lunes, 26 de agosto de 2013

¿Acaso fue un asesinato?

Estábamos ambos en el auto, realmente no recuerdo a donde nos dirigíamos ni siquiera de donde salió el auto. Pero los dos nos encontrábamos ahí, en el momento. Recuerdo claramente que fui yo la que empecé, el solo conducía, pero yo empecé, lo bese en el cuello, luego en la mejilla, era como si no me pudiese detener, solo quería seguir. El volteo ligeramente su cabeza para corresponder uno de mis besos en la boca. “Al fin” me dije a mi misma en mi mente, las cosas se complicaron pues él ya me seguía la corriente. Se sentía demasiado real, tuvo que orillarse en la carretera para poder prestar toda su atención en mí, sus manos pasaron del volante a mis brazos, luego se paseaban por mi espalda, no lo podía creer, no habíamos llegado nunca a eso, caricias deseosas. Algo impropio diría yo, por mi parte ya estaba algo más adelantada, por no decir “fogosa”, mis manos se paseaban ligeramente debajo de su camisa. Fue tan solo un pestañear y ya estábamos en la parte de atrás del carro, yo estaba debajo de él, recuerdo su peso, me presionaba contra el asiento trasero del carro. Poco a poco levantaba la falda del traje que llevaba puesto, y yo sin más ya le había arrancado la camisa.
Entre tantos besos y caricias pensaba en mil cosas, “¿será correcto aquí? Jamás hubiese pensado hacer eso en un carro, debería decir que paremos, no, no puedo”. Lo sé, lo sé, si estaba fogosa realmente. Ya sentía un par de cosas más, tanto como física y mentalmente. Luego sin más calló sobre mí, sentía su peso, pero no me molestaba, pude sentir algo entra, pero eso me lo guardo para mí. Le llame dos veces por su nombre, ya no me besaba. No respondía, le volví a llamar, pero nada pasaba. –¡Hey! –le dije, que va, estaba acaso… ¿Dormido? Me levante y lo moví a un lado, pero la preocupación no paso por mi mente en ningún momento. Le mire un rato, leves segundos, acomode mi ropa, mi cabello algo estropeado, por no decir que muy estropeado. Baje del carro y cerré la puerta.


Comencé a caminar y deje todo eso atrás...

sábado, 24 de agosto de 2013

¡Hola!

Bueno, esto solo es para que sepan que aún sigo viva (aunque cueste creerlo).
Estoy en exámenes y pues eso consume bastante de mi tiempo, además estaba jugando también Bioshock, debo aceptarlo. Publicaré lo más probable la semana siguiente al menos dos capítulos para compensar el tiempo, ya los tengo, pero debo corregirlos.

Espero que estén bien, abrazos y hasta la próxima.
                                                                                       Atte.
                                                                                                Pues yo misma xD

miércoles, 7 de agosto de 2013

*Anima* "Saltando en las Nubes II"

"Aferrarte, quererlo y luchar por ese sueño. Eso es lo que deseo para ti."


La emoción de ver tantos libros era indiscutible, leer tanto y gratis era lo mejor. Ordenados alfabéticamente, por autor, año y temas, era perfecto. La biblioteca era lo que se esperaba, no había duda que encontrarían mucha información ahí.

-Debemos avanzar, buscar lo que necesitamos y salir. -dijo Gilmore algo preocupado.
-¿Por qué? Mira todos estos libros, hay mucho que leer. -Liz no superaba su emoción.
-Toda biblioteca tiene un guardián. Tengo entendido que el de aquí es bastante inquietante.
-Pues... ahora que lo mencionas, los pasillos son bastante amplios y todo esta limpio, lo que indica que algo grande cuida del lugar. Se deja el suficiente espacio para pasar. -agrego la chica.
-Busquemos ya, tengo un mal presentimiento.




+En algún sitio de un bosque+

Lilith corría sin mirar hacía atrás, cada vez que necesitaba girar para algún lado solo escuchaba la voz de Kuroi advirtiéndole por donde no ir. No sabía con quien se había quedado Estefanía, pero para enviarla de esta forma era de pensar que nada bueno pasaba.

-Venga, pero si tu eres la impostora, decapitando cuerpos de manera horrible. Obviamente ese no es mi estilo. -Fiorella se veía bastante segura.
-Caíste en la trampa, sé muy bien quien eres... seguro Erzebeth sabe bastante de nosotros gracias a ti. -la sonrisa de Estefanía demostraba una radiante inocencia.
-Quisiera saber como haces para enterarte de todo. -su mirada cambio a seriedad.
-Pequeña Fiorella, soy una sombra. Todo lo veo, todo lo escucho. -Estefanía sabía como pronunciar cada palabra para intimidar.
-Maldita loca. -rió suavemente. -déjame enseñarte quien debería ser la shinigami número dos.



+Nuevamente en la biblioteca+

Liz saco un cuaderno del pequeño bolso que le colgaba de la cintura, abrió más o menos en el centro hasta donde estaba escribo. Luego tomo otro libro dijo algunas palabras en voz baja y las letras, símbolos e imágenes del libro pasaron a su pequeño cuaderno, las páginas se llenaban solas de palabras.
Gilmore miraba desde un lado. -Así que por eso la enviaron. -de dijo así mismo. -Es una habilidad muy útil. -le dijo.
-¿ah? Pocas veces. -sonrió tímidamente. Miró a los lados, tenía varios libros sobre la mesa. Unos de ellos decía "Entradas y Salidas: Bosque Oscuro". -Este libro -lo tomo y abrió. -Tiene un registro de todas las almas que entran al bosque oscuro por parte de los shinigamis. Y dice que shinigami las a sellado.
-Eso debe servir. -dijo Gilmore curioso.

Ambos entretenidos en los libros no se dieron cuenta de que los miraban atentamente.
-uumm... no puede ser. -dijo una voz
-¿ah? -ambos miraron hacía atrás
-Si tu eres la shinigami diez... ¿tu eres? -la chica que los observaba preguntaba.
-¿Quién eres? -Gilmore puso su mano sobre el mango de la espada.
-¡Vaya! Cálmate, solo busco al shinigami Sasha. -dijo la chica.
-¿Eres su amiga? -pregunto Liz
-No -sonrió picaramente. -pero lo ando buscando.
-No vas a responder... -Gilmore desenvaino la espada.
-Soy Rugal, mi misión, no dejar que salgan vivos de aquí. Y por supuesto encontrar a Sasha.
-oye tu... -no le dió tiempo de terminar lo que decía cuando ya atacaba.
Liz tomo el cuaderno y salió corriendo. Escondiéndose detrás de una montaña de libros. Miró para asegurarse que no estaba en peligro. Cuando se iba a levantar su mano se poso sobre un libro en especial. Los símbolos que tenía afuera se le hacían conocidos. -Los he visto antes. ¿Pero dónde? -abrió el cuaderno y copio varías páginas. Cuando un rayo corto a mitad de la montaña en la que se escondía.
-¿Una shinigami huyendo de la batalla? -Rugal gozaba de lo que hacia.
-¡oye! no te hemos hecho nada, ni estos libros mucho menos, deja ya de hacer alborotos.
La chica apunto con su dedo indice hacía Liz, y de la punta del dedo comenzaron a salir chispas.
-¡Joder, deja ya de hacer eso! -corrió pero al levantar la vista, apenas y pudo evitar chocar con él. Dio dos o tres pasos y quedó justamente a un lado de él.
-Liz apártate, es el guardián. -Gilmore apareció una vez más algo golpeado y despeinado.
-¿Qué hacen? Destruyen mi santuario. No se los permito. -la voz sonaba gruesa, hablaba despacio. Su mirada inspeccionaba a cada uno de los chicos.
-jajaja, lo lamento señor mino-tauro, pero mi trabajo es deshacerme de estos dos chicos, son shinigamis problemáticos. -Rugal habló
-Problemática tu -señaló Liz.
Rugal lanzo el rayo al mino-tauro. Y seguido lanzó otro más en dirección a Liz. La chica actuó rápidamente desviándolo con la espada.
-Debemos salir Gilmore -le dijo Liz al otro shinigami, moviéndose despacio hasta él.
El mino-tauro se levantaba, miró a Rugal. -eres una amenaza al santuario debes morir.
Rugal solo sonrió. -Inténtalo.

Los dos shinigamis comenzaron a correr. -¡aaah! nadie dijo que secuaces de Erzebeth vendrían a matarme.
-Calma Liz, todavía hay que bajar de aquí.

Cuando cruzaron la puerta de salida, sintieron la ola expansiva de la explosión. Rugal venía con uno de los cuernos del mino-tauro en la mano. -¿A dónde van ratoncitos de biblioteca.?
Gilmore estaba en el suelo inconsciente. Liz más atrás se levantaba. -¿Qué quiere Erzebeth?
-Nada, solo no quiere que estén vivos. -Rugal era bastante clara al responder. -levanto la mano derecha y trazo una linea con un diminuto rayo. La isla comenzó a desmoronarse del lado donde estaba Liz.
-No, no, no... ¿qué pasa? -Liz estaba más que preocupada.
-Adiós shinigami -exclamó Rugal mientras lanzaba un rayo con dirección a Liz.
Resbalo, la espada cayo primero, luego Liz. Iba despalda hacía el precipicio, no podía ver, no quería ver. -¿Qué hago?, no puedo... ¿qué? -se preguntaba en la mente -¡aaaaaaaah! -caía con toda la ley de gravedad.

Rodeo su cintura, sintió el calor de su cuerpo, pues el miedo que sentía la tenía fría como nieve. Apenas y abrió un ojo para mirar, el ojo izquierdo para ser exactos y solo vio la larga cola de cabello agitarse con el viento.
-¿SASHA? -grito de alegría.
El shinigami la tenía en sus brazos, pero eso no solucionaba el problema estar cayendo. Sasha alcanzo la espada de Liz la sujeto con la mano disponible. -"otkrytoye pole"* -clavo la espada de Liz y soltó a la chica.
Liz lo primero que hizo fue mirar el suelo, o lo que creía que era suelo, para su sorpresa, estaba sobre un cuadro traslucido aún lejos de la tierra. -¿Qué... es...? -comenzó a preguntar.
-¡HIKARI! el pedazo de la isla... -grito mirando a su derecha.
Liz inmediatamente miró. Hikari que parecía dar pequeños pasos en el aire se dirigía velozmente hacía el trozo de la isla que se desprendió. Salto sobre el y clavo ambas espadas. -"Folia"* -en un destello la gran roca se convirtió en un montón de hojas cayendo al viento.
La shinigami se dejo caer junto con las hojas. 
-Debemos hacer algo -dijo inmediatamente Liz -caerá.... -fue interrumpida por Sasha.
-Es una marioneta, da igual que se estrelle contra el suelo. -miro a Liz. -Bajemos, ahí viene Gilmore. -comenzó a bajar como si fuese una escalera, pero realmente Liz veía apenas lo que pisaba. Lo hacía despacio.
-no veo bien... -exclamo.
-Apresúrate espantapájaros antes de que el camino se borre y caigas.
-Es Liz, y no me dejes.

Una vez en el suelo le devolvió la espada a Liz. Gilmore bajo y se encontraron con Hikari.
-¿Qué hacen dos shinigamis de alto rango aquí? -cuestiono Gilmore.
-Yo me dirigía a una misión y me encontré con Sasha que me dijo lo que pasaba. -contesto Hikari mirando hacía la isla.
-Yo pasaba y vi el humo en la isla. -continuó Sasha.
-¿Como llegaste tan rápido a arriba? -seguía preguntando Gilmore.
-¿Acaso no sabes que los shinigamis abren puertas donde ya han estado. Subí, pero Liz estaba cayendo, tuve que volver a bajar.-sarcasmo era lo que se escuchaba en su voz.
-hump, lo que importa es esa chica. ¿Qué le pasa? -la cara de molestia en Liz era evidente. -Además... eso ¿acaso era un campo?
-¿Qué chica? -desvío inmediatamente Sasha.
-Dijo que su nombre era Rugal si no mal recuerdo. -respondió Gilmore.
-Rugal... esta con Erzebeth, me la he encontrado antes. -Hikari añadió. -Es bastante peligrosa, es buscada por cazadores y shinigamis.
-Buscaba a Sasha. -Liz miro a Sasha algo curiosa.
-¿A mi? ¿Por qué? -Sasha la miro perdido.
-Bien, lo importantes es... ¿has podido sacar algo de esa biblioteca? -pregunto Hikari.
-Claro que sí. -saco el cuaderno, abrió en las páginas donde se copio las entradas y salidas del bosque oscuro.
-Vaya, pero si has hecho una buena copia de ese libro. -dijo Sasha.
Era evidente que había varios nombres de shinigamis conocidos. Hikari, Celilia, incluso Estefanía. -ni una sola vez sale tu nombre Sasha -comento Liz.
-No hace falta, ya sabes que elimino las almas ahí mismo. -Sasha respondió.
-Pero que dice aquí. Medicci... -leyó Gilmore en voz alta. Todos corrieron a mirar al cuaderno.
-Kuroi fue metido ahí por Medicci.... eso si que no lo sabía. -Hikari rió 
-¿Cómo hizo para salir? -Liz pregunto
-Esa es la gran pregunta espantapájaros. Nadie sabe, claro excepto Estefanía. -Sasha se expresaba alegre.
-Pero además de eso, hemos descubierto otra cosa. -Menciono Hikari.
-¿qué? -Gilmore decía para no quedar en silencio.
-Erzebeth jamás fue sellada en ese bosque, solo arrojaron su alma ahí, no esta documentado.
-Es cierto. Lo que significa que fácilmente pudo escapar y poseer un cuerpo. -añadió Sasha.
-Eso es terrible.

Los cuatro shinigamis deducían cosas frente al cuaderno.




+Mientras tanto...+


-¡Que le corten la cabeza! -gritaba Estefanía mientras su risa tétrica amenizaba el ambiente. 










*otkrytoye pole: (открытое поле) campo abierto (ruso obviamente)
*Folia: hojas (latín)



Espero que disfruten el capítulo, estoy subiendo muy seguido debido a que tenía ya bastante escrito.
Comenten señores no puedo saber si les gusta. e.é

lunes, 5 de agosto de 2013

*Anima* Capítulo #17 "Saltando en las Nubes I"

"Fuerza, control, esperanza y sabiduría."


Por mucho que leía las instrucciones no conseguía saber de que se trataba eso. Tanto alboroto para calmar al shinigami para que al final disidieran que iría a otra misión. Algo estaba pasando cuando necesitaban la mayor cantidad de asesinos en todo Natian, pero no se explicaba por qué. Liz podía ver la cara de preocupación de los altos mandos, pero sin embargo sacar información de ellos es casi imposible. Digo casi pues es de saber que Estefanía es especialista en recolección de valiosa información no importa de quien. 
Pero ahora la misión era ir a buscar la lista de entrada y salida del bosque oscuro, en una biblioteca, que según lo oído es algo difícil de llegar, pero valdría la pena.

-Me alegra que estemos juntos en una misión, he oído hablar muy bien de ti a pesar de un rango tan bajo. -Un chico con voz bastante agradable le hablo.
-¡rango bajo! -volteo algo molesta, pues era una común broma de Sasha -que te he dicho de burlarte de... -noto que no era quien pensaba. -¿Tu quién eres? -miro sorprendida.
-Mucho gusto shinigami Liz, soy Gilmore shinigami número cinco.
-Un placer... eres tu con el que debo ir a la biblioteca ¿cierto?
-Así es, ¿nos vamos ya?





+Cercanías de los grandes ríos del Sur+

-Venga, estoy aburrido, no quiero seguir caminando -la cara de tragedia se extendía en su rostro
-Siempre te andas quejando... además ustedes dos me deben una explicación... ese día cuando Kuroi te trajo, estabas llena de sangre e inconsciente ¿qué paso? -Lilith se quejaba y preguntaba.
-No paso nada, no ves que esta viva -respondió sarcásticamente Kuroi
-Dejen de pelear. Lilith debes de estar tranquila, te explicaré algo que a casi nadie le digo, pero debes saber para que no te preocupes. -al fin respondió Estefanía
-¿le vas a contar? Yo tu no lo haría -Kuroi seguía entrometiendoce.
-um, él y yo estamos bajo un contrato, dividimos la fuerza, poderes y salud. Cuando en una batalla me lastiman, generalmente los golpes pasan a él y yo sigo intacta. Así aseguro la victoria y el alma que él devora lo sana completamente. El trato es mantenerlo a el como demonio y él a mi como humana. A medida que deje de comer las almas su cabello se torna negro. Se va humanizando.
-y ella se va convirtiendo en un demonio. -completo Kuroi algo serio.
-Ya veo. O sea que mientras él reciba los golpes tu puedes seguir bastante bien.
-Sí. -miro sonriente a Kuroi -Vamos al desierto, pero primero haremos un par de paradas.





+Bosque Oscuro ~ Castillo de Erzebeth+


Caminaba de lado a lado en la habitación, sentía que ya pronto pasaría algo importante, pero la angustia la consumía. Debía guardar fuerzas para poder seguir adelante. Pero eso no era lo que más le preocupaba a Morrigan. -¿Acaso tendré tiempo de pasar todas mis memorias a esa chica?
-¿Hablas sola? -pregunto una chica que estaba a un costado de la habitación. Largos cabellos naranjas, ojos saltones, piel blanca e impecable.
-Dime una cosa, estas para vigilarme, pero aun así se ve que no te importa que ande de un lado al otro en l habitación. -Morrigan dudaba un poco
-Erzebeth dijo que así eres inofensiva, tarde o temprano sederas tus poderes.
-¿Cuál es tu nombre? Si es que tienes uno. 
-Rugal -sonrió. -dime una cosa ¿conoces al tal shinigami Sasha?
-¿Sasha? claro Rugal, puedo saber por qué preguntas por él...
-uumm no, no es nada importante.





"Dicen que en el cielo flotan las ideas de todos, se conectan sin querer y por eso es que pensamos igual muchas veces. Entonces ¿por qué nos cuesta tanto estar de acuerdo para hacer el bien?.


Mientras caminaban por el bosque sentía la presencia que les seguía no muy lejos, podía sentirla claramente, pero atacar en un momento así sería peligroso. -Kuroi, tengo una misión para ti.
-Lo has sentido cierto. ¿qué deseas?
-protege a la chica, que nada le pase, su vida es prioridad. Salta a su sombra. -la voz de Estefanía demostraba que la situación estaba bastante complicada.
Kuroi salto a la sombra de Lilith y ahí se desvaneció. Estefanía la miro. -Debes correr, lo más rápido que puedas y llegar al siguiente pueblo, si sigues recto no demoraras en llegar, Kuroi te acompaña por si acaso pasa algo.
-¿Qué pasa? ¿Algo malo? -Lilith se asustaba.
-No para ti, creo, pero por fin comeremos tarta de manzanas ¿o era de cerezas? -su mirada so volvía la inocente de siempre con la sonrisa provocadora.
-Bien, pero nos veremos en el pueblo... ¿cierto?
-Claro corazón. Kuroi, te llevare algo de ese pastel. -sonrío alegremente.

La chica comenzó a correr por el bosque huyendo de algo que no sabía que era, pero cuando tuviese la oportunidad le preguntaría al lusht que la seguía en su sombra.


-De-ca-pi-ta-do-ra. -sílaba por sílaba
-Así que eras tu.... manipulando todo desde las sombras. -la chica se cubría del sol con su sombrilla. 
-jajaja, muero por decapitarte Fiorella.
-Lo mismo digo Estefanía.



+Ciudad del Cielo+

-¿Cómo puede llamarse "Ciudad del Cielo" si esta en la tierra. La imaginaba en una montaña -cuestionaba Gilmore.
-Pues verás dicen las leyendas que la ciudad flotaba con un conjunto de islas en el cielo, pero cayeron. -respondió Liz sin quitar la vista del libro que leía. 
-Bueno, donde estará esta tan famosa biblioteca.
-Ni idea. -Liz al fin aparto la mirada del libro para mirarlo algo perdida.
-Disculpen, escuche por error que buscan "Los conocimientos del Cielo". -un aldeano les hablo.
-"Conocimientos en el Cielo" es el otro nombre que tiene la biblioteca cierto. -Dijo Gilmore.
-Sí, así es. Esta allá arriba. -el hombre señalo y así mismo los dos shinigamis siguieron con la vista donde apunta el dedo del hombre.
-¿QUEEEEEEEE? -los dos en coro gritaron.
-¿Cómo se supone que llegaremos ahí. -pregunto Liz
-Gracias señor -agradecía el chico -tranquila, tengo la solución para eso, quizá por eso me enviaron.

Caminaron justo debajo de la isla flotante que sostenía el gran edificio de la biblioteca. Era increíble ver semejante edificación flotando tan sencillamente en el aire. Se mostraba ligero.

-"Ripés"*-Gilmore levantaba una mano y la otra se la extendió a Liz -toma mi mano, vamos a subir.
Enseguida Liz tomo su mano poco a poco se fueron elevando, era como estar en el centro del remolido, el viento era fuerte, pero Gilmore controlaba bien muy esto. Cuando menos se lo esperaron llegaron a la isla flotante. Liz toco con sus zapatos el suelo y dio dos pasos.
-Increíble -fue lo único que dijo mientras trataba de arreglarse el cabello.
-gracias -dijo alegremente Gilmore -Al menos mis habilidades sirven de algo.
-¿Por qué lo dices?
-Solo mira a los cuatro primeros shinigamis, mi poder no se compara ni siquiera a la número cuatro que es el rango más próximo a mi. Ellos son increíbles.
-No digas eso. Extraños más bien diría yo, algunos con problemas serios del ego. -refunfuñaba Liz.
-Bien, te parece si entramos.
-por supuesto, muero por entrar.



"Las ideas están flotando, solo debemos conectarnos"



*Ripés: ráfagas griego (ριπές)




Gracias por leer, se les quiere un ¡montón!