parte de mi vida es imaginar un montón de cosas que quiero que pasen, obviamente a que realmente pasen es otro cuento.
Estaba sentada en el autobús, concentrada pasando algún nivel de "tetris" cuando mire por la ventana, en la parada estaba un muchacho, cabellos negros algo largos y revueltos, sus ojos oscuros y quizás era algo "punk" lo que sí sabía era que me encantaba.
Unos segundos de contemplación y otros segundos más para pensar: "ojalá subiera al bus". No habían pasado ni cinco segundos cuando desvíe la mirada nuevamente al teléfono para seguir con mi juego de "tetris" cuando ya queria echar una última mirada. Levante levemente los ojos, pero ya no estaba ahí. Decepción.
Mi ojos volvieron al teléfono y se concentraron dos o tres minutos cuando nuevamente perdí en ese descardo juego. Mire a mi izquierda para saber quién se sentaba junto a mi, y "Baaam" el chico de la parada estaba junto a mi. Concentrado en algún solo de guitarra que pasaba por sus audífonos y yo ahí casi sin aire. Voltee hacía la ventana a mi derecha. Y volví la mirada al frente, cuando de la nada escucho: "bonitad pulseras, ¿fall out boy, no?"
"Eh... ah, sí, si." Respondí. 
No hubo más conversación pues la siguiente parada era la mía. Solo le sonreí y el me devolvió esa respuesta junto con ese clásico despido de agitar la mano.

Ojalá deseara ganar la lotería, y pasará.

domingo, 8 de diciembre de 2013

~Divagando en mi mente día 130~

Me arrojará al cielo, pero la gravedad me lo impide. Estaba ansiosa en ese instante, tenía meses de no verle y mis emociones erán desbordantes. No, tampoco hoy le vería, pero mis sentimientos actúan extraño como es común. Luego de pensarlo un rato, sentí esa sensación, esa que llega cada que viene uno de esos seres... No me di cuenta a tiempo y fui atacada por la espalda. Sus largos brazos me apretaban y el dolor era horrible... tenía un aguijón en la punta de la cola y me lo clavo en la espalda. Me enveneno, con algo sumamente malo... envidia.

domingo, 20 de octubre de 2013

Info C:

Hola

Saludos a todos los que me leen, espero que estén disfrutando de *Anima* que es lo que actualmente publico. Sé que últimamente no estoy subiendo tan seguido a como lo hacia en un principio, pero estoy dejando de hacerlo para ver si así se da más lectura entre cada capítulo.
Lo más posible es que no alargue más *Anima* y comience a subir otros escritos, hasta una nueva "novela" por así llamarla.

Otra cosa que les quería decir es que se den una visita por la página de Facebook, una colaboración entre una amiga de blogger y yo. Les dejo el link y si les gusta pueden quedarse un rato y le dan like.

https://www.facebook.com/elteatrodelimonyremolacha


Bueno hasta la próxima.

jueves, 17 de octubre de 2013

*Anima* Capítulo #21 "El Bosque Oscuro: Entrando"

“Demostraba sus sentimientos y del viento se enamoró, pero no hay peor desgracia que el amor a algo libre, al final no puede pertenecerte nunca.”

Saltaban por todos lados, destruían todo a su paso, los pueblos más cercanos al Bosque Oscuro estaban la mayoría totalmente destruidos, muy pocos eran los que sobrevivían a la ola de seres liberados de aquel siniestro lugar. Muchos ya habían evacuado de sus pueblos, de sus hogares. No había mucho que hacer con lo que se acercaba, muchos de los pueblos abandonados estaban ocupados por Cazadores y/o asesinos de la Orquídea Lóbrega.
La brisa siniestra revolvía su cabellos, su mirada hacía aquel lugar estaba fija. –Debo  buscarla –se dijo en voz baja –Pero… ¿seré capaz?
-Claro que sí –August le respondió –eres una cazadora después de todo.
Lilith se sorprendió, no esperaba que la estuviesen escuchando. –Me invade el miedo, saber que voy a pelear como lo hacía Hikari. Además… la última vez que estuve en la habitación de las puertas hable con Kuroi. Estaba bastante… como decirlo. No era él, estaba pensando en muchas cosas y se sentían sus sentimientos.
-¿Has hablado con él en persona? –August estaba bastante interesado en lo que decía Lilith.
-Sí, él y Estefanía me acogieron un tiempo en su viaje, cuando llegue a ti ya llevaba tiempo con ellos. –respondió la chica.
-Ya veo. Déjame confesarte algo. Siento culpa, mucha. Fue un gran error sellarlo, pero sabía que ese demonio lusht se había escapado del bosque y no quería que fuese hacer daño. Ignoraba el hecho que tenía un contrato y mucho menos con un shinigami. –bajo la mirada.
+Alrededores del Boque Oscuro+
*Colina De Los Lamentos*
La chica se levantaba del suelo, estaba sentada desde hace un buen rato. Sentía las piernas adormecidas, sacudió la cabeza y comenzó a caminar. –Entrar ahí nuevamente debe ser una locura. –lo dijo mirando hacía el Bosque. –Pero la vida es una sola y hay que vivirla al máximo ¿no?

+Castillo De Erzebeth – Dentro del Bosque Oscuro+

Morrigan empezaba a impacientarse, ya no sentía las piernas de estar en ese trono sentada, ya no podía comunicarse con el mundo exterior pues la energía estaba limitada para una emergencia. Ya no sabía qué hacer. Pero si estaba segura de algo, pronto grandes cosas sucederían, pero prefería ahorrarse el comentario frente a Erzebeth. Otra cosa más le interesaba, había escuchado de alguno de los guardias que la vigilaban que tenían a un shinigami en el castillo. Si así era, sería mejor tener a alguien ya adentro.

La chica lo miro detenidamente un rato, luego al fin le volvió hablo. -¿No me vas a responder verdad? –su voz sonada dulce.
-umm –solo fue lo que se escuchó. Levanto la cabeza un poco para poder mirarla. -¿Cuánto tiempo crees que tarde en liberarme de esto?
-Pregunta descara, no saldrás de aquí ya te lo he dicho. –Rugal estaba molesta, sus ojos lo decían todo. –No deberías estar pensando en cómo escapar, es imposible.



Era de mañana, pero las nubes negras hacían ver que era mucho más tarde, el ambiente tenebroso era acompañado por las risas agudas de las brujas, tambores de guerra una que otra vez y rugidos continuos.
-Sólo deben salir vivos de ese lugar, recuperar a Morrigan es prioridad. –Celilia estaba al frente. –nada allí dentro es confiable, la brisa, los árboles, TODO tiene alguna trampa. Los rumores corren rápido y posiblemente nada este sellado.
-¿Vale la pena poner algún sello ahí dentro nuevamente? –el shiniami número nueve pregunto.
-Sí, Scotti. Es mejor que vayan sellando nuevamente. No creo que Erzebeth tenga la capacidad de seguir rompiendo sellos y no creo mucho menos que Kuroi tenga las fuerzas para hacerlo. –Celilia actuaba como la líder que era y pocos conocían. Sus palabras siempre se mantenían firmes.
-¿Algún grupo u organización? –Gilmore pregunto.
-Liz, Hikari y yo llegaremos al castillo de Erzebeth. Nosotras nos encargaremos de sacar a Morrigan de ahí. Cloud, Okka y Scotti mantengan rodeado y custodiado e castillo por fuera, cualquier peligro manden una señal. Finalmente Estefanía, busca a Kuroi, y de paso a Fiorella. No debe seguir con vida. –la mirada de Celilia decía lo que debía, no había perdón alguno para Fiorella. –¡ah! Un cosa más, busquen a Sasha, lo deben tener en algún sitio de este bosque.
Llegar al castillo no fue muy difícil y entrar a el tampoco, ya muy pocas bestias y espíritus quedaban en el Bosque. Como el plan decía Okka, Cloud y Scotti quedaban afuera haciendo guardia. Hikari y Celilia adelante Liz atrás.
-Señoritas, un placer ver que todavía quedan jovencitas hermosas por estos lares. –una bestia de dos cabezas  las miraba. En su primer ataque dio directo al suelo, pues Hikari y Celilia esquivaron audazmente. Liz corrió por uno de los pasillos. Se cubría del polvo que se levantó, pero su atención fue desviada totalmente por otra cosa. Miro nuevamente donde estaba Hikari, noto que era solo la marioneta y no la real. Le hablo, bajo para que ella solo leyera lo que sus labios decían. Hikari logro entender y le dio su aprobación.
-Liz se reúne luego con nosotras, debemos encargarnos del resto nosotras. –Hikari a Celilia.
-Entiendo. –fue lo único que dijo Celilia mientras recogía las mangas de su camisa. –entonces que esperamos por la diversión, más para nosotras.
Afuera del castillo iba llegando Lilith y August con dos cazadores más. –Mira ahí hay un shinigami. –dijo Lilith.
-Deben estar haciendo guardia, ya están adentro. –August miraba alrededor. –Esto está muy tranquilo por aquí. –se acercó más al shinigami. Era Okka. –¿Mi hermana Celilia está dentro ya?
-De nada en este Boque te puedes fiar. –fue lo único que dijo.
-Está advertido, no nos dejara pasar, tienen un campo abierto para proteger el castillo. Lilith debemos… -Lilith estaba atravesando literalmente el campo sin ningún problema.
-Oye niña, ¿qué haces? –decía Okka preocupado.
-Tranquila su alma está conectada a la de Morrigan, solamente sigue esa conexión, los campos no la detienen. –August respondió por Lilith.
-Esa chica debe ser de la que todos hablaban. –Okka veía como la chic corría en dirección del castillo. –Más vale que esto no sea un engaño.


Liz entro en la habitación, dos grandes puertas eran las que sellaban el lugar. Cuando entro lo primero que vio en la habitación fue al otro lado, justo al frente en la pared atado con cadenas estaba Sasha. Sin pensarlo corrió a él.
-¿Estas vivo? ¡Hey! Respóndeme, ¿vives aún? –lo agitaba por los hombros, pero este no respondía.
-Bas…ta –musito –no es necesario solo tomaba una siesta. –apenas y se le oía. Apenas y miro para responderle, pero se dio cuenta que no era quien pensaba. -¿Liz? Qué diablos…
-Uff estas bien, debemos irnos ya, Celilia y Hikari se encargan de lo principal. –trataba de soltar las cadenas.
-Tienen un sello, debes romperlo con la espada. –dijo Sasha mirándola a los ojos fijamente, de vez en cuando sus ojos miraban buscando por la habitación. –Un rápido corte quiebra la cadena y el sello.
La chica inmediatamente saco la espada y en un rápido movimiento corto las cadenas que apretaban las muñecas de Sasha.

-¿A dónde piensas que vas? –la voz en la habitación resonaba.
-Te dije que me escaparía y en eso estoy –el comentario de Sasha fue lleno de sarcasmo.
-No debes ser así conmigo, sabes bien que te amo. –La chica estaba sentada encima de una pequeña cómoda en una de las esquinas del lugar. –No seas así, no, no. Eres malo.
-Esa chica. Es la misma de la biblioteca flotante. –Liz miro sorprendida, no se lo esperaba.
-¡Niña! Tu, tu, tu. Eres la responsable de mi Sasha se quiera ir. –la señaló. –Pagarás.
-¿Yo? No, estas confundida. Yo no…
Sasha no la dejo terminar, la abrazo contra su pecho. –Sí, es ella. Por eso no te amo Rugal.
-¡Cállate! Sasha no digas esas cosas, la haces enojar más.
El rubio la empujo detrás de una de las columnas que sostenían el techo de la habitación, hizo sonar sus dedos de las manos y comenzó a caminar hacía Rugal. –¿Me devuelves mi espada?
-Ya te lo dije una vez, me la comí. –sonrió pícaramente.
El primer ataque lo dio Sasha, pero falló. La chica era rápida y él llevaba herido bastante tiempo. El cabello desnivelado y despeinado hacía que se viera más cansado y arruinado. Logro acercarse lo suficiente en el siguiente golpe, la tomo por un brazo y su mano comenzó a calentarse. –Dame la espada. –Le dijo. –Te quemaré el brazo hasta que se separe del resto de tu cuerpo.
-¡NO! –Su grito agudo termino de quebrar los espejos que quedaban en la habitación. Sasha la soltó y corrió detrás de la columna más cercana a donde estaba Liz. Rugal enfadada comenzó a tirar rayos descontroladamente.

-¡Liz! –grito Sasha, su voz se perdía en el ruido que había en el lugar. –¿Aún tienes ese cuaderno donde anotas todo?
-¿Qué? –pensó un segundo lo que el rubio decía. –Sí, lo tengo.
-¿Aún tienes los signo extraños anotados ahí? –la pregunta nuevamente se perdía entre el ruido de los rayos chocando con todo.
Liz saco el cuaderno de la pequeña bolsa que llevaba amarrada a un costado y lo abrió buscando aquellos signos de los que Sasha hablaba. Se agacho un poco para evitar que un rayo le diera. Miro detenidamente y mostro de lejos el cuaderno a Sasha.
-Perfecto.¿ Puedes pasarlos a la piel de ella? –las preguntas no eran ni un poco más claras para oírlas, pero ahora ya entendía a qué quería llegar Sasha.
-Sí, pero necesito que se quede quieta y que no esté tirando rayos. –La columna donde estaba ya no aguantaría mucho si las cosas seguían así.
-Yo me encargo de eso, tu solo vela de que cada signo de esos este en la piel de esa loca.
Sasha corrió al lado izquierdo del cuarto evitando que le diera alguno de los rayos, en menos de lo que esperaba Rugal el chico ya estaba atrás de ella. Sujeto uno de sus brazos y con el otro el cuello de la chica. Ella trataba de zafarse con la mano que tenía libre, pero la verdad es que el chico aunque estuviese herido, todavía tenía bastante fuerza.

-¡Ahora Liz! –grito Sasha.
Liz salió detrás de la columna que la refugiaba abrió el cuaderno en dirección de Rugal. –“Tato~ūinku”*-los signos salían de las páginas del cuadernon, flotaban en el aire, casi parecía que marchaban, en completo orden hasta que llegaban a la chica, se pegaban a su piel, se extendían a lo largo de su cuerpo, unas cuantas se pasaron a los brazos de Sasha.
Los signos dejaron de salir, no quedaba ni uno más en las páginas, el rubio soltó a la chica.

-¿Qué? Qu…é. ¿QUÉ ME HICIERON? Malditos, malditos, malditos. Mi piel, mi hermosa piel, la han manchado, la has manchado con estas cosas raras.
Sasha puso su mano izquierda sobre la frente de Rugal. –Es simple alquimia. –Con su mano derecha juntando bien los dedos y con un rápido movimiento atravesó el estómago de la chica, su mano llego a salir del otro lado. El grito de dolor infesto el castillo completo. –Parece que mi espada no está aquí. Mentirosa. –Había una leve sonrisa en los labios de Sasha.
Rugal cayó arrodillada. La mano de Sasha salió por gravedad. Su mano izquierda aún permanecía en la frente de la chica. Con la mano derecha hizo una estrella, con la sangre de la misma chica. –Para esto ofrezco tu misma sangre como ofrenda, arde como fuego… “Goret”*

Al principio fue solo una pequeña chispa, pues las palabras de Sasha fueron dichas casi como un murmullo. –GORET –grito esta vez. La llamarada de fuego se levantó. Esta vez  los gritos quizá llegaban hasta lo lejos del Bosque. La chica trataba de apagar el fuego sobre ella, pero sentía que los signos sobre su piel mantenían el fuego vivo. Su piel ardía, el calor estaba ya muy dentro de ella, hasta que cayó entera al suelo. Su cuerpo quedo tan oscuro que nada se diferenciaba, el olor a carne quemada era horrible. Liz se acercó, sabía que era algo desagradable, pero debía ver. Sasha patio el cuerpo, pero este se volvió cenizas.
-“No puedes amar algo y tenerlo prisionero, pues ese algo no te va a amar a ti. Déjalo ser libre y así apreciara los momentos contigo. Déjalo que en su libertad reconozca que te extraña.” Esas fueron las últimas palabras que escuche de la anterior shinigamis número tres. Vaya que tenía razón. –Sasha murmuro. –Miro a Liz.

-Es bueno que aún sigas con vida, se requiere de ti allá afuera. –Liz no le miro al rostro, pero sabía que la miraba.
-Entonces déjame decirte algo, antes de que regrese al trabajo. –Cerró los ojos y sonrió.
-¿Qué? –Liz le miro finalmente.
-Gracias Espantapájaros.
-¡MALDICIÓN! Que me llamo Liz idiota.





*Tato~ūinku: Tatuaje de Tinta (japonés)
*Goret: es arder en ruso.

Aja, al fin subí.  Disfruten, comenten y se les quiere.

sábado, 21 de septiembre de 2013

"Memorias a Corto Plazo"

Tratando de controlar mi mente he llegado a la conclusión de que no podré domar ese salvajismo de ímpetu que tengo. Una vez que surge la idea y la situación se da, jamás pasa por ese lugar, “la aduana de la mente” que diga si eso debe ser dicho o tan si quiera si merece ser pensado tanto.
Hay días en los que miro sentada en el portal de mi mente y siento que esto va pasando muy rápido. Desde lejos puedo ver ese cielo, el que anhelamos tocar. Pero luego vuelvo a vagar en esos pensamientos ilegales que no son custodiados.
¿He sentido eso contigo? ¿Alguien más lo pudo hace y tú no?
El oxígeno me está asfixiando, trata de no respirar esta mala vibra. Tal vez todo esto sucede porque he perdido la inocencia. Tal vez solo estoy pensando demasiado eso. Una vez más estoy cayendo en ese sentimiento de tristeza. Entonces me doy cuenta de en donde estoy.
En mitad  de la cocina, con el cuchillo en las manos y una cebolla a medio picar. Debería dejar de pensar en esto. Miro atrás de mí y no estas. No hay nadie. ¿Puede aplicar en esta ocasión “Nacimos solos y vivimos solos”? es muy duro para mí, pues gran parte de mi vida estos sentimientos han estado reprimidos.
Ahora que lo pienso, están llamando a la puerta. Lavo mis manos, que inapropiado seria que oliera a cebolla. Miro quien es, pero para nada que le conozco. Pero a decir verdad sus ojos me dejan vagar. Le abro la puerta y me dice que toda esta bien.
¿Se habrá equivocado?
No, vuelve y repite la frase, pero esta vez con mi nombre en ella. Se acerca a mí y logro sentir su calor. ¿Qué pasa?, me dice. No sé qué responder, realmente solo sé que es mi nombre, pero hace un rato estaba pensando en tantas cosas. Ahora que lo pienso… ¿dónde estoy?
Se separa de mí, me sujeta suavemente por los hombros y me dice: “¿Todo está bien?”
¿Lo está?
Ahora que lo pienso, ¿cómo puedo saber que todo eso me molesta? No recuerdo realmente quien soy, no sé quién es él y no sé si estaré soñando.
Una vez más, me siento perdida. ¿Debo decirle?

Es eso, me asfixio en este sentimiento. Impotencia, tormentosa soledad.

*Anima* Capítulo #20 "Enredados en la Corriente"

“Solo lo que está próximo a perderse se siente muy de nosotros, y solo lo perdido sabemos que lo amamos.”

Apenas y podía abrir los ojos, la luz de la habitación le molestaba. Sintió como le acariciaron la barbilla, suaves manos, escucho una ligera risa.
-Ya me preocupaba, tenías tres días así. –Le seguía acariciando el rostro. –creo que no es bueno que estés en este estado, pero no me dejas más opción.
-¿Estado? –apenas y pudo pronunciar la primera palabra. Sentía que no hablaba hace mucho y la garganta le dolía. –Aún estas aquí, loca. –Levanto la mirada y apretó los puños. -¿Puedo saber qué rayos hago aquí? –miro sus manos, pero ambas atrapadas en grilletes sujetados a la pared de la habitación le extendían los brazos.
-Antes de que intentes hacer tonterías, he puesto un sello en cada mano, así no podrás soltarte con tus explosiones, además sé que para el resto de la magia que utilizas necesitas unir tus manos.
-¿Rugal? Era así tu nombre ¿no? –pregunto Sasha.
-ooh, lo recuerdas, estamos avanzando. –la chica se inclinó un poco más cerca de él, en una de sus manos tenía una tijera. –amo tus ojos, tienen un color precioso.
-Aléjate un poco… -la miro preocupado. -¿qué pretendes con esas tijeras?
La chica tomo un mechón de cabello de Sasha, que por cierto se lo había soltado. –Pero tu cabello, me parece que corto se vería mejor. –sin dudar corto el cabello que sujetaba en sus manos.
Sasha noto que la chica ya había hecho lo mismo mientras él estaba inconsciente. –jajaja, y ahora ¿qué? Me dejarás calvo y me violarás… o quizá…
-¡CALLATE! Basta, basta, basta. –Rugal empezaba a perder el control. –¿No te he dicho que te amo? Debo repetirlo una vez más y otra y otra hasta que te quede claro, debe ser eso. –bajo la mano con la tijera y soltó los cabellos que aún sujetaba. Se le acerco nuevamente. –Sasha, si no consigues enamorarte de mí… te mataré. –con la tijera en sus manos la levo directo al pecho de Sasha y justo a la altura del corazón comenzó a trazar una línea. –ya verás. –se levantó y salió de la habitación.
-Sellado, capturado por una loca y ahora me obligan a enamorarme… debo estar pagando por todo lo malo que he hecho… jajaja –la sonrisa de sus rostro hacía ver que no mostraba preocupación alguna. –veamos quien se aburre primero.




+Orquídea Lóbrega+

Dos semanas luego de que Erzebeth capturara a Kuroi.

De rodillas en mitad de la habitación, frente a Medicci. –lo lamento abuelo, no sabía que Erzebeth lo buscaba. No quería que esta situación se diera.
-Sin embargo se dio y por tu culpa. August, eres mi nieto, pero pareciera que tu capacidad de razonamiento cada vez va peor. –Medicci daba vueltas de un lado a otro.
-Eres en parte responsable, pero… ahora qué más da, ya sucedió. –Celilia tomo la palabra. –se reunirán los shinigamis posibles y se tomarán medidas.
-Ustedes dos, mis nietos, debemos hacer algo para detener a su madre ya mismo. –Medicci se detuvo.
-Ya te he dicho, esa ya no es mi madre. –August interrumpió. –Ella es un demonio.
-Señor, ya ha llegado la mayoría de los shinigamis. –interrumpió la reunión Simone.
-¿La mayoría? Te dije que cuando llegaran todos me avisarás. –Medicci se extrañó.
-Es imposible que se reúnan todos. –Respondió.
-¿Qué dices?

+Dentro del Gran Salón+

La mesa estaba en el centro, alrededor, doce sillas, dos vacías. Los shinigamis que llegaron venían con las mismas respuestas de todos lados, el presentimiento de tragedia agobiaba en todos lados.

-Saben bien porque están aquí. –Medicci hablo primero. -¿Alguno de ustedes sabe algo de Sasha?
-¿Sasha? –Liz percato en ese instante de la ausencia del chico en la sala. -¿Por qué no está?
-Desapareció en su última misión, cerca al camino del Bosque Oscuro. –Hablo Sinome que estaba parada aun lado de Medicci.
-Además, Firorella… -la pausa fue simplemente para pensar mejor las cosas. –Ella cometió…
-¡Traición! –Termino la frase Estefanía. –La Decapitadora filtraba información a Erzebeth, lo malo es que pude detenerla. –Desvió la mirada al techo.
-¿Cómo puede ser eso posible? –Okka shinigami número ocho dudaba de las palabras que escuchaba. –ella me acompaño hace unas semanas en una misión…
-Lo es, y eso es todo. –Estefanía estaba mucho más sería de lo que acostumbra a ser. –Si no nos apresuramos, lo que ahora conocemos acabara cubierto por el mal.




“¿Me escuchas? ¿O solo me ignoras? Debes tener mucho que contar, pero no quieres hablar.”
Las palabras resonaban en su mente, recordaba la última conversación que tuvo con Morrigan, le inquietaba, pues ¿por qué recordaba eso ahora? Lo más curiosa era que quizá Morrigan no estuviese muy lejos de donde estaba él.

-Debo dejar de pensar tonterías. –se dijo a sí mismo. –salir de esta situación parece  imposible.
Se encontraba sujetado con cadenas, las cuales eran bastante largas y e dejaban moverse bastante bien, pero se sentía tan agotado como para querer hacer algo. –Toda mi gran fama, y estoy aquí tirado en el suelo sin poder mover un dedo. –Los ojos los tenía vendados. –Ya no recuerdo la luz del sol –ya casi no recuerdo su rostro. –Estaba hablando con él mismo.
-Dicen que eres uno de los demonios más poderosos sobre las tierras de Natian, sin embargo… -el chico no se le acerba mucho solo por precaución. –solo mírate.
-¿Mirarme? Para hacerlo necesitaría un espejo –sonrío ligeramente –aunque ya sé que soy bastante apuesto.
-déjate de tonterías, ya casi se llevara la ceremonia –el chico bastante confiado sobre el poder del bando donde él estaba hablaba sin limitaciones.
-Te preguntaré algo… ¿sabes quién arrojo el alma de Erzebeth al Bosque Oscuro? –se levantó un poco, pero aún seguía en el suelo. –No ¿verdad?
-Y tú si sabes…
-Eso es una pequeña leyenda que revolotea entre demonio y almas perdidas. Que esa alma y la de Morrigan tuvieron algo que ver con el Dragón Devorador de Animas…
-¿Enserio quieres que crea eso? –mejor déjate de tonterías y prepárate, esta noche la gran Erzebeth liberara la mayoría de las almas y seres que están en el bosque.
-¿Erzebeth? Jajajajaja –su risa hacía notar su falta de energías.
-¿Qué es tan gracioso?
-Pues que ella se lleva toda la fama, pero lo único que hará es llevarse la gran parte de mi poder. Es solo una farsa, mentiras, mentiras. Tonterías. –las últimas palabras las decía ya murmurando.


+Hace cincuenta años atrás*

La brisa de las altas montañas se llevaba los quejidos de la batalla que se libraba, nada ni nadie podía evitar lo que estaba pasando. Con toda la carga que tiene es imposible dejarle ir. Un shinigami buscando el alma condenada.
Estaba tirado en el suelo, quizá la sonrisa disfrazaba lo que realmente sentía. -¿Nunca dejas de sonreír? –pregunto Medicci
-Lo mismo me pregunto alguien en el último pueblo que estuve. –Kuroi le agradaba el clima de aque lugar, lo estaba disfrutando a pesar de la condición en que estaba.
-Sabes bien la cadena que arrastras, y sabes bien que yo debo hacer. –Medicci le apuntaba con la espada. –tu alma ira directo al Bosque Oscuro y pasaras una eternidad en ese lugar.
-¿Una eternidad? –la palabra retumbaba en su mente. –una eternidad dices.

Volvió en sí, sintió un escalofrío, quitarse la venda de los ojos no resultaba difícil, pero sentía… miedo. –¿Es eso? Siento miedo de lo que me vaya a pasar, de ver lo que el karma me tiene preparado. –sintió que le tomaron por el brazo para levantarle.
-El ritual va a empezar señor Kuroi. –la voz de Erzebeth hizo eco en aquel lugar. –para ahorrar tiempo te diré una simple cosa. –se le acercó al oído. –donde intentes hacer una tontería esa chica perderá la cabeza y su alma será condenada a pasar algo peor de lo que pasara la tuya.


+Orquídea Lóbrega+
El plan ya estaba, los shinigamis estaban y cooperación de los cazadores estaba también. ¿Entonces qué hacía falta para buscar a Erzebeth?.
-Valor –Hikari miro a lo lejos. –No creo que ellos quieran ir, sus piernas tiemblan.
-Debes bajar la voz Hikari, tus comentarios pesimistas invadirán a los demás –dijo Gilmore
-Hikari, ¿puedo hablar contigo? –Liz estaba frente a la shinigami, se notaba que se había armado de valor antes de poder ir a donde ella.

Llegaron a uno de los jardines dentro de la Orquídea y se sentaron a hablar.

-Dime, ¿qué era? –Hikari rompió el silencio.
-Pues… son varias cosas. Pero primero y antes que nada. ¿Qué sabes sobre Sasha?
Los ojos de Hikari se posaron sobre los de Liz. –Nada, la última vez que lo vi, fue llegando al pueblo cercano al Bosque Oscuro
-Ya veo. –bajo la mirada
-Te preocupas mucho por ese egocéntrico. –sonrío pícaramente. –Sabes, está vivo, en problemas quizás, pero vivo. Hierba mala nunca muera.
-Eso espero. –se le escapo. –Yo… no…
-Tranquila. –le sonrisa se volvió cálida.
-Bueno lo otro era –cambiando el tema rápidamente. –Sobre Celilia.
-Tranquila, solo ha sido un mal entendido. Ella no era la sospechosa realmente sino Fiorella.
-Ya veo, por cierto ella –no sabía aún como entablar bien la conversación, al fin y al cabo tenía mayor rango. -¿Qué harán con ella?.
-Estefanía ya le tiene en la mira. Es difícil que resulte viva de esto. Fiorella se buscó un gran problema. –una vez más miro a los ojos a Liz. -¿Algo más?
Miro detenidamente los ojos de aquella chica. –Sí, ¿cómo lo haces?
-¿hacer qué? –su mirada desprendía duda.
-¿Dónde estás? Sé que lo que tengo al frente no es más que una marioneta, ¿no es cierto? ¿Cómo haces para pasar al gran salón? Esta tan encantado, que es imposible que puedas pasar sin ser detectada.
-Eres muy hábil, estoy bastante cerca. Pero esto es algo que debe quedar en secreto. Nos veremos en el bosque. –se dio la vuelta y se despidió de la chica. –hasta pronto “Shinigami de Tinta.”
-¿Shinigami de… tinta?



“Estaba ahí, las lágrimas en su rostro se perdían en la corriente del río, nada la consolaba, quería morir, ella quería realmente morir. Era mi oportunidad, era lo que necesitaba, pero… me hizo dudar, y le di otra opción, le di a escoger. Le dije que la venganza la ayudaría. Le dije que sería mejor. ¿Pero y yo? Mi alma ¿qué? Ahora que lo pienso, fue bastante estúpido.”

Hablar le hacía sentir mejor, la habitación era bastante cálida y así podía relajar la mente. Además la chica lo escuchaba atentamente.

-Entonces, ¿tú la salvaste, pero también te salvaba a ti? –Lilith, en la habitación de siempre, escuchaba a Kuroi.
-Te equivocas, si yo devoraba  esa alma en ese momento, podría haberme salvado y estar sin ningún contrato. Pero le di esa opción, aun así pude haberme aprovechado, pero estaba demasiado débil y el contrato dividió el poder a la mitad.-Kuroi miraba el candelabro en la mitad del techo de aquel lugar.
-pero… eso significa que conmovió tu alma.
-¿Conmovió mi alma? –pensó unos segundos. –Tú tienes algo especial. Morrigan te ha puesto aquí por algo. No sé ni cómo llegue aquí, pero tú has calmado mi alma que lloraba.
-Estás hablando tonterías, debes reunirte pronto con Estefanía, debe estar haciendo berrinches y alborotos por encontrarte. –su gentileza era tan tranquilizadora. –Yo estoy aprendiendo como usar los poderes de Cazadora, así que pronto iré a ayudarles.
-Eres tan tierna. –Se le acercó un poco -¿puedo darte un abrazo?

Pero el descanso se acabó y regreso a la realidad, sentía como si la gravedad hubiese aumentado y lo halara el piso. Imposible levantarse. Escucha como Erzebeth hacía conjuros, en lenguas que él conocía, pero su cabeza estaba tan llena de cosas que se le era imposible pensar en algo en concreto. Hasta que escucho como si quebraran una fina pieza de porcelana. Él conocía ese sonido, sabía que eso era un sello roto, pero esta vez, eran cientos de sellos, la cantidad de poder que le habían extraído, era lo suficiente para eso. Volvió a perder el conocimiento.



-Sabes, me encanta comer dulces. Yo solo espero no enfermar por esto. –comía pequeños biscochos. –deberías probar uno. Veras, te va a gustar.
-Te he dicho que no. –se sentó dándole la espalda. –Yo no voy a estar en esas…
La chica lo abrazo por la espalda y le empujo uno de los biscochos en la boca–Estas tan amargado, come dulces y veras que te endulzas. –sus risa sonó melodía para él.
Mastico un poco aquel dulce y la miro. –Tienes razón…esto sabe tan bien. Dame otro.

Abrió una vez más los ojos. Ya no estaba en el mismo lugar de antes, lo podía sentir. Sentía como sus cadenas se movían. Algo más estaba atado junto a él.





“Las nubes en el cielo eran grises, ocupaban todo espacio y no dejaban ver más allá de ellas. Los gritos de terror gobernaron primero los alrededores, luego todo el lugar. Natian estaba bajo las tinieblas. Las personas buscaban refugios y los seres liberados destruían todo a su paso, nada ni nadie que se encontrara en el camino de ellos se salvaba. A lo lejos se escuchaban los rugidos de un Fogus de Arena, y la risa de las brujas. Asesinos, Cazadores y Shinigamis, todos acabaremos con esto.”
Fueron las últimas palabras de Medicci al despedir a sus ocho shinigamis.






Empecé escribiendo pensando en algo más, y al final el capítulo resulto ser totalmente distinto.

Espero que lo disfrute, insistiré y pediré que comenten. Gracias y hasta la próxima.

lunes, 16 de septiembre de 2013

*Anima* Capítulo #19 "¿Es amor?

"Eres tu el que no le dedicas tiempo a mirar más allá de tus palabras, acaso... ¿has visto lo bonito del cielo de aquella  noche?"

-¿Me estas escuchando? – August se le acababa la paciencia.
-No puede ser, ¿qué haré? Debería quizá… -Estefanía definitivamente no lo oía, lo ignoraba totalmente.
-Creo que está preocupada por lo de Kuroi. –Lilith agrego algo más.
-¡OYE! Préstame algo de atención. -¿paciencia, dónde?
-Deberías de guardar silencio. Medicci mandará a llamar, lo sé. Ya envié el mensaje, y para que sepas aclare que tú fuiste el culpable de toda esta situación. –Estefanía estaba en un llamado “berrinche”.

+Orquídea Lóbrega+

El mensaje efectivamente había llegado, y Medicci no parecía nada contento. Erzebeth podría usar los poderes de aquel lusht para romper los sellos hecho por los asesinos en el Bosque donde arrojaban las almas.
-¿Hablaste con ella? –pregunto Medicci.
-Es inútil, casi no salgo viva de ahí. –Celilia le respondía.
-Entonces habrá que reunir nuevamente a los  Shinigamis. No permitiré que Erzabeth libere algo de ese sitio.
-¿No lo permitirá? Acaso ha olvidado que ella ya tiene a Morrigan… -pensó uno segundos –ahora a Kuroi, creo que debe enviar a un grupo muy selecto ahí.
-Lo sé.



+Ciudad Azul+


Los cielos estaban oscuros, las nubes no se movían, pero la brisa fría recorría cada rincón de la ciudad. Nada podía ocultar ese mal presentimiento, saber que algo malo va a pasar y no poder evitarlo.
-¿Has visitado al otro lado de la puerta? –Roney tomaba la taza y se disponía a llevarla a su boca or un poco de té
-El cielo está igual que en Natian, solo que allá lo confunden con una tormenta. –Hikari estaba al otro lado de la mesa, recostada sobre sus brazos y con su cara inexpresiva. –Creo que esto se va a poner peor.
-¿Peor has dicho? –Detuvo la taza a solo centímetros de sus labios. -¿Pesimismo?
-Optimista con experiencia le llamaría yo. –la chica se levantó un poco –He recibido una carta la cual no debía llegar.
-¿Esa carta tiene que ver con este clima tan horroroso? –Roney al fin bebió algo de té.
-El clima solo es el comienzo, ya ha empezado. Libera pequeños seres, hasta poder controlar lo suficiente para liberar sellos de shinigamis. –bajo la mirada y tomo la taza que tenía en frente. –Estamos tentando a la suerte. –bebió apenas y un poco de lo que había dentro. -¿Sabes? Creo que debo salir de donde estoy y al fin mostrar la cara en la Orquídea.


+Ciudad más cercana al Bosque Oscuro+


El aire frío dañaba los cultivos, todo se comenzaba a marchitar lentamente. Los animales corrían de los alrededores. Parecía como si nada quisiera estar cerca de aquel lugar. En un pequeño puesto de comida estaba un despreocupado chico.
-Qué clima tan feo. –murmuro
-Así es, desde hace una semana se ha puesto así –respondió un señor.
-Hace una semana –dijo en voz baja. –Fue hace una semana que paso.
-¿Paso qué? –el señor preguntó
-Nada… nada que en realidad usted deba saber. –Le soltó una sonrisa. –dígame, iré hacía el noreste, pero ¿aún existe camino ahí?
- ¿acaso es usted shinigami? –el señor no era ningún tonto.
-Sí. –saco la máscara de atrás de la capa y se la puso. –Ahora deberé matarlo para que se mantenga el secreto.
-¿QUÉ? –la cara de pánico se vio en seguida.
-jajaja eso solo broma.
-uff, no haga eso señor shinigami. Mire, el camino no funciona desde hace buen rato, aunque varios shinigamis han pasado por aquí desde que el camino ya no está. ¿No debería saber eso usted?
-La última vez que vine aquí fue a acompañar a alguien. Jamás he dejado un alma allí. –dirigió la mirada en dirección del bosque.
Emprendió su camino a aquel lugar, tenía que completar una misión antes de volver a la Orquídea como pedía la carta recibida hace una semana.

Shinigami #3 Sasha
Regresar inmediatamente a la Orquídea Lóbrega.
Razón: Captura del Lusht Kuroi por Erzebeth.
Reunión de la orden con la mayor brevedad posible.”

-Como detesto este tipo de cosas. –se dijo así mismo. La brisa fría volvió a soplar, esta vez él tuvo la sensación de que estaba más fría. Pero ahí adelante cuando todo parecía tranquilo, estaba ella sentada. Era como si estuviese esperándole.
-Has llegado al fin. –a chica le sonrió.
-¿Es por ti que me han hecho venir hasta acá? –el pregunto
-Mate la cantidad necesaria de ciudadanos, y mandé a no solo, como sobreviviente para que llegara al pueblo pidiendo ayuda del shinigami “Despiadado”.
-Prefiero “Sangriento”, pero creo que aún tengo que hacer más por ese título. –respondió con una sonrisa descarada.
-Estoy tan feliz de que ya estés aquí, pensé que tendría que ir a matar más personas. Además hasta quizá enviaban a otro shinigami. –la chica parecía no importarle mucho lo anteriormente dicho.
-¿Y… a qué se debe el honor? –Sasha ya comenzaba a examinar la situación.
-Soy Rugal.  –movió su cabello que parecía sincronizar con la brisa. Los largos cabellos naranjas revoloteaban. –Y te amo.
-Me… ¿amas? –volvió a sonreír. -¿En qué sentido?
-Te quiero solo para mí. –fue simple la respuesta.
-Debes justificar un poco más antes de decir que amas a alguien. ¿Sabes que yo amo?
La chica lo miro de arriba abajo y se relamió los labios. –Dirás algo como “Amaría estará lejos de aquí” ¿cierto?

La expresión de Sasha le dio la razón a la chica. Era cierto. Era justo lo que iba a decir. -¿Eres una bruja? –la miro nuevamente -¿Qué quieres realmente?.
-Ya te le he dicho, te quiero solo para mí. Porque te amo. –no estaba más claro.
En un parpadear la chica ya estaba detrás de él abrazándole por la espalda. No le dio tiempo de pensar cómo reaccionar. –No es posible –se dijo a sí mismo en la mente.
-Venga Sasha, corresponde a estos sentimientos. –La chica se abalanzo sobre él, lo rodeo con sus piernas y lo abrazo más fuerte. –Ámame –le dijo al oído. –Y sin dudar le modio la mejilla.
Eso lo hizo reaccionar más rápido de lo que el mismo esperaba, levanto los brazos y la tumbo. Se dio la vuelta. –Lo siento, pero soy un alma libre. No te puedo amar. –se limpiaba la mejilla, la chicha había roto la carne con la mordida.
-¿Acaso hay otra? –la mirada de la chica se entristeció.
-Para nada, ya lo he dicho, prefiero no estar comprometido. –La miro serio, pero era inevitable que se le escapara una ligera sonrisa. –Vaya loca –pensó.
-Así que es eso. Bueno no importa ya. De todas formas te conservaré. –La chica se levantó.
-¿Qué? –fue a dar un paso a tras pero sus piernas se lo impidieron. –Pero… -cayó de rodillas y su vista se fue nublando.
-Flor de la Noche. Mastique de eso hace un rato. Antes de que llegarás. –le dijo. –Adormece el cuerpo si entra en contacto con la sangre.
La vista del chico apenas y distinguía las luces del día. –Vamos a divertirnos un montón querido Sasha. –la voz de la chica se escuchaba ya distante para él.
-Me vas a amar. –fue lo último que escucho.












Corto, pero cumplo. Disfruten leyendo, lo hago con amor, un teclado e inspiración. (dice cosas bonitas para que le tengan consideración.)

viernes, 6 de septiembre de 2013

*Anima* Capítulo #18 "Lo que no Debía Pasar, Paso"

"Se podría describir la felicidad en simples palabras, pues lo que te hace feliz o lo que me hace feliz está en el diario vivir."



El camino de esos cuatro shinigamis se volvió a separar desde aquella vez que encontraron aquel escrito. Pero ninguno de ellos dejaba de pensar en lo que decía, además...
-La shinigami que más entradas al bosque Oscuro tiene es Celilia.-dijo Hikari
-¿Insinúas algo? -comento Sasha -porque si no es así yo si diré algo.
-Acaso dicen que ella tiene algo que ver -expreso Gilmore algo perdido.
-Pues nadie es inocente en este mundo ¿No? -sonrió Sasha.

Si era así, un alto rango estaba involucrada en muchas cosas, malas. Pero como también nadie es inocente, puede que todos lo sean y ella no tenga nada que ver. Son dudas que pasaban varias veces por la cabeza de Gilmore, ere casi inevitable sospechar, pero ¿sería lo correcto comentar esa grave acusación con Medicci?. El al fin y al cabo es abuelo de Celilia.

-Parece que no dejas de darle vueltas a lo que hablamos con Sasha y Hikari. -al fin rompió el silencio Liz
-¿ah? pues si. Es... extraño por así decirlo. -respondió el chico.
-Lo sé, no hace mucho me entere que la shinigami número uno es nieta del señor Medicci. -Liz hablaba, pero no parecía preocuparle mucho eso.
-¿Realmente te preocupa todo esto? -Gilmore la miro extrañado.
-En sí que ella tenga que ver con esto... pues no. Pero hay algo más que me preocupa.
-¿Algo más? -el chico aún no le entendía
-En la biblioteca leí varias cosas, Kuroi el lusht que fue sellado en el bosque por Medicci...
-¿aja?
-Es el mismo lusht que acompaña a la shinigami número dos, Estefanía.
-¿Qué? un momento, pero que dices... -estaba bastante sorprendido.
-¿No te parece extraño que Medicci aceptara a Estefanía como shinigami teniendo un contrato con ese lusht? además ¿Cómo hizo para salir de ese bosque estando sellado?
-Es bastante curioso todo, parece que de verdad todos somos sospechosos de algo. -rió ligeramente





+En mitad del bosque+


-vaya, pero si eras tu realmente, Celilia tenía razón, me estabas buscando. -Fiorella sostenía la sombrilla en alto y miraba fijamente a Estefanía.
-Y tu tontamente has venido a mi. Creo que te dieron el rango con los ojos vendados. -Ella parecía muy segura.
Cerro la sombrilla y le volvió a hablar ya algo enojada. -Escucha bien, hoy te mataré, y robaré tu rango.
-¿Para?¿Contarle más cosas a Erzebeth? -No dudaba -creo que debes dejar eso ya.
La chica ataco de inmediato. La sombrilla parecía débil y quebradiza, pero era todo lo contrario. Estefanía detuvo el golpe con su mano derecha, se percato de inmediato que eso no era simplemente para taparse del sol.
Inmediatamente comenzó a adsorber la sombra de Fiorella hacía la de ella misma, y con esto levanto una hoz, de mango largo y hoja afilada. El contraataque fue de inmediato, no dudaba ni un solo segundo, pues estaba segura de algo, esa chica era una traidora.



+Mucho más adelante+

-No debimos dejarla sola. -comento Lilith
-Si quieres regresar, por mi bien, pero te diré que esta dándose ya la batalla, y es contra alguien que le dicen "la Decapitadora". 
Lilith trago saliva. -O bien podemos esperarla aquí.
-jajaja, eres tan simpática... -la miro tiernamente.
Pero en el descuido de la conversación, no notaron que los observaban, y sin más fueron sorprendidos.
-Las manos a la cabeza, ambos. -grito la voz de un hombre.
-¡Vaya! Pero que descuido el mió.-Dijo Kuroi sin dejar de sonreír.
-Ponlas ya, o te pongo una flecha ente los ojos...
-A ver si puedes... -inmediatamente respondió el lusht
-¿Quiénes son? -Un joven, mucho más joven del que hablo primero cuestiono.
Lilith que tenía ya las manos en la cabeza habló. -Nosotros no buscamos problemas, solo nos perdimos en el bosque.
-¿Perdidos? o escapando por el bosque. -Dijo el joven. Luego miro bien a la chica, vio la marca en su brazo izquierdo. -¡Tu! Eres parte de nosotros, ¿Por qué no hablaste antes?
-¿Qué? -sin querer se le escapo a Lilith
-Si, ¿qué? -hablo Kuroi -aah, ya veo, sí. Ella es parte de ustedes, no la matarían ¿Verdad?
-¿Qué cosas dices tu? -le dijo al oído Lilith a Kuroi.
-Calla, ellos son cazadores. Ni se te ocurra mencionar que o quién soy yo. -le dijo aún más bajo.
-Bajen las armas, están con nosotros. -al fin dio la orden aquel chico.

Eran altas torres escondidas dentro de aquel laberinto llamado bosque, ahí estaban los llamados Cazadores de Almas. Asesinos igual que los Shinigamis, pero ellos alegaban que lo hacían por buena causa y sin cobrar. ¿Pero acaso no abra provecho alguno en todo eso?.

-Mi nombre es August, líder de los Cazadores de Almas. -su tono y su acento enamorarían a cualquiera.
-Soy Lilith y él es... -Lilith estaba parada al lado de la celda.
-No hace falta que lo digas. Sé quién es. Lo que me extraña es que hace contigo. -Dijo August
-Pues si me dejaras salir, quizá te lo explicara. -Kuroi no borraba la sonrisa picara de su rostro, parecía disfrutar aquello.
-¿Qué eres? -una chica, quizás doce o trece años podía tener. De cuclillas a un lado de la celda donde estaba Kuroi. -¿Un Nefilin?
-No -Kuroi la miro algo curioso.

-Ven aquí y dime, ¿por que nunca antes habías venido a nosotros? -pregunto el joven.
-Pues verás, estaba en un viaje con una shinigami. -la habitación quedo en silencio.
-¿Con una shinigami? -pregunto August
-Sí, Hikari. Ella y yo nos ayudábamos mutuamente, pero por motivos ajenos a nosotras nos tuvimos que separar en este viaje.
-Hikari... ya veo.
-¿La conoces?
-sí, la vía hace meses en el bosque oscuro.


La sangre corría, y la hierba se manchaba con esta. Ninguna de las dos aún había sacado su espada, pero Fiorella perdía bastante sangre. Estefanía tenía varios golpes.
-Venga, ya basta de toda esta tontería. -Fiorella levanto la sombrilla a la altura de su pecho y del mango de esta comenzó a sacar la espada.
-Una espada oculta, como tiemblo. -el sarcasmo no quedaba más expuesto de parte de Estefanía.
Pero Estefanía no era tonta, se levanto y sacudió un poco la oz, y en un parpadear quedo a un metro de Fiorella, pero antes de dar el ataque final, entre las dos apareció Erzebeth. Una figura siniestra, tan repentinamente, detuvo el ataque con su propia espada, gruesa. Se escucho la resonancia, la melodía de los dos filos chocando. La oz de Estefanía se desvaneció. Y enseguida estiro sus manos hasta el rostro de Erzebeth. Esta la empujo fuertemente.
-Atrás chica, no hagas cosas de las que te arrepientas luego.
-¿Arrepentir? -Estefanía se veía bastante serena.
La mujer levanto los brazos y las sombras rodearon a Fiorella junto con ella, desvaneciéndose frente a los ojos de Estefanía.
Pasaron diez o quizá quince segundos. -uufff  que alivio que se fue. -cayo sobre sus rodillas. -Era imposible que yo peleara con Erzebeth sin tener a Kuroi a mi lado. Por cierto...


Los tambores resonaban, y la conversación fue interrumpida. Un ejercito de orcos se aproximaba por el sur.
-Señor, no han  encontrado. -dijo un hombre.
-Preparen para atacar. -ordeno August. -Lilith ven conmigo.

Le dejaron solo en aquel lugar, Kuroi podía oír las trompetas y tambores de guerra. Puso sus manos sobre los barrotes de la celda, y su cuerpo atravesó aquello que se suponía que le debía impedir el paso con tanta facilidad.
Afuera todo era un caos, gritos, espadas y muerte. Cazadores contra orcos y uno que otro troll. Kuroi solo pasaba de largo a todo eso, evitar problemas a toda costa. Pero a medio camino sintió que le sujetaron el brazo derecho.
-¿A dónde vas? Kuroi Lusht que escapo de un sello de Shinigami. -August sabía quien era él.
-Dejame ir. -fue lo único que dijo.
Cuando August levanto su mano del brazo del Lusht había un sello, un estrella de cinco puntas, en el centro un circulo con una llama. -No permitiré que escapes. -Dijo el cazador.

Pero las cosas se complicaban más y más. Alguien hizo su aparición sin previo aviso. Sí, Erzebeth.
Sujeto a Kuroi por el cuello. -Gracias chiquito, acabas de hacerme el favor de sellarlo.
-No, suéltalo. -August no sé esperaba eso.
-Me lo llevo. Él me ayudara muchísimo. -Erzebeth ya lo tenía en sus manos literalmente.
Kuroi no podía usar nada de sus poderes, estaba sellado. -Suéltame baratija de demonio.
-¿Cómo me has llamado? -puso su dedo indice en la frente de Kuroi -vamos a ver que tanto te dura la arrogancia.
La vista se le nublo y poco a poco se le cerraron los ojos.

-¡KUROI! -el grito a lo lejos capto de la atención de Erzebeth y August, pero no la del lusht. -¡Oye, mírame! -Estefanía a no más de cien metros se acerba lo más rápido que podía. Levanto sus brazos y hacía el movimiento de tratar de acercar algo, pero nada pasaba.
-¿Qué rayos pasa? ¿por qué no puedo? -se decía a si misma en frustración.

Erzebeth abrazo el cuerpo del lusht y comenzó a reír fuertemente. Mientras se desvanecía como hace un rato atrás. Sin que nadie se lo evitara.

Estefanía cayo de rodillas, los ojos se le llenaron de lagrimas, pero estas no salían. August se le acerco.
-¿Tu eres la contratista?
-¿Qué le hiciste? -pregunto seriamente, pero no levantaba la cabeza.
-Lo selle para tirarlo nuevamente al bosque oscuro.
-Eres un idiota. Y eso es poco.
-¿Qué?
-Lo hubiese podido arrastrar a mi sombra. Estaría a salvo conmigo. Pero tu... -levanto la cabeza y la rabia era evidente. -que idioteces haces, no puedo creerlo, ahora lo tiene y podrá romper los sellos del bosque.
-No... no puede ser.

"Hace cincuenta años atrás Medicci, Shinigami renombrado atrapo a uno de los lusht más buscado, Kuroi. Lo selló en el Bosque Oscuro en lo más profundo, para que jamás pudiera salir. Pero Kuroi era más fuerte de lo que Medicci sabía, y los diez años se libero. Y escapo de ese horrible lugar. Pero estaba muy débil, cansado y su vida en un hilo. Pero se enamoro, de un alma que estaba en igual condición que la de él. El contrato se pacto, y las almas de mezclaron."
-Morrigan, ¿acaso hablas de esos dos?
-Así es Lilith.


La distancia entre la vida y la muerte, es la misma entre la verdad y la mentira. Solo que algunos la llevan al límite. No sé sabe aún como salir del amor sin mentir o sin morir.











Aparecí, después de siglos sin pasar por estos lares. Lo bueno termine exámenes y me fue super bien! *wujuuuu*
Lo malo inicio cuatrimestre y no me dieron vacaciones T_T
Ve a la universidad decían, sera chevere decían. e.e mentirosos! xD Bueno si lo es, debo aceptarlo.
Gracias por leer. Comenten *pone cara de borrego a medio morir*

lunes, 26 de agosto de 2013

¿Acaso fue un asesinato?

Estábamos ambos en el auto, realmente no recuerdo a donde nos dirigíamos ni siquiera de donde salió el auto. Pero los dos nos encontrábamos ahí, en el momento. Recuerdo claramente que fui yo la que empecé, el solo conducía, pero yo empecé, lo bese en el cuello, luego en la mejilla, era como si no me pudiese detener, solo quería seguir. El volteo ligeramente su cabeza para corresponder uno de mis besos en la boca. “Al fin” me dije a mi misma en mi mente, las cosas se complicaron pues él ya me seguía la corriente. Se sentía demasiado real, tuvo que orillarse en la carretera para poder prestar toda su atención en mí, sus manos pasaron del volante a mis brazos, luego se paseaban por mi espalda, no lo podía creer, no habíamos llegado nunca a eso, caricias deseosas. Algo impropio diría yo, por mi parte ya estaba algo más adelantada, por no decir “fogosa”, mis manos se paseaban ligeramente debajo de su camisa. Fue tan solo un pestañear y ya estábamos en la parte de atrás del carro, yo estaba debajo de él, recuerdo su peso, me presionaba contra el asiento trasero del carro. Poco a poco levantaba la falda del traje que llevaba puesto, y yo sin más ya le había arrancado la camisa.
Entre tantos besos y caricias pensaba en mil cosas, “¿será correcto aquí? Jamás hubiese pensado hacer eso en un carro, debería decir que paremos, no, no puedo”. Lo sé, lo sé, si estaba fogosa realmente. Ya sentía un par de cosas más, tanto como física y mentalmente. Luego sin más calló sobre mí, sentía su peso, pero no me molestaba, pude sentir algo entra, pero eso me lo guardo para mí. Le llame dos veces por su nombre, ya no me besaba. No respondía, le volví a llamar, pero nada pasaba. –¡Hey! –le dije, que va, estaba acaso… ¿Dormido? Me levante y lo moví a un lado, pero la preocupación no paso por mi mente en ningún momento. Le mire un rato, leves segundos, acomode mi ropa, mi cabello algo estropeado, por no decir que muy estropeado. Baje del carro y cerré la puerta.


Comencé a caminar y deje todo eso atrás...

sábado, 24 de agosto de 2013

¡Hola!

Bueno, esto solo es para que sepan que aún sigo viva (aunque cueste creerlo).
Estoy en exámenes y pues eso consume bastante de mi tiempo, además estaba jugando también Bioshock, debo aceptarlo. Publicaré lo más probable la semana siguiente al menos dos capítulos para compensar el tiempo, ya los tengo, pero debo corregirlos.

Espero que estén bien, abrazos y hasta la próxima.
                                                                                       Atte.
                                                                                                Pues yo misma xD

miércoles, 7 de agosto de 2013

*Anima* "Saltando en las Nubes II"

"Aferrarte, quererlo y luchar por ese sueño. Eso es lo que deseo para ti."


La emoción de ver tantos libros era indiscutible, leer tanto y gratis era lo mejor. Ordenados alfabéticamente, por autor, año y temas, era perfecto. La biblioteca era lo que se esperaba, no había duda que encontrarían mucha información ahí.

-Debemos avanzar, buscar lo que necesitamos y salir. -dijo Gilmore algo preocupado.
-¿Por qué? Mira todos estos libros, hay mucho que leer. -Liz no superaba su emoción.
-Toda biblioteca tiene un guardián. Tengo entendido que el de aquí es bastante inquietante.
-Pues... ahora que lo mencionas, los pasillos son bastante amplios y todo esta limpio, lo que indica que algo grande cuida del lugar. Se deja el suficiente espacio para pasar. -agrego la chica.
-Busquemos ya, tengo un mal presentimiento.




+En algún sitio de un bosque+

Lilith corría sin mirar hacía atrás, cada vez que necesitaba girar para algún lado solo escuchaba la voz de Kuroi advirtiéndole por donde no ir. No sabía con quien se había quedado Estefanía, pero para enviarla de esta forma era de pensar que nada bueno pasaba.

-Venga, pero si tu eres la impostora, decapitando cuerpos de manera horrible. Obviamente ese no es mi estilo. -Fiorella se veía bastante segura.
-Caíste en la trampa, sé muy bien quien eres... seguro Erzebeth sabe bastante de nosotros gracias a ti. -la sonrisa de Estefanía demostraba una radiante inocencia.
-Quisiera saber como haces para enterarte de todo. -su mirada cambio a seriedad.
-Pequeña Fiorella, soy una sombra. Todo lo veo, todo lo escucho. -Estefanía sabía como pronunciar cada palabra para intimidar.
-Maldita loca. -rió suavemente. -déjame enseñarte quien debería ser la shinigami número dos.



+Nuevamente en la biblioteca+

Liz saco un cuaderno del pequeño bolso que le colgaba de la cintura, abrió más o menos en el centro hasta donde estaba escribo. Luego tomo otro libro dijo algunas palabras en voz baja y las letras, símbolos e imágenes del libro pasaron a su pequeño cuaderno, las páginas se llenaban solas de palabras.
Gilmore miraba desde un lado. -Así que por eso la enviaron. -de dijo así mismo. -Es una habilidad muy útil. -le dijo.
-¿ah? Pocas veces. -sonrió tímidamente. Miró a los lados, tenía varios libros sobre la mesa. Unos de ellos decía "Entradas y Salidas: Bosque Oscuro". -Este libro -lo tomo y abrió. -Tiene un registro de todas las almas que entran al bosque oscuro por parte de los shinigamis. Y dice que shinigami las a sellado.
-Eso debe servir. -dijo Gilmore curioso.

Ambos entretenidos en los libros no se dieron cuenta de que los miraban atentamente.
-uumm... no puede ser. -dijo una voz
-¿ah? -ambos miraron hacía atrás
-Si tu eres la shinigami diez... ¿tu eres? -la chica que los observaba preguntaba.
-¿Quién eres? -Gilmore puso su mano sobre el mango de la espada.
-¡Vaya! Cálmate, solo busco al shinigami Sasha. -dijo la chica.
-¿Eres su amiga? -pregunto Liz
-No -sonrió picaramente. -pero lo ando buscando.
-No vas a responder... -Gilmore desenvaino la espada.
-Soy Rugal, mi misión, no dejar que salgan vivos de aquí. Y por supuesto encontrar a Sasha.
-oye tu... -no le dió tiempo de terminar lo que decía cuando ya atacaba.
Liz tomo el cuaderno y salió corriendo. Escondiéndose detrás de una montaña de libros. Miró para asegurarse que no estaba en peligro. Cuando se iba a levantar su mano se poso sobre un libro en especial. Los símbolos que tenía afuera se le hacían conocidos. -Los he visto antes. ¿Pero dónde? -abrió el cuaderno y copio varías páginas. Cuando un rayo corto a mitad de la montaña en la que se escondía.
-¿Una shinigami huyendo de la batalla? -Rugal gozaba de lo que hacia.
-¡oye! no te hemos hecho nada, ni estos libros mucho menos, deja ya de hacer alborotos.
La chica apunto con su dedo indice hacía Liz, y de la punta del dedo comenzaron a salir chispas.
-¡Joder, deja ya de hacer eso! -corrió pero al levantar la vista, apenas y pudo evitar chocar con él. Dio dos o tres pasos y quedó justamente a un lado de él.
-Liz apártate, es el guardián. -Gilmore apareció una vez más algo golpeado y despeinado.
-¿Qué hacen? Destruyen mi santuario. No se los permito. -la voz sonaba gruesa, hablaba despacio. Su mirada inspeccionaba a cada uno de los chicos.
-jajaja, lo lamento señor mino-tauro, pero mi trabajo es deshacerme de estos dos chicos, son shinigamis problemáticos. -Rugal habló
-Problemática tu -señaló Liz.
Rugal lanzo el rayo al mino-tauro. Y seguido lanzó otro más en dirección a Liz. La chica actuó rápidamente desviándolo con la espada.
-Debemos salir Gilmore -le dijo Liz al otro shinigami, moviéndose despacio hasta él.
El mino-tauro se levantaba, miró a Rugal. -eres una amenaza al santuario debes morir.
Rugal solo sonrió. -Inténtalo.

Los dos shinigamis comenzaron a correr. -¡aaah! nadie dijo que secuaces de Erzebeth vendrían a matarme.
-Calma Liz, todavía hay que bajar de aquí.

Cuando cruzaron la puerta de salida, sintieron la ola expansiva de la explosión. Rugal venía con uno de los cuernos del mino-tauro en la mano. -¿A dónde van ratoncitos de biblioteca.?
Gilmore estaba en el suelo inconsciente. Liz más atrás se levantaba. -¿Qué quiere Erzebeth?
-Nada, solo no quiere que estén vivos. -Rugal era bastante clara al responder. -levanto la mano derecha y trazo una linea con un diminuto rayo. La isla comenzó a desmoronarse del lado donde estaba Liz.
-No, no, no... ¿qué pasa? -Liz estaba más que preocupada.
-Adiós shinigami -exclamó Rugal mientras lanzaba un rayo con dirección a Liz.
Resbalo, la espada cayo primero, luego Liz. Iba despalda hacía el precipicio, no podía ver, no quería ver. -¿Qué hago?, no puedo... ¿qué? -se preguntaba en la mente -¡aaaaaaaah! -caía con toda la ley de gravedad.

Rodeo su cintura, sintió el calor de su cuerpo, pues el miedo que sentía la tenía fría como nieve. Apenas y abrió un ojo para mirar, el ojo izquierdo para ser exactos y solo vio la larga cola de cabello agitarse con el viento.
-¿SASHA? -grito de alegría.
El shinigami la tenía en sus brazos, pero eso no solucionaba el problema estar cayendo. Sasha alcanzo la espada de Liz la sujeto con la mano disponible. -"otkrytoye pole"* -clavo la espada de Liz y soltó a la chica.
Liz lo primero que hizo fue mirar el suelo, o lo que creía que era suelo, para su sorpresa, estaba sobre un cuadro traslucido aún lejos de la tierra. -¿Qué... es...? -comenzó a preguntar.
-¡HIKARI! el pedazo de la isla... -grito mirando a su derecha.
Liz inmediatamente miró. Hikari que parecía dar pequeños pasos en el aire se dirigía velozmente hacía el trozo de la isla que se desprendió. Salto sobre el y clavo ambas espadas. -"Folia"* -en un destello la gran roca se convirtió en un montón de hojas cayendo al viento.
La shinigami se dejo caer junto con las hojas. 
-Debemos hacer algo -dijo inmediatamente Liz -caerá.... -fue interrumpida por Sasha.
-Es una marioneta, da igual que se estrelle contra el suelo. -miro a Liz. -Bajemos, ahí viene Gilmore. -comenzó a bajar como si fuese una escalera, pero realmente Liz veía apenas lo que pisaba. Lo hacía despacio.
-no veo bien... -exclamo.
-Apresúrate espantapájaros antes de que el camino se borre y caigas.
-Es Liz, y no me dejes.

Una vez en el suelo le devolvió la espada a Liz. Gilmore bajo y se encontraron con Hikari.
-¿Qué hacen dos shinigamis de alto rango aquí? -cuestiono Gilmore.
-Yo me dirigía a una misión y me encontré con Sasha que me dijo lo que pasaba. -contesto Hikari mirando hacía la isla.
-Yo pasaba y vi el humo en la isla. -continuó Sasha.
-¿Como llegaste tan rápido a arriba? -seguía preguntando Gilmore.
-¿Acaso no sabes que los shinigamis abren puertas donde ya han estado. Subí, pero Liz estaba cayendo, tuve que volver a bajar.-sarcasmo era lo que se escuchaba en su voz.
-hump, lo que importa es esa chica. ¿Qué le pasa? -la cara de molestia en Liz era evidente. -Además... eso ¿acaso era un campo?
-¿Qué chica? -desvío inmediatamente Sasha.
-Dijo que su nombre era Rugal si no mal recuerdo. -respondió Gilmore.
-Rugal... esta con Erzebeth, me la he encontrado antes. -Hikari añadió. -Es bastante peligrosa, es buscada por cazadores y shinigamis.
-Buscaba a Sasha. -Liz miro a Sasha algo curiosa.
-¿A mi? ¿Por qué? -Sasha la miro perdido.
-Bien, lo importantes es... ¿has podido sacar algo de esa biblioteca? -pregunto Hikari.
-Claro que sí. -saco el cuaderno, abrió en las páginas donde se copio las entradas y salidas del bosque oscuro.
-Vaya, pero si has hecho una buena copia de ese libro. -dijo Sasha.
Era evidente que había varios nombres de shinigamis conocidos. Hikari, Celilia, incluso Estefanía. -ni una sola vez sale tu nombre Sasha -comento Liz.
-No hace falta, ya sabes que elimino las almas ahí mismo. -Sasha respondió.
-Pero que dice aquí. Medicci... -leyó Gilmore en voz alta. Todos corrieron a mirar al cuaderno.
-Kuroi fue metido ahí por Medicci.... eso si que no lo sabía. -Hikari rió 
-¿Cómo hizo para salir? -Liz pregunto
-Esa es la gran pregunta espantapájaros. Nadie sabe, claro excepto Estefanía. -Sasha se expresaba alegre.
-Pero además de eso, hemos descubierto otra cosa. -Menciono Hikari.
-¿qué? -Gilmore decía para no quedar en silencio.
-Erzebeth jamás fue sellada en ese bosque, solo arrojaron su alma ahí, no esta documentado.
-Es cierto. Lo que significa que fácilmente pudo escapar y poseer un cuerpo. -añadió Sasha.
-Eso es terrible.

Los cuatro shinigamis deducían cosas frente al cuaderno.




+Mientras tanto...+


-¡Que le corten la cabeza! -gritaba Estefanía mientras su risa tétrica amenizaba el ambiente. 










*otkrytoye pole: (открытое поле) campo abierto (ruso obviamente)
*Folia: hojas (latín)



Espero que disfruten el capítulo, estoy subiendo muy seguido debido a que tenía ya bastante escrito.
Comenten señores no puedo saber si les gusta. e.é

lunes, 5 de agosto de 2013

*Anima* Capítulo #17 "Saltando en las Nubes I"

"Fuerza, control, esperanza y sabiduría."


Por mucho que leía las instrucciones no conseguía saber de que se trataba eso. Tanto alboroto para calmar al shinigami para que al final disidieran que iría a otra misión. Algo estaba pasando cuando necesitaban la mayor cantidad de asesinos en todo Natian, pero no se explicaba por qué. Liz podía ver la cara de preocupación de los altos mandos, pero sin embargo sacar información de ellos es casi imposible. Digo casi pues es de saber que Estefanía es especialista en recolección de valiosa información no importa de quien. 
Pero ahora la misión era ir a buscar la lista de entrada y salida del bosque oscuro, en una biblioteca, que según lo oído es algo difícil de llegar, pero valdría la pena.

-Me alegra que estemos juntos en una misión, he oído hablar muy bien de ti a pesar de un rango tan bajo. -Un chico con voz bastante agradable le hablo.
-¡rango bajo! -volteo algo molesta, pues era una común broma de Sasha -que te he dicho de burlarte de... -noto que no era quien pensaba. -¿Tu quién eres? -miro sorprendida.
-Mucho gusto shinigami Liz, soy Gilmore shinigami número cinco.
-Un placer... eres tu con el que debo ir a la biblioteca ¿cierto?
-Así es, ¿nos vamos ya?





+Cercanías de los grandes ríos del Sur+

-Venga, estoy aburrido, no quiero seguir caminando -la cara de tragedia se extendía en su rostro
-Siempre te andas quejando... además ustedes dos me deben una explicación... ese día cuando Kuroi te trajo, estabas llena de sangre e inconsciente ¿qué paso? -Lilith se quejaba y preguntaba.
-No paso nada, no ves que esta viva -respondió sarcásticamente Kuroi
-Dejen de pelear. Lilith debes de estar tranquila, te explicaré algo que a casi nadie le digo, pero debes saber para que no te preocupes. -al fin respondió Estefanía
-¿le vas a contar? Yo tu no lo haría -Kuroi seguía entrometiendoce.
-um, él y yo estamos bajo un contrato, dividimos la fuerza, poderes y salud. Cuando en una batalla me lastiman, generalmente los golpes pasan a él y yo sigo intacta. Así aseguro la victoria y el alma que él devora lo sana completamente. El trato es mantenerlo a el como demonio y él a mi como humana. A medida que deje de comer las almas su cabello se torna negro. Se va humanizando.
-y ella se va convirtiendo en un demonio. -completo Kuroi algo serio.
-Ya veo. O sea que mientras él reciba los golpes tu puedes seguir bastante bien.
-Sí. -miro sonriente a Kuroi -Vamos al desierto, pero primero haremos un par de paradas.





+Bosque Oscuro ~ Castillo de Erzebeth+


Caminaba de lado a lado en la habitación, sentía que ya pronto pasaría algo importante, pero la angustia la consumía. Debía guardar fuerzas para poder seguir adelante. Pero eso no era lo que más le preocupaba a Morrigan. -¿Acaso tendré tiempo de pasar todas mis memorias a esa chica?
-¿Hablas sola? -pregunto una chica que estaba a un costado de la habitación. Largos cabellos naranjas, ojos saltones, piel blanca e impecable.
-Dime una cosa, estas para vigilarme, pero aun así se ve que no te importa que ande de un lado al otro en l habitación. -Morrigan dudaba un poco
-Erzebeth dijo que así eres inofensiva, tarde o temprano sederas tus poderes.
-¿Cuál es tu nombre? Si es que tienes uno. 
-Rugal -sonrió. -dime una cosa ¿conoces al tal shinigami Sasha?
-¿Sasha? claro Rugal, puedo saber por qué preguntas por él...
-uumm no, no es nada importante.





"Dicen que en el cielo flotan las ideas de todos, se conectan sin querer y por eso es que pensamos igual muchas veces. Entonces ¿por qué nos cuesta tanto estar de acuerdo para hacer el bien?.


Mientras caminaban por el bosque sentía la presencia que les seguía no muy lejos, podía sentirla claramente, pero atacar en un momento así sería peligroso. -Kuroi, tengo una misión para ti.
-Lo has sentido cierto. ¿qué deseas?
-protege a la chica, que nada le pase, su vida es prioridad. Salta a su sombra. -la voz de Estefanía demostraba que la situación estaba bastante complicada.
Kuroi salto a la sombra de Lilith y ahí se desvaneció. Estefanía la miro. -Debes correr, lo más rápido que puedas y llegar al siguiente pueblo, si sigues recto no demoraras en llegar, Kuroi te acompaña por si acaso pasa algo.
-¿Qué pasa? ¿Algo malo? -Lilith se asustaba.
-No para ti, creo, pero por fin comeremos tarta de manzanas ¿o era de cerezas? -su mirada so volvía la inocente de siempre con la sonrisa provocadora.
-Bien, pero nos veremos en el pueblo... ¿cierto?
-Claro corazón. Kuroi, te llevare algo de ese pastel. -sonrío alegremente.

La chica comenzó a correr por el bosque huyendo de algo que no sabía que era, pero cuando tuviese la oportunidad le preguntaría al lusht que la seguía en su sombra.


-De-ca-pi-ta-do-ra. -sílaba por sílaba
-Así que eras tu.... manipulando todo desde las sombras. -la chica se cubría del sol con su sombrilla. 
-jajaja, muero por decapitarte Fiorella.
-Lo mismo digo Estefanía.



+Ciudad del Cielo+

-¿Cómo puede llamarse "Ciudad del Cielo" si esta en la tierra. La imaginaba en una montaña -cuestionaba Gilmore.
-Pues verás dicen las leyendas que la ciudad flotaba con un conjunto de islas en el cielo, pero cayeron. -respondió Liz sin quitar la vista del libro que leía. 
-Bueno, donde estará esta tan famosa biblioteca.
-Ni idea. -Liz al fin aparto la mirada del libro para mirarlo algo perdida.
-Disculpen, escuche por error que buscan "Los conocimientos del Cielo". -un aldeano les hablo.
-"Conocimientos en el Cielo" es el otro nombre que tiene la biblioteca cierto. -Dijo Gilmore.
-Sí, así es. Esta allá arriba. -el hombre señalo y así mismo los dos shinigamis siguieron con la vista donde apunta el dedo del hombre.
-¿QUEEEEEEEE? -los dos en coro gritaron.
-¿Cómo se supone que llegaremos ahí. -pregunto Liz
-Gracias señor -agradecía el chico -tranquila, tengo la solución para eso, quizá por eso me enviaron.

Caminaron justo debajo de la isla flotante que sostenía el gran edificio de la biblioteca. Era increíble ver semejante edificación flotando tan sencillamente en el aire. Se mostraba ligero.

-"Ripés"*-Gilmore levantaba una mano y la otra se la extendió a Liz -toma mi mano, vamos a subir.
Enseguida Liz tomo su mano poco a poco se fueron elevando, era como estar en el centro del remolido, el viento era fuerte, pero Gilmore controlaba bien muy esto. Cuando menos se lo esperaron llegaron a la isla flotante. Liz toco con sus zapatos el suelo y dio dos pasos.
-Increíble -fue lo único que dijo mientras trataba de arreglarse el cabello.
-gracias -dijo alegremente Gilmore -Al menos mis habilidades sirven de algo.
-¿Por qué lo dices?
-Solo mira a los cuatro primeros shinigamis, mi poder no se compara ni siquiera a la número cuatro que es el rango más próximo a mi. Ellos son increíbles.
-No digas eso. Extraños más bien diría yo, algunos con problemas serios del ego. -refunfuñaba Liz.
-Bien, te parece si entramos.
-por supuesto, muero por entrar.



"Las ideas están flotando, solo debemos conectarnos"



*Ripés: ráfagas griego (ριπές)




Gracias por leer, se les quiere un ¡montón!

domingo, 28 de julio de 2013

*Anima* Capítulo #16 "Memorias Contagiosas"

"Puedo sentir aún la brisa de esa mañana, puedo sentir aún el césped bajo mis pies descalzos, pero lo único que no puedo sentir de esa mañana es tu amor."


-Puede ser que mis palabras sean precipitadas y lo que diga vaya hacerte cambiar de opinión... pero ¿por qué sueltas mis cadenas?
-Morrigan, ¿acaso piensas que puedes salir por tu cuenta de aquí? Ya me di cuenta que tus poderes se debilitan día tras día. No podrás hacer mucho en esas condiciones...
-ya entiendo... vas a buscar al fogus, y así mismo liberaras otras cuantas cosas, pero ¿podrás con el peso que estás arrastrando? Erzebeth.


La lluvia del día anterior dejaba una sensación fresca en la mañana, pero no se podía evitar la angustia por lo que se estaba viviendo.
-Estefanía, te ruego que te apartes. ¿Qué piensas? No te pongas de su lado. -Amsel le gritaba descontrolada-mente.
-¡No! Tu no entiendes, él no tiene nada que ver... el culpable es...

Despertó del sueño muy bruscamente, estaba atrapada entre el suelo y el brazo del onoes. El cuerpo golpeado y sin ganas de seguir.
-Tu... -apenas y podía hablar. -me mataste ya una vez...
-No, no fui yo el que disparo la flecha... ten en cuanta eso...
-ja, ¿qué piensas que soy? -de la sombra de Estefanía se levantaron púas atravesando el cuerpo de Kirch.
-¡PADRE! basta, no puedo entender lo que pasa, pero es mi padre. No lo lastimes más. -la chica aún seguía ahí parada sin poder parar la batalla y no entender lo que pasaba.
-¿Aún aquí? -el onoes miro sobre su hombro derecho para ver a la chica. -la shinogami te ha dado la oportunidad de salvar tu vida y sigues aquí.
Estefanía se levanto del suelo y se sacudió la ropa. -Vaya, así le hablas a tu hija... es una lástima. -Miro a la chica. -¿Siu? Creo recordarte... más bien solo recuerdo vagamente tu rostro. Este tipo ya no es tu padre. Kirch... si es su cuerpo, pero su alma fue adsorbida por el onoes. Tiene los recuerdos del alma, pero su personalidad es la basura que tienes aquí. Y una alma que sale del cuerpo...
-No Regresa... -los ojos de la chica se llenaron de lágrimas. ¿Podía ser cierto lo que escucho?
-No te descuides shinigami. -ataco nuevamente a Estefanía dándole un rasguño en el ojo. izquierdo.
-Maldito. -Volvió a crear la hoz y contraatacar.




La brisa del bosque se tornaba inestable. Los animales se espantaban. Y ruidos terribles salían de aquel sitio. Era imposible no notarlo. -Vamos, déjame salir. -pidió una vez más Kuroi.
-¿Crees que soy idiota? Pensaba entregarte a la shinigami, pero veo que estas aliado con ella.
-¿Aliado? ja. -sonrió levemente. -dime algo Amsel, puedes recordar lo que paso hace unos años.. ¿puedes recordarlo exactamente tal y como paso?
-De qué.... ¿de qué hablas?
-Pues si yo más bien recuerdo ella gritaba que se detuvieran y en eso solo...
-¡CÁLLATE! no lo sigas diciendo.




“La muñeca con su fino rostro de marfil,
Mira en el cristal su blanco perfil.
No son lágrimas lo que ves,
Cuenta uno, dos y tres.
Es la niña con su sombrilla en la mitad de un mar carmesí.”

-¿estas cantando en una situación así?
-quiero cantar para que "él" pueda escuchar mi voz... le debe dar escalofríos escucharla.
-Deja ya de decir tonterías. -Kuroi la tenía en sus brazos, caminaba tambaleándose y un rastro de sangre iba tras de él.
-Veo todo borroso -levanto su mano para tocar el rostro de Kuroi. -estas frío, y tu ojo... -suavemente cerro los ojos.

Mientras más lo piensas te das cuenta que el odio solo genera más de eso. Odio. La venganza no es más que venganza y así queremos seguir en ella, sumergida en esa mala esencia. ¿Que clase de humanos somos?


-Mis recuerdos se están mezclando con la realidad -se dijo así misma en voz baja. -debe de haber algo mal con ese estúpido perro cuando no esta haciendo nada... ¿debería soltar el lazo?





Amsel estaba tan molesto que ignoraba el desastre que pasaba a su alrededor. Cuando cayó en cuenta una gran explosión se escucho. Ambos, Kuroi y Amsel miraron hacía donde se escucho aquel estruendo.
-Basta de juegos. -Kuroi se levanto y subió su manga izquierda y con la mano derecha levanto una tira del tatuaje en su muñeca.
-¿Qué haces? ¿Cómo lo haces? -Amsel miro preocupado.
Tiro del lazo soltándolo y una luz impidió que Amsel pudiera ver lo que pasaba. Cuando abrió los ojos pudo ver algo que tenía tiempo de no ver. 
-¿Ves? Atravieso de campo como si nada. -Salió del circulo sin ningún problema. Se limpio la boca que aún tenía algo de sangre y le miro.
Kuroi con una larga cola gris como su cabello frondosa en pelo y orejas deba la impresión de un lobo en los patas. Tenía largas las uñas... garras para ser precisos, y su mirada aún conservaba el ojo verde.
Tomo a Amsel por uno de sus brazos y lo comenzó a alar hacía donde estaba el campo creado por Estefanía.



-Señora, he localizado al objetivo, pero tenemos un problema.
-¿Problema? 
-él puede soltar parte del sello.
-Sigue vigilando, esperaremos que esto acabe para que lo traigas.
-Si mi señora. -Bajo la mano y el sello que había creado en el aire se desvaneció.




-¿Siu? ¿Qué haces tan cerca de eso? aléjate. -Amsel diviso primero a Siu, corrió hasta ella y la abrazo. Noto cuanto había estado llorando la chica. Luego levanto la mirada y logro ver a Kirch.
-¡ah! Kirch... pero...
Kuroi estaba amarrando el lazo nuevamente a su muñeca mientras atravesaba el campo. Corrió a la sombra de Estefanía y se incorporo a ella.
-Eres un insensato... sabes por lo que me has hecho pasar... -le dijo la rubia que apenas y podía consigo.
-Ya, lo lamento, pero deja ya de ser tan terca y saca la espada. Deja de jugar a la shinigami y sé una asesina.
Estefanía se puso de pie sin ningún problema. sus heridas estaban desapareciendo y al mismo tiempo que su hoz. -veamos... ¿dónde quedamos? ah, si que te iba a matar.
La voz de esa shinigami resonó en la cabeza de Amsel tan fuerte a pesar de que ella hablo con mucha serenidad.
-¿Es..te.. Estefanía? -fue lo único que pronunció. -no puede ser.

-Cuando las muertes en el pueblo se estaban dando no sé sabía que hacer, primero llamaron a los Cazadores, pero tardaban una semana en llegar y el precio de un shinigami era demasiado para acceder tan rápido. así que... simplemente un día apareció Kuroi, todos pensaron que era el lusht el que estaba asesinando y toda la culpa calló sobre él. -El onoes empezó a hablar.
-Resulta que yo llevaba una semana de haber escapado del bosque oscuro y solo huía de los shinigamis, llegue al pueblo y me refugie algunos días en sus bosques. Pero en lo que decidí escapar nuevamente llegue a los jardines del palacio y la encontré. -Kuroi le siguió.
-Él me explico lo que estaba haciendo, aunque era algo que se escapo del bosque oscuro, no era el que estaba matando personas en el pueblo. Así simplemente le dije que no había problema si se quedaba un rato más. No estaba buscando problemas. Pero en lo que conversábamos llegaron ustedes. -Estefanía levanto la mirada directo a Kirch y giro la cabeza para mirar a Amsel.
-Entonces... te vi hay con ese monstruo... y todos me murmuraban al oído. "Ella nos ha traicionado", "esta aliada con él". Pero me negaba a pensarlo, levante el arco apuntando hacía el lusht, pero tu te pusiste en medio cuando aún discutíamos si en realidad era malo o bueno. -Amsel continuaba la historia.
-Al día siguiente era nuestra boda... aún lo recuerdo porque estaba en el jardín ensayando lo que debía decir. -paro un momento y tomo aire. -Pero como yo seguía insistiendo que no debías matarlo disparaste la flecha...
-Estefanía yo... -no podía creer que estaba viva no podía creer que volvía a escuchar su voz. -No quise hacerlo.
-Lo que importa aquí es que un onoes ha estado portándose mal. -ignoro a Amsel. -Y yo soy una shinigami que no soporta eso. -junto sus puños apuntando hacia delante y suavemente los fue separando. A medida que los separaba se podía ver la espada que hacía su aparición. Con la mano derecha sostenía la espada por el mango. Y con la izquierda sostenía la vaina de la espada.
-No me gusta llegar hasta el extremo de tener que sacar la espada, pero si me obligas debo hacerlo.
-Ese es el trato... el te cura las heridas y tu le das las almas... ahora puedo entender. -el onoes reía descontrolada-mente. -ven, te demostrare que no importa quien sea, devoraré su alma.
Estefanía rápidamente esquivo los ataques de aquel ser. Y Miro levemente sobre su hombro. Toco la punta de la espada con sus dedos. -"Stelle"* -la espada comenzó a desprender un brillo turquesa. Cada que agitaba la espada las ráfagas de ese mismo color cortaban todo a su paso. -vamos no te muevas para que te pueda cortar en pedasitos, vamos... -su rostro volvía a ser el mismo de siempre, gozo por la pelea, amor a sangre. Picardia y descaro.
Entre el campo y la espada de Estefanía murió aquel ser que tanto daño causo.
-Caía al río sin poder hacer nada, la última imagen que tenía era el rostro de con quien me iba a casar disparando una flecha directo a mi pecho. Cuando abrí los ojos Kuroi me sacaba del río. -confesó Estefanía con una sonrisa triste en el rostro.

El alma del cuerpo de Kirch salió, era la del onoes. Kuroi salió de la sombra de la shinigami y tomo entre sus manos el alma y la acerco a su rostro, la miro por unos segundos y sonrió alegremente. 

Comenzó a desmoronarse el campo que Estefanía había creado hace un rato. Ella miro hacía atrás y vio a Amsel a los ojos.
-Estefanía... -corrió hacia ella.
Pero esta se desmayaba. Antes de que él pudiera llegar hasta la rubia Kuroi le evito el paso.
-¿Estas seguro que corres al lado correcto? -pregunto Kuroi.
-¿El lado correcto? -miro hacía Siu y no la vio. Volteo hacia el cuerpo de Kirch por el llanto incontrolable de la pobre chica.
-Estefanía... esa que tu conociste murió ese día por la flecha que tu soltaste. Esta chica que ves ahí no es más que una shinigami de alto rango. Una contratista de un demonio lusht como yo. 


Kuroi tomo a Estefanía en sus brazos y comenzó a caminar. 

“La muñeca con su fino rostro de marfil,
Mira en el cristal su blanco perfil.
No son lágrimas lo que ves,
Cuenta uno, dos y tres.
Es la niña con su sombrilla en la mitad de un mar carmesí.”
-No deberías cantar... -se detuvo y sonrió.
-¿Por qué ríes Kuroi?
-Esto es exactamente igual que aquel día.
-El día... aquel día... -sus ojos se volvieron a cerrar.




*Stelle: Estrella (italiano)



Gracias por leer!! Gracias Liz por comentar <3
Y gracias por el apoyo que me dan. Cualquier cosa estoy a sugerencias!
Espero que hayan disfrutado el capítulo tanto como yo al escribirlo.