sábado, 1 de junio de 2013

Capítulo #13.5 (algo que no sé porque no esta pegado al 13)

Busque desesperadamente, pero no encontraba la salida, busque en lo profundo de este bosque llamado tiempo y no encontré consuelo, quizá solo deba abandonar, dejar esto como esta y desaparecer. No dejar rastro alguno de mi existencia en este sitio. La pregunta llega a mi mente, ¿Alguien notara la falta de mi alma en este lugar?.



Por más veces que intente llegar a la idea, no podía dar con la respuesta ideal, nada encajaba perfecto, quizá simplemente no existe esa respuesta perfecta. Después de todo, ¿Qué es la perfección? bueno eso ya tampoco importa mucho. Donde estoy parada no va a llegar más la luz de esperanza, espera... eso no es luz de esperanza, eso es simplemente luz, creo que ya estoy hablando incoherencias.

Hikari, aún en el bosque del Sur, perdida entre sus pensamientos no hallaba respuesta a sus propias preguntas. Pero si había encontrado la causa de otra cosa. ¿Cómo había escapado el alma de Erzebeth?. Respuesta fácil para ella, pero no podía encontrar por qué no recordaba nada de su pasado. Además tenía otra conclusión, sobre Lilith y Morrigan para ser más exactos. La chica tenía más poder que el que aparentaba, y la guardiana era simplemente la bribona de siempre. Sí, era muy astuta, no decía directamente las cosas, pero las daba a sobre entender perfectamente. Todo estaba bastante claro ahora, y los cambios de planes de Morrigan encajaban de lo mejor en los de Hikari.

-Ahora, debo salir de este mugroso lugar, buscar a un par de personas, bueno uno no tan persona y arreglar esto. -se dijo a sí misma. Dibujo la puerta en el aire y con su llave abrió la cerradura.

Llego a la entrada de la Orquídea Lóbrega lo más pronto que pudo y se llevo un par de sorpresas, pronto se realizaría otra reunión, con todos los asesinos rango shinigamis. Paseo un rato por los jardines del lugar, decorados sutilmente, violetas, y margaritas se veian en todos lados. El aroma de las flores era dulce y el ambiente relajador. Eso le trajo memorias, memorias que no sabía si realmente le pertenecían a ella.


"-Puedes llevar esto a un lugar mejor, puedes tener el más grande reconocimiento, pero recuerda muy bien quien eres y a que perteneces. -Era Morrigan quien se lo decía.
-Sé muy bien quien soy y a lo que pertenezco puede que también, pero es imposible estar en contra de esta causa o es imposible estar a favor de la de ella. -Respondió Hikari.
-Bueno, protege tu corazón, tu alma y no la pierdas, mantenla a salvo de todo este caos, es una guerra y muchos seres de aprovechan de eso. -la mirada de la peliblanca bajo."


¿Qué guerra? ¿Qué caos? Necesitaba ver a Morrigan lo antes posible, y mientras divagaba en esa decisión fue sacada de esos pensamientos por Medicci.
-¿Qué pudiste averiguar sobre el alma de Erzebeth? -pregunto Medicci
-¡Vaya! Pero miren a quien tenemos aquí, viejo no debes asustarme así, estaba muy enterrada en montañas de pensamientos. -bromeo Hikari
-Que bueno que tu humor se conserve tan bien como el de Estefanía o el de Sasha.
-¿Ellos están aquí?
-Sasha aún no llega, por lo que sé y Estefanía esta aquí desde ayer.
-Bien, te diré. Erzebeth y su alma nunca fueron sellados en el bosque, su alma solo fue arrojada, ese cuerpo definitivamente no es el de ella. Debió tomarlo prestado. -Se peinaba un mechón de cabello mientras hablaba. -Esta planeando regresar al bosque, pero para sacar más de las almas selladas. Así que lo más seguro es que busque un especialista en eso... usted sabe bien que conocemos  a uno que se dedicaba a eso. -su mirada choco con la del viejo.
-Insinúas que lo buscara, debe de haber otros. -se rasco la barba -Definitivamente debe de haber otros.
-Pues para mi, él es el más indicado. Ella ya debe saber que lo va a buscar. -a su conversación se les unió repentinamente alguien más.
-Ella, él, nosotros, blablabla... digan nombres -su sonrisa era tenebrosa. -Estefanía, Kuroi, sí nosotros ya  prevenimos eso.
-¿Estefanía? Escuchabas nuestra conversación...
-Hablan tan alto que hasta Erzebeth podría oírla... si es que ya no las oye por oídos de otros. -introdujo su mano en uno de los bolsillos de la chaqueta roja que tenía puesta y saco unos dulces. -Ahora, la próxima misión es algo peligrosa y lo más posible es que a vea. ¿Deseas que le diga algo de tu parte... Medicci?
El hombre se levanto de donde estaba sentado y la miro fijamente a los ojos, con seriedad le respondió. -Acaso dices que yo debo decir algo, eso es lo que quieres decir.
-Para nada, claro si tu realmente quieres decir algo...
-Manipuladora de sombras, La sombra, La informante y la mensajera, esos son los nombres por los que eres llamada, deja de meter las narices en cosas que no debes "Informante".
La chica aparto un poco de su cabello que le tapaba el ojo derecho, mostrando una pupila roja. Se inclino levemente y le sonrió. -Lalala, no te oigo, soy de palo, tengo orejas de pescado.
El hombre se retiro del jardín algo molesto.

-¿No deberías estar saliendo para otra misión? -interrogo Hikari
-Sí, pero sera después de la reunión, por cierto, ya sé de la niña que te acompaña, pero quiero saberlo de la mismísima Morrigan primero. -La cara de la chica había cambiado por completo, ahora mostraba seriedad.
-Lo sé, pero lo que más indica es eso. -contesto Hikari
-Pobre Lilith... aunque puede que sea bueno.


Estefanía caminaba por los pasillos del enorme edificio escondido entre las montañas, un lugar que aunque estaba lleno de personas era bastante solitario. En el suelo su sombra la seguía sin dudar. Pero en el fondo del pasillo ya casi llegando a otro de los jardines la sombra se levanto y de ella apareció un lobo.

-Ves, esto se pone peor -sonrió
-Nada se puede hacer. -respondió el lobo
-¿Comemos? Yo tengo hambre.
-No deberías pensar en otra cosa... como la siguiente misión.
-¿Misión? Eso sera como un paseo al pasado.



"¿Lilith, sabes que me agrada de ti? Ves cosas en las personas que ni ellos mismo pueden ver. Sabes cosas con tan solo mirarlos a los ojos, escuchar sus palabras"

-Morrigan, tienes una habilidad que cae en el extremismo, pero así esta bien, es tu habilidad y no de más nadie. -dijo Lilith sentada en el sillón al lado de Morrigan.
-¿Tu crees? -Morrigan le sonrió a la pelinegra. -Tu lo puedes ver, cuando nos veamos en persona, quiero darte un hermoso regalo.
-¿regalo?
-Pero debes estar preparada para tal regalo, sé que te gustará.
-Deberías hablar con Hikari, ese es un buen regalo.
-Ella ya esta en camino para hablarme, pronto deberás regresar a Natian.
-¿En serio? uuumm... y Sasha. ¿Cómo esta él?
-Me alegra que preguntes, pudiste salvar esa alma, fue maravilloso.
-¿Lo hice?
-Me debo ir...

Los encuentros con Morrigan eran más bien confusiones disfrazadas de saludos, dejaba dudas por donde pasaba, sus respuestas eran preguntas.  Pero ahora debía Lilith regresar a Natian y encontrar a Hikari. Buscar respuestas y saber que era el tal regalo de Morrigan.



"Las oportunidades se pierden, el tiempo pasa y la mayoría de los buenos momentos se van almacenando en nuestra mente."


+Orquídea Lóbrega+

-¿Qué pretende señor? -la chica trataba de servir té en una taza, pero sus manos temblaban demasiado, pero su cara mostraba total seriedad.
-Acabar con esta maldición que viene arrastrando desde hace cien años. -Medicci la mió. -Cada vez tiemblas, estas fuera de control... -hizo una pausa y tomo la taza -creo que debemos hacer algo.
-No se preocupe señor, es solo que he vivido mucho tiempo atada a usted, y mi poder ya no puede hacer por usted mucho.
-Me has mantenido bastante tiempo, te lo agradezco. Después de todo, no todos los lusht son malos.
-Señor... -bajo la cabeza y sonrió -sabe que esto ya casi llega a su fin.
-Lo sé Simone, pero los grandes lusht no se muestran débiles nunca.
Pasaron unos minutos antes de que se escuchara palabra alguna. -Señor, han llegado varios de los shinigamis esperados. -Era Alegra, avisando que pronto se daría algo inesperado.


"¿Me puedes oír? ¿Aún navegas en aquella sombrilla en la inmensidad del mar? ¿Sigues viendo ese hermoso carmesí? Yo no puedo distinguir la felicidad del placer, ¿acaso tu si puedes?."

-Pones ideas en mi cabeza, no puedo saber lo que realmente esta pasando. -Estefanía parecía hablar sola.
-No, pero si eso quieres pensar. -de la sombra de la chica se levanto el lusht
-Vives escondido y ahora aquí más.
-Tu y tu máscara hacen lo mismo Estefanía. -el rostro del chico ya no mostraba sonrisa alguna.
-ja, ahora dices eso. No puedo creer, mi propio lusht se escuda en esas excusas. -hacía algo de drama la chica.
-Basta si, mejor dime, entraremos y hablaras con él...
-Eso debo.

Entrar al pueblo puede ser para un shinigami la cosa más sencilla del mundo. Entrar al pueblo del cual fueron expulsados es la cosa más difícil del mundo. Con la máscara en el rostro, recordaba cada rincón del sitio. Paso frente a una fuente, espanto a las palomas. Llego a la casa de señor de esas tierras. Cuando le vieron la máscara y colores de su vestimenta le dejaron pasar, no tuvo que pronunciar palabra alguna. Entro al palacio, se sentó en la sala de espera y murmuro: -este lugar esta algo distinto.
-¿Qué pretendes, que se mantenga seis años igual? -se escucho el murmullo de Kuroi.
-uumm calla, te escucharan. -regaño Estefanía.
-Señorita, pase por aquí -dijo un hombre.

La chica se levanto y entro al lugar al que era guiada, en la sala estaban un señor, sesenta y tantos, un joven, bastante apuesto, de unos veintisiete años. Y tres hombres que representaban testigos de la conversación que se iba a dar.

-Señorita shinigami, lo primero es saber su rango. -pregunto el de más edad.
La chica miraba toda la habitación. -¿Mi rango? -luego dirigió la mirada al hombre. -Me llaman de varias formas, depende del lugar y la ocasión en la que fui conocida.
-Eso no fue lo que le pregunte.
Ignorando por completo el comentario del hombre siguió hablando. -Pues depende del trabajo realizado, creo que ustedes deben conocerme por "Shinigami de Las Sombras".
-¿Acaso será, la número dos? -dijo el de veintisiete.
-Sí. -la única respuesta de la shinigami.
-Entonces sabrá que nosotros no sabemos a ciencia cierta que nos ataca.
-Pues da igual... lo eliminare y me iré.
-Se siente con bastante confianza -el hombre seguía intentando no ser ignorado.
-Tengo los ojos alrededor de todo el pueblo, no creo que aparezca sin ser detectado por mi. -Las últimas palabras alas dijo con algo de gozo en la voz.

Salió ya de noche de aquel lugar, miro al cielo y se pregunto si era lo correcto, la ausencia de su sombra de recordaba que Kuroi no estaba cerca. Recordó que en la reunión el hombre de más edad pregunto por su espada. Hacía tanto tiempo que no necesitaba de ella. Ni si quiera la traía a la vista.
-"La de las Sombras" -musito -vaya nombre. -sonrió levemente.


"Baila dentro de la caja, tararea la canción, pero recuerda darle cuerda a la caja, pues si no lo haces no bailara y no cantara. ¿Recuerdas para que lado es?"



Nota:
Los que no recuerdan a Simone, la menciono en el cap # 7 "Objetivos"
Otra cosa, esto es no es un cap, solo es algo que debió ir pegado al anterior, pero por alguna razón no paso.
¿Por qué no he subido caps? Pues estoy en el momento de "Quizá deba cerrar esto"
Bueno lean, es poquito pero algo.

1 comentario:

  1. Estefania me cae tan bien espero poder saber mas sobre ella; las cosas estan tomando un muy buen ambiente es como una caserola en su punto. Espero que decidas seguir con tu blog porque lo adoro.

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