sábado, 24 de mayo de 2014

Tutoriales ~PopCorn Chickens Caseros~

¡Hola!

Hoy en el almuerzo se me ha antojado comer algo que a mi me encanta, debo confesar. "PopCorn Chickens" pero mi estado de pobreza económica no me deja ir a KFC por ellos. Así que revisando en mi nevera note que había unas dos pechugas de pollo, así que ¿por qué no? Manos a la obra.


PopCorn Chickens Caseros:

-Pechuga de Pollo Deshuesada (No les digo cantidad pues eso depende de lo que se vayan a comer, yo hice una pechuga)
-Harina
-Huevo
-Orégano
-Salsa inglesa o de soja (vulgarmente conocida como salsa china)
-Pimienta
-Sal
-Aceite vegetal
-Pan Molido (opcional)
-Ajo Molido
                     °Picas el ajo finamente y con una piedra o un maserador lo tratas de moler para que suelte el                          jugo.


  1. Tomas la pechuga de pollo y la cortas en pequeños trozos de no mas de media pulgada y los vas poniendo en un bowl.
  2. Le agregas la salsa inglesa o de soja, según lo que escojas, trata de que sea solo una ya que estas salsas son saladas. Seguido el orégano, y el ajo. 
  3. Lo dejas reposar con esto un rato para que se le incorporé el sabor. Aparte a el harina le agregas la sal y la pimienta y la mezclas bien.
  4. En un recipiente pon el huevo y en otro la harina, y vas pasando los trozos de pollo por el huevo primero y luego por la harina. Repite esto dos veces. Huevo-Harina-Huevo-Harina. Esto es para lograr la capa "crunch".
  5. Pon a calentar el aceite en una olla y ve agregando el pollo de poco a poco, no rellenes demasiado la olla. Procura que la temperatura del aceite no sea ni demasiado alta ni demasiado baja.
  6. Cuando estén dorados sácalos del aceite y ponlos en papel absorbente para liberarlos de aceite.



Y listo, ya los tienes, no pagues más nunca por ellos si sabes hacerlos. la mentira más grande nunca antes dicha
Yo los he comido hoy con una crema de lentejas y un poquito de arroz amarillo. ni un solo día dejamos de comer arroz los panameños 


Bueno queridos me retiro porque si sigo los engordaré, pasen un excelente día. Pasen a leer alguna de las historias, créanme, algún día subo capítulo de ellas :D

viernes, 23 de mayo de 2014

Tutorial ~Haciendo Galletas~

Hola preciusoras de este blog, como ya notarán por millonésima vez he cambiado la plantilla del blog, pero es que nada que me gusta alguna. Esta lo malo es que no puedo ponerle el título más grande o algún banner.
Si alguien sabe como y se apiada de mi, me avisa.

Vale, pero a lo que vamos, hoy en la tarde me han entrado unas ganas de comer galletas y pues se me ocurrió que por qué no, fotografiar el proceso y subirlo. Cuando se me de mejor quizá y suba en forma de video.
Sin más preámbulos aquí les dejo todo:

Galletas

Ingredientes:

112 grs.  Margarina
100 grs.  Azúcar glass o 50grs. de Azúcar glass y 50 grs. de Azúcar granulada.
225 grs.  Harina todo uso
1            Huevo
1 cda.    Vainilla
1/2 cda. Polvo de Hornear
1 cdta.   Sal

Procedimiento:

°Antes de empezar a mezclar, pesa todo y ten todo listo.
°En la harina puedes agregar la sal y el polvo de hornear y mezclas.
°Si utilizas los dos tipos de azúcares puedes mezclarlas.
°La margarina y el huevo deben estar a temperatura ambiente. Déjalos afuera de la nevera al menos 30 minutos antes de empezar. NO calientes la margarina ni la trates de derretir.
°Puedes hacer esto perfectamente a mano o a batidora. Si es a batidora procura que sea con un brazo de amasar pan no con el batidor de globo.



  1. Agrega la margarina a temperatura ambiente en un bowl o recipiente hondo, bátela un poco para que se suelte.
  2. Seguido agrega el azúcar y mezcla bien. Debe quedarte una especie de pasta. Procura de que el azúcar se incorporé bien y no queden grumos.
  3. Agrega la Vainilla y el huevo.
  4. Mezcla fuertemente y hacía un solo lado. Debes mezclar bien pues la margarina y el huevo son opuestos. Debes lograr emulsificar lo más posible los dos sin sobre batir.
  5. Agrega el harina poco a poco, hasta que logres tener una bola amasable, pero no demasiado dura.


     6.  Una vez que tengas tu bolita bien amasada, envuelve en papel film o déjala en un bolw tapada y                     llévala al frío por 30 minutos más o menos. Esto lo hacemos para que la margarina se vuelva a                       endurecer y por consiguiente la masa tome más forma.
     7.  Cuando ya hayan pasado los 30 minutos sacala del frío si es necesario déjala un ratito afuera antes de           manipularla.
     8.  Estírala utilizando un rodillo y ayudándote con harina para que no se te pegue. Recuerda limpiar la                 superficie donde vas a estirar.
     9.  Corta las formas que deseas teniendo en cuenta que cuando entren al horno se inflarán un poco.
    10. Pon las formas recortadas en una bandeja engrasada y una vez que las tengas todas lleva la bandeja al           frío uno  diez minutos. Esto es para que lo que  acabas de recortar no pierda la forma.



    11. Precalienta el horno a unos 350° y cuando ya este caliente mete tus galletas. Procura que sea rápido             para que el calor del horno no se salga. Déjalas de 12 a 15 minutos y luego puedes sacarlas.
    12. Deja enfriar las galletas de 20 a 30 minutos antes de sacarlas de la bandeja. Y listo a disfrutar.



Este tipo de galletas son geniales para hacerles decorados con glaze real. El próximo tutorial sera de como decorarlas.
Besos y abrazos gente, nos vemos en otro espectáculo de este pequeño teatro.
Y recuerden "Cría Zombies y te comerán los sesos." 



sábado, 3 de mayo de 2014

Horneando Situaciones: Bouquet Garni

Nos escabullimos del lugar, y nos dirigimos a la salida.
¿Dejaste a Natsu abandonada?
Pues no, ella se quedo con el tiquete del Valet Parking y las llave del carro. Es como si ella tuviera un sexto sentido para esas cosas.

Le llevaba sujetada de la mano, sus dedos se entrelazaban con los míos. Justo a la perfección.
En la entrada pidió su auto, enseguida el Valet miro el tiquete y se dispuso a buscarlo.
Ese momento donde no sabes ni que hacer. Pues en ese estaba yo, sujetada de la mano con un hombre extremadamente guapo ¿Dios lo haces de maldad verdad? Él se dio cuenta cuando trate de zafarme de su mano, pero solo conseguí que me acercara a él más aún -¿Te estas arrepintiendo?
-Para nada -dije segura.
Llego el chico con el carro, me abrió la puerta, John subió y tomo el timón. Acelero y dejamos el Hotel atrás.

Un momento.... *Cerebro haciendo cálculos* ¿A dónde vamos?

-¿Puedo preguntar... a dónde vamos? -mire con curiosidad, tiene formas hermosas de mover sus expresiones.
-¿Me has visto últimamente en el Hotel? -miro brevemente donde yo estaba sentada.
Pues ahora que lo pienso, no. -¿Te has cambiado de hotel?
-Me he comprado un apartamento, al parecer lo de la cafetería acá en Panamá va bastante bien y es posible que tenga que quedarme más de lo esperado... y eso es bueno -me miro de manera bastante sexy.
Me sonroje enseguida, busque donde mirar y lo primero que vi fue la radio. Toque en botón de encendido y lo primero que comenzó a sonar fue una canción que me encanta ~Más y Más~ Dios no sé si es mi enferma mente, pero esa canción tiene una letra que se da a entender muchas otras cosas.
-¿Entonces... hasta cuando estarás en el país? -ahora que lo mencionaba.
-Pues año y algo si todo va bien -extendió su mano derecha hasta mi rostro -¿estas preocupada de que me vaya? -sí, es oficial, se esta volviendo algo descarado y eso debo corregirlo antes de que se le haga costumbre.
-Deja de presumir ¿quieres que busque a otro? -mire fingiendo enojo.
-No. -dijo en seco -Llegamos al edificio, calculo yo que tendría como cuarenta y algo de pisos. Nos bajamos del auto, los tacones me estaban matando, entramos al elevador que da por los estacionamientos, la puerta se cerro y el presiono el piso 35. Justo cuando comenzó a subir él me acorralo en una esquina de aquel aparato que ahora parecía tan estrecho. -Me estaba muriendo de rabia allí -me dijo al fin.
-¿Rabia? -estaba yo contra la esquina del elevador y sus labios, no tenía por donde ir.
-Ese tipo no te dejaba de mirar, ni un solo segundo te quieto los ojos de encima. Te estaba comiendo con la vista y yo quiero se el único que tenga derecho a eso -¿saben qué más tenía ese elevador? ~Música de fondo~ pensé que eso ya estaba extinto, y las palabras casi fogosas que me decía John no iban para nada con el ritmo de esa música. "DING" Sonó, él se giro, decía piso 10 apenas. Nos separamos antes de que la puerta abriera.
-¡Hola Johnny! -Una chica super más alta que yo, y eso que iba en zapatos bajos, cabello negro larguísimo suelto y vestía un short super corto y una camiseta. Me miro como si sus ojos fueran unos escaneres de arriba a abajo.
-Hola... ¿Cintía? -dijo como tratando de no equivocarse.
-Cindy, jajajaja -risa falsa donde vaya.
Piso 29 la puerta volvió a abrir y ella se bajo -Buenas noches -ella estaba coqueteandole, pero yo aún no me siento dueña de él como para hacer algo al respecto aunque me este muriendo de celos por dentro.
Note que él me estaba mirando ¿buscaba mi reacción? -¿Todo bien? -me pregunta.
-De maravilla Johnny -dije entre risas.
Movió los ojos a un lado -vamos Isa, ni un poquito de celos. Tengo que admitir que ella se ve muy bien.
-Con esos melones que se mando a meter bajo la piel, no puedo imaginar el dolor de espalda que debe sufrir -confesé aún riendo.
-¿Melones? ooh melones -deben recordar de que este hombre es un inglés y que mis referencias y juergas panameñas a veces no las va a lograr comprender del todo.
-Una parada más antes de llegar al piso 35. El elevador se detuvo en el 34 y abrió sus puertas, una pareja dándose besos y caricias apasionadamente (se estaban comiendo vivos, esos dos) de lleno subió al elevador, reaccionaron a los diez segundos de haber subido. Se separaron que casi parecía que daban un salto.

-Bue..buenas noches -dijo al fin el hombre, seguido de la chica.
-Buenas noches dije yo tratando de contener la risa. John me meció el brazo mirando con complicidad, en eso el elevador volvió a abrir sus puertas. Bajamos y apenas se cerro la puerta nuestras risas brotaron.
-No, No. Imagínate que pena -las pequeñas lagrimas salían de mis ojos de tanto reír.
-Pero si sola hace unos segundos estuvimos a punto de ser como ellos -resalto él.
-Ni lo digas.
-Ven -saco del bolsillo interior de su saco una llave y caminamos hacía una puerta, hay tres apartamentos por piso.
-Este lugar te debió salir por una millonada -dije inocentemente.

Cuando entramos, fue algo encantador. Todo tan bien decorado, cada cosa en su sitio, los colores. La puerta daba a un pequeño pasillo y este daba a una sala que quedaba tres escalones más abajo del resto de las habitaciones. La cocina no era muy grande, pero tenía bastante espacio para colocar cosas. Hacía un costado el pasillo que al parecer llevaba a las recamaras y justo detrás de la sala y enorme balcón. Lo primero que hice fue ir directo hacía el. Tenía una puerta de vidrio que me impedía salir.
-Puedes abrirla con confianza, estas como en tu casa -me dice. Sin más demora abro la puerta y puedo sentir la brisa fría de la noche.
Escucho vibrar mi teléfono y enseguida lo saco de mi pequeña cartera.
"Llegue a casa y no te veo, diré que estas en algún hotel con ese hombre"
Enseguida le respondo a Natsu "No me creerás donde estoy" -enviando-
"¿Dónde? :O" pregunta ella.
"En su apartamento, y que apartamento, tiene una vista fabulosa al mar" -enviando-
"OMG, de esta noche no pasa querida".
"Sucia, te dejo. Besos mañana nos vemos" -enviando-  volvía a guardar me teléfono.

Cando gire él ya se había quitado el saco y estaba buscando algo en la mesita de la sala que estaba llena de papeles y revistas. Cuando vi como se tensaba su camisa al mover sus brazos me dio una sensación de querer ir a saltarle encima. Contrólate Isa.
Camine hasta donde él y pase mi mano sobre su espalda, de inmediato me miro y dejo escapar una de esas sonrisas embriagantes.
-¿Buscas algo? -pregunte.
-Sí, Mark me acaba de escribir preguntando por unos papeles, pero creo que no los tengo yo. -Levantaba unos y los observaba, pero luego los dejaba de nuevo en su lugar. -Me voltee y me dispuse a curiosear más por aquel apartamento, pero el sujetó mi mano y me halo hacía él -No creas que he olvidado a lo que... -su celular comenzó a sonar.
-Inténtelo más tarde -le dije con una sonrisa burlona.
respondió de mala gana el teléfono. Estaba hablando en inglés.
Camine por el pasillo que da a las habitaciones, miré en una puerta y era un baño, pasé por alto las otras dos por que vi la puerta del final. Estaba abierta y miré sin entrar.
Si esa era a habitación en que dormía, esto era maravilloso. Era tan amplia,, la cama grande para dar vueltas y saltar en ella.
Escuche los pasos de él acercándose, pero cuando me voltee él ya estaba encima mio. Directo a mis labios, el rojo quedo en los de él, pero no le importaba en lo más mínimo. Sus manos se fueron directo a mi espalda y la recorrían. Yo estaba centrada en sus cabellos, mis dedos de paseaban por sus ondulaciones. Me acorralo contra la puerta del cuarto y bajo sus manos directo a mi cintura. Comenzó a besar mi cuello.

Yo estaba en el espacio exterior, nunca pensé que llegaría a estos extremos con el hombre sensual que veía en la cafetería del lugar donde trabajo.
Baja su mano por mi pierna derecha y la levanto. Ya sé que se trataba eso, así que simplemente cuando lo hizo con mi pierna izquierda me deje cargar por el, pase mis piernas para sujetarme bien y enrosque mis brazos en su cuello, no me quería despegar de su boca.

No me dí cuenta cuando ya me estaba recostando de su cama, sentí las suaves sábanas en mi espalda, estaban frías. Se separo de mi, pero solo fue para recorrer con sus manos mis piernas y quedar justo en mis pies para quitarme esos tortuosos zapatos. Tenía una manera tan astral de acariciar. Se aflojo la corbata roja un poco más y se la quito. Regreso a mi.
Mis manos por si solas actuaban, y los botones de su camisa desabrochaban.
-Me tendrás que decir como sacarte de ese vestido -me dice cuando yo al fin logró soltar todos esos botones.
Sonrió levemente, y no sé si es posible, pero me sonrojo aún más. -El señor Johnny necesita ayuda -burlo.
Me levanto un poco y él pone sus manos sobre la cremallera casi invisible del vestido.

Entre tantas caricias y ya notables gemidos por la excitación el problema de la ropa quedo atrás.
Su cuerpo se ve que que es bien trabajado, debe dedicarle algunas horas de gimnasio a la semana, porque por Zeus nadie tiene por obra y gracia del señor un cuerpo de macho así. Recorrí su abdomen, claramente marcado el famoso "six pack".
Entonces se movió ligeramente y pude sentir algo que tenía no olvidado, pero si en segundo plano. Yo sé bien que saben a lo que me refiero. Se notaba que estaba bastante excitado.
-Me estas volviendo loco -se acerco a mi oído -no sé como sobrevivía en este mundo sin sentirte.
No sabía que decir pues yo ya estaba sintiendo otros placeres.

Desperté, gire mi cabeza a un lado solo para encontrarme a centímetros de la cara de John. Eramos como un plato de espaguetis entre él, la sábana y yo.
Me levante y buscaba con que taparme. Ya sé lo dirán y no podre evitarlo, Cliché. Me puse su camisa blanca de la noche anterior, aún tenía su aroma. Me levante tratando de no despertarlo, se veía tan tierno durmiendo, ni pensar que hace solo unas horas era otra cosa completamente distinta. Una fiera.
Camine por la habitación en busca de mi ropa interior. Miré su espalda, ancha. Me estoy derritiendo como un helado en la playa a pesar de que el acondicionador de aire esta encendido. En su espalda están las claras marcas de uno cuantos rasguños accidentales, que al fin y al cabo le excitaban más a él.
No té que en su habitación hay un baño personal. Este lugar es enorme insisto. Entré para lavarme la cara y parecer viva. Algo del maquillaje corrido y unas pequeñas ojeras. Mi cabello despeinado y un bostezo que se me escapa.

Entonces lo escucho despertarse, lo miro a través de la puerta del baño. Se ve extremadamente tierno, mira extrañado. Debe estar pensando que yo debería estar allí a su lado. Me armo de valor y camino hacía la cama.
-Buenos días -le digo en la voz más coqueta que pueda yo usar.
Me mira asueñado y me regala una sonrisa juguetona -¿qué haces ahí? Ven conmigo. -Me extiende su mano, en forma de invitación.
Subo a la cama y me recuesto de él. -Esto es... -iba a decir algo, pero era una completa estupidez.
-Te ves tan sexy con mi camisa, ¿me estas tentando?
-Anoche eso fue... -no digas ninguna estupidez, no. -Esto debe repetirse... -¿Enserio he dicho eso yo?
Besa mi cuello y sube a mi oreja -cuando quieras -es apenas un murmuro.

Después de un rato de estar ahí solo abrazados la nación del hambre ataco. Y pues me dijo que él prepararía el desayuno.
Me dispuse a tomar un baño primero ¿Por qué?
Dios tiene una tina en su baños. Una tina. Jamás me he bañado en una, pero eso se ve tan genial. Muero de ganas de estar metida ahí.
La llene y le puse al agua uno que otro jabón que vi que tenía él en el baño. Me quite la ropa y me sumergía en esa tina. Recosté mi cabeza en el borde y cerro los ojos.
Que relajante. Las piernas me dolían ligeramente ¿Estuve haciendo gimnasia anoche o qué?
La tranquilidad llenaba mi cerebro ¿puede ser esto mejor?
La respuesta es: SÍ.
Él entro al baño, vestido por si preguntan, bueno dentro de lo que cabe, unos boxers y un suéter sin mangas. Miré de reojo y volví a apartar la vista. Escuche que se acerco a la tina y puso sus manos sobre mis hombros.

-¿Desea un masaje señorita?









Horneando Situaciones: Margarina "Sin sal"

"La memoria SD esta dañada ¿desea formatear?" Era el mensaje con el que me enfrentaba aquella tarde.
Estaba "sentada" en el sofá de la sala, por sentada me refiero a tirada más bien, con la laptop tratando de no perder más de 500 canciones de la SD de mi celular.
Sola en casa un sábado por la tarde, Natsu había salido al cine con un tipo que ya ni del nombre me acuerdo.
Tenía en el suelo un vaso de Starbucks lleno de té frió, que poco hipster es eso. Ya, ya. Basta.

Estaba tratando de mantenerme activa hasta que se llegará la hora de ir al trabajo. Pueden creerlo, turno de 9 pm a 5 am, esto es tan desagradable, cuando el día anterior tenía libre y el anterior a ese turno entrando a las 6am. No hay Dios que se adapte a estas variaciones temporales de mi trabajo. Kasuma estaba abusando del hecho de que necesito este trabajo, y que es el mejor trabajo que he conseguido en mi vida.

Luego de un rato me doy un baño, me alisto y me dispongo a salir. Tomo mi bolso y llevo mi Filipina en las manos para que no se arrugue. Salgo, cierro la puerta y subo al elevador. Cuando llego al lobby del edificio esta Carol con otras chicas que supongo también son del edificio.

-Buenas noches Isa -saluda ella animada.
-Buena noche Carol -le saludo, y sonrió al resto. Cuando ya estaba en la puerta saludando al guardia de seguridad que tiene el turno de la noche logro escuchar lo que dicen las chicas.

"Es muy linda, me parece cute" ;"Es Chef, eso es tan genial"; "¿Enserio? yo quiero estudiar eso"; "Además tiene un novio que esta super bueno".


Bien, si esta hablando de John "Inglés bien Hot", pues tiene la razón en el punto de esta super bueno, pero aquí hay un punto, No es mi novio.
Camine hasta donde estaba mi auto estacionado, miré alrededor. Tengo la costumbre de hacerlo, revisar antes de subir al carro, pues nunca se sabe que clase delincuente te este esperando.

Cuando al fin puse la lleve en el cerrojo de la puerta del carro, alguien toca mi hombro, suelto un grito pequeño, solo por la repentina impresión.

-¡Dios! ¿Quieres matarme? -pregunte molesta.
-Lo siento, no fue mi intensión, Te estaba llamando, pero no respondías. Así que... -miro al suelo apenado.
-Decidiste venir a matarme del susto. ¿Gustavo, qué vienes a buscar? -¿Me estaba llamando? Debi nuevamente dejar el teléfono en silencio o algo parecido.
-Ya te dije que lo lamento, tranquila ¿sí? -nuevamente puso su mano en mi hombro -Pero vine por Bella.
-¿Bella? ¿Qué paso con ella? -La cara le cambio cuando la menciono.
-Ayer salí con ella, la invite a comer, pues tenía un problema con el novio y esas cosas que ella suele siempre exagerar... ¿Sabes la temperatura que hace actualmente en este país? -me miro preocupado.
-eeh... 30° o quizás un poco menos -dije extrañada.
-¡Exacto! y ella venía forrada con un jacket, así que me pareció extraño. La cosa es que insistí en hacerle un regalo y pasamos a una de estas tiendas... y cuando se quito el jacket para medirse otra cosa vi sus brazos.

Cuando dijo eso, enseguida entendí a lo que hablaba.

-¿Le preguntaste? -baje la mirada.
-Sí. Pero enseguida me desvío el tema. Dice que eso yo jamás lo entendería.




Están lo más seguro preguntándose ¿Quién rayos es Bella? Pues es una... me cuesta decir que amiga, pues yo no digo "amigas" cuando no se tiene ese lazo, esa conexión entre personas. Esa confianza para decir que es mi amiga, pero si que la aprecio mucho. Estuvo en el colegio conmigo, siempre fue algo débil de personalidad. No es que no tuviese una, porque si que la tenía, pero a la hora de defender quien era ella, siempre fue muy débil en ese aspecto. Tiene un novio, que digo yo que le ha hecho bien, pero de vez en cuando se siente insegura de lo que piensa la familia de él sobre ella.

-Bueno... trataré de hablar con ella, pero sabes que yo nunca he sido una de las personas más cercanas a ella. Tiene a otras personas que son más cercanas y tras todo esto, no sé si se sienta bien que yo sepa que se ha hecho eso. -Le aclaré a Gustavo -Además... ¿y ese repentino interés en la Pequeña Bella?
-pues pensaba que hiciéramos algo, no sé. Invitar a su novio y a ella e ir al cine o algo así -¿Soy yo o él esta haciendo una sita doble justo en mi cara? -Claro si no te molesta.
-Pues yo digo que no esta mal, pero que yo no soy la persona indicada, invita a alguna de las chicas que sean más cercanas a Bella. -Estaba esquivando totalmente eso.
-Pero... -trato de argumentar.
-Gustavo no será que...
-¿Gustavo? Antes me decías Gus, te has vuelto super fría conmigo. Además ¿qué es tipo de ti?
-¿Fría? Mira, qué se supone que debo entender de esto. ¿Y de qué tipo hablas?
-El inglés que se cree perfecto, sabes bien de quien hablo.

Ooh te refieres al señor estoy más que bueno -¿John? y si fuera algo para mi ¿te incumbe? -mi tono ya era totalmente de molesta -Has venido hasta mi hablando de Bella, pero al final te importa una mierda lo que pase con ella ¿verdad? -estaba ya furiosa -Vamos dí algo ¿nada verdad? que clase de porquería te has vuelto. Dile a Debbie que te consuele.
Me sujeto por el brazo y me halo cuando intente abrir el carro -¿Estas celosa de que llevará a Debbie?
-Me vale una mierda Debbie.
-No te irás de aquí hasta que me respondas -sus ojos rebuscaban en los míos la respuesta -¿Aún me quieres?
Sentí como mi corazón comenzó a palpitar más rápido, cerro los ojos tratando de pensar una respuesta correcta, pero una imagen invadió mi cerebro. John y yo besuquiandonos.
-Suéltame de una buena vez ¿quieres que llame al seguridad? Recuerda que tengo un primo que es Sub-Comisionado, no te busques problemas -le amenace.
Subí al carro y note que al otro lado del estacionamiento esta la señora del tercer piso que todo lo vidajenea. Bien, ya tiene algo de que hablar para la semana que viene o hasta que alguien haga alguna otra cosa más interesante.

Arranque el carro y salí lo más rápido que pude de ahí. Llegue al hotel frustada, entre a la cafetería  y ni siquiera salude, solo pase el mostrador y me metí en la cocina.

-¿Qué pasa? -Giusspe goloseando el Cheese Cake.
-¿Cuántas veces te debo decir que tomes trozos del más viejo?  Deja de comerte los más recientes -dije algo enojada.
-Uuf, enserio ¿qué paso? -me miro tratando de curiosear mi rostro.
Restregué mi rostro contra mis manos tratando de aflojar mi ceño, esto va a hacer que me salgan arrugas antes de tiempo.
-Gustavo fue a buscarme a la casa con otra excusa medio barata y me armo un "chiqui show" en el estacionamiento -dije agotada.
-Que barbaridad. ¿Te hizo algo? Creo que esto ya cae en el acoso. El propuso que se dejaran, pero insiste en seguir con...
-Sí, sí lo sé. Pero quiero mostrarme fuerte y que no me importa para que aprenda que me vale un carrizo.
-Bien... pues mañana puede ser un buen día para eso señorita chef. -Lo decía mientras se metía a la boca de la manera más sexy un trozo del cheese cake de Fresa.
-¿Mañana? -De que hablas hombre.
-¿Kasuma no te lo dijo o Lili? La pequeña cena que habrá mañana, iremos los principales que tenemos que ver en esa boda y estará claramente tu fotógrafo favorito para hostigarte.
-¿Estará John? -olvide por completo mi problema con el idiota de Gustavo.
-Mujer, disimula. Pues sí.

KASUMA TE MATO.

En la oficina de la persona que yo quería ahorcar.
-Lo juro que pensé que te había dicho. Es gala, debes usar traje largo y entaconarte.
-Yo te juro que no te mato, solo por no dejar a Lili sin marido antes de la boda -si las miradas matarán él seguramente ya estuviera en el fondo del mar. -¿Gala? Dios, ¿no pudieron hacer algo en lo que pudiera ir en chancletas? Odio tener que estar entaconada toda una noche.
-Mira por el lado bueno, te daré libre el lunes -trato de sacar una sonrisa inocente.
-Vete a la mierda Kasuma -lo sé hoy ando muy grosera.
-Vamos, no hagas eso.
-Te mandará a matar, pero soy pobre aún -lo mire mas calmada, suspire -¿hora?
-Ocho PM en el Hilton de la Avenida Balboa. John esta ansioso por verte -me dijo buscando una reacción en mi. Yo tenía la cara tapada con mi mano derecha.
-¿A mi? -levemente descubrí mis ojos -¿a mí? -mire confundida.
-Parece que supiste como fijar la atención de él, nunca ha sido de estar con un montón de chicas, eso sí, él es un imán de mujeres.



Sé que esa cena es camino a la perdición. Sé que esa cena va a estar llena de momentos incómodos, pero no me puedo negar ir.



Domingo Hotel Hilton 8:00 PM

Llegamos juntas, Natsu llevaba un vestido gris pálido, de un solo hombro, caída suave, abría solo un poco al final, pero tampoco corte recto. Su peinado era recogido a un lado con una trenza sencilla.
Yo por mi parte vestía uno color negro, espalda cruzada y adelante cuello en U. Caída suave, ligeramente suelto y abierto del lado derecho hasta unos centímetros más arriba de la rodilla. Mi cabello apenas y se recogía atrás, para dar la impresión de volumen.
-Odio este vestido -decía yo mientras bajaba del carro y el Valet Parking tomaba mis llaves y me daba el tiquete.
-El tuyo es genial, yo odio el mio, más bien odio los trajes largos. -quejaba Natsu.
Entramos al hotel y llegamos al restaurante, estaba arriba y daba a una terraza que tenía una vista hermosa del mar.

En una mesa cercana a la terraza Kasuma y Lili sentados hablando con Gustavo.

-Fuerza chica -me susurro Natsu.
-Bellezas -se escucho atrás de nosotras seguido de un aprenton en nuestros traseros de parte de Giusspe.
-No seas un hijo de... -Natsu dándole la bienvenida
-Gracias papasito le digo en voz baja -Se veía tan perfecto el condenado Italiano. Saco azul oscuro, corbata celeste mate, camisa blanca debajo del saco. Su cabello peinado y sus ojos remarcados por la tenue luz del restaurante.
-Me sonrojas Isa -me dice mientras hace las cursilerias de taparse el rostro.

Cuando íbamos de camino a la mesa ya Lili nos saludaba y agitaba sus manos, para llamar la atención. Pero en mi camino se cruzaba alguien más, toco apenas mi brazo izquierdo, al sentir las yemas de sus dedos me recorrió un escalofrío por el cuerpo. Gire lentamente para mirarle bien, ya sabía quien era, solo que amerita mirarle bien de arriba a abajo. Sus ojos fueron lo primero con que mi mirada choco. Yo no sé de que color son,¿verdes? ¿azules? ni idea al fin y al cabo tiene heterocromía.
En el restaurante el pianista comenzó a tocar ~Viva La Vida~ y todo se convirtió en un baile mental. Me detuvo y beso mi mejilla muy cerca de la comisura de mis labios. Ya se ha vuelto todo un descarado, tomo mi brazo izquierdo, mientras saludaba a Giussepe y a Natsu y me acompaño así hasta la mesa. Acomodo mi silla antes y después de que me sentará y luego el tomo asiento justo a mi lado, quedábamos mirando directamente a Gustavo y ahí acabo mi baile mental.

Miradas asesinas de Gustavo dirigidas a John, estoy lo suficientemente segura de que era así. Hablamos muy amenamente esa noche, yo estaba algo cansada, pues venía de trabajar.
Mientras hablábamos mucha gente se paro a bailar con la música de fondo. Los detalles del lugar, el techo alto y el candelabro lleno de decoraciones en el centro del salón. Era tan perfecto. Me levante, pero era solo para ir a ver por la terraza, tenía que tener esa imagen mental de la Bahía vista desde esa altura de noche.
Mire un momento hacía atrás y vi a Lili y Kasuma ya bailando, son una pareja encantadora, tan románticos, espero que eso nunca se les agote.

-Se ven tan felices ¿no? -su voz me saco de mis pensamientos.
-Gustavo no vengas a joder hoy, sí. -le conteste cortante.
-Discúlpame por lo de ese día, pero la propuesta sigue en pie. De ir con ellos y animarle.
-Tus disculpas no arreglan que mis vecino piensen que eres un loco acosador -lo mire muy seria.
-Comprendo ¿quieres bailar? -¿enserio? por favor que le pasa.
-Ni de coña, te dije que no me vengas a joder "Gus" -lo último lo dije tan sarcástica.

A la terraza entro otra pareja, unos señores diría yo que de unos setenta y algo de años. Reían de alguna cosa vista dentro en el restaurante.
Moví mis labios, el clásico movimiento para esparcir el labial. Rojo, por cierto, ese era el color que llevaba en mis labios y el color de mis uñas también.
-Eso es tan sexy -me dijo, me miraba directo  a los labios.
-Ese comentario es muy de acosador. Deja de jo... -fui olímpicamente interrumpida por John.
-¡Isa! Ven rápido -me dijo mientras movía sus manos llamándome -¡Vamos! -dijo con desesperación.
Yo solo lo miraba extrañada y camine hasta donde él.

Él me sujeto por el brazo, esta vez el derecho y me empujo adentro del restaurante prácticamente.
-¿Qué sucede? -preguntaba mientras lo miraba con cara de pánico.
-Amo esa canción y quería que la bailaras conmigo, esta en piano es perfecta -se ha inventado cualquier cosa para alejarme de Gustavo o es mi imaginación.
Le puse una mano en su hombro y con la otra se sujete la mano y me le acerque lo suficiente, le pedí que se inclinara un poco para poderle hablar al oído, soy una enana al fin y al cabo y el es super alto.
-No sé si darte las gracias o reír incontrolablemente, pero ¿qué ha sido esto? -nos movíamos lento al compás de las notas de ahora toda una banda tocando. Estoy segura que era ~The Way You Look Tonight~ pero eso ya no importaba, estaba ida en el aroma que desprendía el hombre con el que bailaba, bajo su mano un poco más en mi cintura, sentía cuando eso daba descargas eléctricas en mi columna.
-Te ves preciosa, en ese vestido -me susurró al oído -el negro te queda bien, y el rojo de tus labios me tiene loco.
El vestía un saco negro, la corbata roja, era como si simplemente nos hubiésemos puesto de acuerdo para combinarnos esa noche. Su cabello, ahora lo llevaba ligeramente más corto, peinado a un lado. Era el marco perfecto para sus ojos que ahora los veía verdes, pero son tan osados que de seguro cuando mire nuevamente ya sean de otro color.
La música acabo y el publico comenzó a aplaudir. Yo estaba aún mirando sus ojos, esperando que en un parpadear los colores comenzarán a jugar en sus pupilas. Él se estaba acercando ligeramente a mi y la música comenzaba nuevamente, esta vez era ~At Last~ de eso estoy segura. Cuando sus labios apenas y rozaron los míos ya sentía la verdadera embriaguez, cerraba mis ojos, sentía la sus respiración mezclada con la mía, pero era algo suave, delicado.
Trate de decir algo, pero fue en vano, él aprovecho ese momento de debilidad y al fin me beso. Adiós realidad, adiós humanidad. Toda era tan suave, pero por dentro yo estaba a punto de tirarlo contra una mesa y ahí mismo tener sexo salvaje como Dios manda.
¿Dios dice que tengamos sexo salvaje? Ni puta idea, eso a quien le importa ahora. Pero mi momento de fantasías ocultas termino cuando nos separamos, abrí los ojos buscando los suyos, y claro que los encontré. Él me sonrió ligeramente -¿nos vamos? -me propuso al oído.

Yo solo dije "Sí".