Tratando de controlar mi mente he
llegado a la conclusión de que no podré domar ese salvajismo de ímpetu que
tengo. Una vez que surge la idea y la situación se da, jamás pasa por ese
lugar, “la aduana de la mente” que diga si eso debe ser dicho o tan si quiera
si merece ser pensado tanto.
Hay días en los que miro sentada
en el portal de mi mente y siento que esto va pasando muy rápido. Desde lejos
puedo ver ese cielo, el que anhelamos tocar. Pero luego vuelvo a vagar en esos
pensamientos ilegales que no son custodiados.
¿He sentido eso contigo? ¿Alguien
más lo pudo hace y tú no?
El oxígeno me está asfixiando,
trata de no respirar esta mala vibra. Tal vez todo esto sucede porque he
perdido la inocencia. Tal vez solo estoy pensando demasiado eso. Una vez más
estoy cayendo en ese sentimiento de tristeza. Entonces me doy cuenta de en
donde estoy.
En mitad de la cocina, con el cuchillo en las manos y
una cebolla a medio picar. Debería dejar de pensar en esto. Miro atrás de mí y
no estas. No hay nadie. ¿Puede aplicar en esta ocasión “Nacimos solos y vivimos
solos”? es muy duro para mí, pues gran parte de mi vida estos sentimientos han
estado reprimidos.
Ahora que lo pienso, están llamando
a la puerta. Lavo mis manos, que inapropiado seria que oliera a cebolla. Miro
quien es, pero para nada que le conozco. Pero a decir verdad sus ojos me dejan
vagar. Le abro la puerta y me dice que toda esta bien.
¿Se habrá equivocado?
No, vuelve y repite la frase,
pero esta vez con mi nombre en ella. Se acerca a mí y logro sentir su calor.
¿Qué pasa?, me dice. No sé qué responder, realmente solo sé que es mi nombre,
pero hace un rato estaba pensando en tantas cosas. Ahora que lo pienso… ¿dónde
estoy?
Se separa de mí, me sujeta
suavemente por los hombros y me dice: “¿Todo está bien?”
¿Lo está?
Ahora que lo pienso, ¿cómo puedo
saber que todo eso me molesta? No recuerdo realmente quien soy, no sé quién es
él y no sé si estaré soñando.
Una vez más, me siento perdida. ¿Debo
decirle?
Es eso, me asfixio en este
sentimiento. Impotencia, tormentosa soledad.
Entiendo bastante los sentimientos de este escrito. La necesidad de aire, la soledad, el deseo de que a alguien realmente le importes, que te haga sentir en calma. Me parecio una buena historia te deja algunas preguntas pero creo que en si puedes rellenarlas con todo el contenido del mismo.
ResponderEliminar