miércoles, 15 de mayo de 2013

*Anima* Capítulo #13 "Ideas"

"Mostrándote mi alma a través de mis ojos, bailando puramente entre el bosque de tus cabellos, me preguntarás donde estoy y quizás nunca te has fijado que parada frente a ti, doy mi alma entera para que en una rifa sin fin encuentres caprichos que ni tu sabías que aspirabas a ellos."

En una furia completa y unánime se había convertido aquel pueblo escondido en el campo, todos con espadas, lanzas, antorchas y uno que otro trincho. Las mujeres lloraban y escondían en su regazo a los niños. Los hombres encendían la fogata y jalaban las cadenas que amarraban al chico. Devastado de lo ocurrido no podía ya ni hablar, aunque daba lo mismo, el odio y la rabia eran los guiadores.
Pensaba lo que paso solo después de abrir los ojos en la madrugada. Justo despertó cuando oyó un grito, era horror lo que expresaba el grito. Se levanto y vio en el suelo de la habitación sangre, estaba mareado, no recordaba como había llegado a la cama, ni que era lo anterior a eso. Siguió el rastro de sangre y llego a la entrada de su casa, abrió la puerta y se encontró con el cuerpo, extendido, y bañado de sangre, de mi amada Aris. No le dio tiempo de pensar, miró su puerta, en ella escrito con la misma sangre de la chica: "Aquí estoy".
-Él es, el que ha estado matando en el pueblo. Es él. -la mujer que anteriormente había estado gritando.
En unos cuantos minutos todo se iluminaba por las antorchas encendidas. Ya lo tenían amarrado y sin poder dar explicación alguna le golpearon en la cabeza.
Volvió a abrir sus ojos, esta vez estaba atado en el centro del pueblo en un árbol seco y alto. La gente lo miraba mal, le gritaban cosas horrendas, que mejor no mencionarlas. Le dolía el cuerpo, sentía como si lo hubiesen golpeado, quizá si fue así.
-Mataste a Aris, tu eres el que nos estaba atacando, tu eres el lusht. -un hombre con los ojos rojo de llorar, pero la voz completamente firme fue el que le hablo. -¿Cómo pudiste?
-¿Cómo se te ocurre que yo voy a matar a Aris? ¿Cómo voy a poder hacer eso? -su voz era cortada, aún no podía creer que esa de hace un rato era su amada Aris.
-Lo niegas, la chica fue quemada, exactamente como lo haces con tus manos, esas marcas en tus manos son la más grande evidencia. Además toda tu casa esta llena de su sangre. Y su alma ya no esta.
-Jamás, yo no... -no pudo terminar, pues el hombre lo golpeo en el rostro, rompiéndole el labio. -yo... -Una vez más recibió otro golpe.
-No dejaré que dañes a más nadie, ¿cómo pudiste? mi pequeña Aris, maldito.

Estaba frente a las brazas, alguien le había tendido una trampa y ahora lo confundían con un lusht. Pero él, un simple humano, que había aprendido algo de alquimia, y hechicería no era más normal que los demás. Le agarraron los brazos y directo a las llamas fueron a parar.

Sasha volvió en sí, miro nuevamente a la chica, sólo para saber que sus ojos no lo engañaban. Si, era realmente Aris, sus largos cabellos naranjas y su rostro coqueto. Pero sus ojos estaban vacíos, en blanco para ser más exactos. No había pupilas ni nada que dirigiera la mirada, pero aún así se sentía que la muñeca ahí parada lo miraba.

-¿Aris? -pronuncio al fin Sasha.
La chica se le acerco velozmente e intento atacarle, Sasha apenas y la esquivo, dejando en su mejilla un pequeño corte. Se toco la mejilla y miro la sangre que quedo en sus dedos. Levanto la mirada para verla, pero esta ya estaba atacando nuevamente.

Liz por su parte trataba de levantarse, el golpe contra el campo la dejo algo mareada. -¿Quién es esa chica? -se pregunto en voz baja.
-Es Aris -dijo la mujer que estaba justamente atrás de ella -mi niña.
-¿Su niña?
-Aris, ella es mi hija, no puedo creer que este viva. ¿Cómo? -la mujer no desviaba la mirada de la batalla que se daba más al frente.
-No estoy entendiendo nada. -Liz miro a los lados buscando el lusht. -¿dónde rayos esta?
-Condenamos a muerte a Sasha hace unos años atrás, por haber matado a Aris... -dijo el hombre
-¿Matado? pero... -Liz estaba más confundida, que era lo que pasaba realmente.
-Pero cuando quemamos las manos de Sasha nos ataco un dragón. Y justo después el verdadero asesino de Aris siguió matando. -el hombre hablaba casi sin voz, a punto de romper a llorar.
-Eso significa que... Aris, el lusht y Sasha están... -miro hacía la batalla y se encontró con Sasha atravesado por una espada en el hombro.

-Basta Aris, ¿qué te sucede? escúchame  ¡Aris! -Sasha caia de rodillas, se negaba a atacar a la chica. En el fondo se escucha la risa del lusht.
Aris agito la espada haciendo más grande la herida, Sasha cayó al suelo y la sangre comenzó a brotar. Liz se levanto lo más rápido que pudo y tomo su espada.
-Bien, ahora soy yo tu enemiga. Ven. -Liz reto a la nueva enemiga.
La chica la volteo a ver, y lentamente se le acercaba. La chica no era rápida, pero por más daño que le hiciese Liz, Aris simplemente seguía atacando.



"¿Escuchas el silencio? ¿Cuánto te ha costado crearlo? Y ahora solo gritas por la desesperación de no oír nada."

-¿Sasha, puedes oírme? -Lilith llamaba al despertar al chico.
-¿Tu... qué haces aquí? -pregunto Sasha mientras se levantaba y aclaraba la mirada.
-Generalmente yo estoy aquí, pero con Morrigan. -respondió la pelinegra
-¿Morrigan? -miro a los lados y se dio cuenta que ya no estaba donde el creía. -¿cómo llegue aquí?
-No lo sé, llevo rato aquí, ella siempre esta y me habla, me dice cosas y juega con las llaves, pero esta vez no. -Lilith hacía una mueca con la cara mientras explicaba.
-sera que morí y voy a la puerta del infierno... -pensaba en voz alta -no, no... eso no puede ser.
-No creo que estés muerto, de seguro dormido.
-¿Dormido? Estoy en mitad de una batalla, eso no puede ser. Yo estoy... inconsciente. -sus pensamientos frenaron.
-Bueno, así no dañaras almas inocentes -hizo pucheros mientras lo decía.
La miro con el rabillo del ojo, la cara seria y una ceja arqueándose. -Pero aún así, no quiero regresar... no comprendo que esta pasando.
-¿Te puedo ayudar? -dijo tiernamente Lilith.

Liz trataba de llegar a Sasha para poder sacarlo del campo, pero era imposible, cuando se intentaba acercar la chica de cabellos naranjas la bloqueaba. Definitivamente tenía mucha más experiencia con espadas y cortes.


-Pues, si es como dices, esa no es Atis -dijo Lilith
-Es Aris, y si pensé eso, pero es igual. -corrigió Sasha
-Hikari dice que toda alma que sale de un cuerpo no regresa jamás.
-Así es.
-¿Y si es una marioneta?
-¿Marioneta? Marioneta... títere... ¡Un titiritero!
-¿Qué? -no entendía nada la pobre de Lilith
-cuando se trata de juguetes un títere son hilos, trapo y cabeza, manejados por la mano del titiritero, en cambio la marioneta es alambres, brazos y piernas, algo más complejo para el marionetista. -Sasha ya había dado en la conclusión correcta
-Aún sigo sin saber -decía Lilith
-Bien, te explico, haber si te entra en ese cerebro. Un marionetista como Hikari, utiliza una replica o varias de su propio cuerpo, y las maneja con su propia esencia, que vendría siendo los cables, lo que le permite estar lejos de la batalla y manipular la marioneta. En cambio un titiritero usa un cuerpo vació para meter su esencia y moverla con hilos, pero hilos de energía, los cuales pueden ser cortados, el títere no se puede alejar mucho.
-Eso significa que Alis es un títere. Y el lusht el titiritero. -dedujo Lilith
-¡Aris! y sí. Ahora, sácame de aquí,ya, ya, ya -Sasha comenzaba a desesperarse.
-No sé como hacerlo, no sé ni de donde vienes, solo no sé, cierra los ojos y piensa en ese lugar.
La puerta caoba comenzó a sonar, y sus engranajes se movían. Sasha se levanto y abrió fácilmente la puerta. Pero antes de irse se volteo y miro a Lilith.
-Sabes que estoy a tus servicios ¿no?. Te cuidado, tanto o más que el que tiene Morrigan. Gracias.

De una sola abrió los ojos y se levanto, el dolor en el hombro izquierdo le evito levantarse a la velocidad que quería. Desenvaino la espada y corrió junto a Liz, esta estaba cubriéndose de los espadasos tirados por la chica de cabellos naranjas. Sujeto a Liz con su brazo izquierdo, y con el derecho desenvaino la espada protegiéndose del ataque y dejando sin espada a Aris. Empujo a Liz fuera del espacio de peligro y poso su mano en la cabeza de Aris, pudo sentir los suaves cabellos de la chica, y con atención justo detrás de la chica vio los hilos que ataban al títere. De un solo movimiento los corto. El cuerpo cayó al suelo y no volvió a dar movimiento alguno, seguido del grito de desesperación del lusht.
-Maldición Sasha, no sé cómo le hiciste para salvarte la última vez, pero esta ocasión seré yo el que devore tu alma, como la de esa chica. -El lusht entre alguno de los árboles salió, no muy lejos de donde estaba el cuerpo de Aris.
-¿Matarme? ¿Tu? -una risa burlona salió de la boca de Sasha.
-Déjate de tonterías y muestras tus manos.
-"Pozhiratel Dush"* -pronunció, con su mano izquierda separo el dedo indice y el anular, y los poso sobre la hoja de la espada. La espada comenzó a brillar, un plateado encantador. -Ven, acércate  solo será un toquesito. -corrió para atacar al lusht. -Pepel dushi -grito posando su mano izquierda en el piso. La tierra se levanto.
El lusht se iba a dar la tarea de correr, pero Liz se encargo de sujertar bien de sus piernas. -"Inkuropu"* -de las manos de Liz tiras negras salieron, dirigidas a no dejar escapar a la bestia. De un solo jalón lo tiro en el suelo.
Sasha se le acerco, y le puso el pie en la cara. -que humillante no crees. Tanto para que quedaras de esa forma, basura. -se le acerco un poco más y levanto la mano derecha dirigiendo la espada directo al corazón del lusht. -sabes, tu alma debe ser llevada al bosque oscuro, pero no lo haré, la eliminare aquí mismo, no dejaré que escape.
-no... basta, te diré como revivir a la chica, solo déjame vivir -ya sonaba a suplicas.
-Alma que sale de un cuerpo jamás regresa. Aquí hay dos cuerpos, el de Aris y la otra chica que mataste, devoraste ambas almas. -sonrió levemente, algo pícaro. -Adiós, basura. -hundido con fuerza la espada en la gruesa piel del lusht. La espada lo atravesó y quedo enterrada en el suelo, la sangre brotaba de la herida y los ojos abiertos miraban fijamente a Sasha. El alma salió, y el rubio la tomo, miro por unos segundos la pequeña y frágil figura y apretó el puño murmurando: "pepel dushi".

El campo se deshizo y el viento corría fuerte, Liz suspiro, y la pareja grito de felicidad, Sasha seguía inmóvil, con la mirada enterrada en el suelo frente a él. Se dejo caer, cerro suavemente los ojos mirando el rostro de Aris.
Cuándo los abrió estaba en una suave y cómoda cama, rodeado de almohadas, y sábanas tan suaves como las nubes. Miro la habitación y en una esquina cerca de la ventana, con un libro en el regazo, Liz, durmiendo plácidamente. Se levanto, ya sabía donde se encontraba, busco sus cosas y despertó a la pelinegra.
-¡Hey! Despierta espantapájaros, deja de dormir, vayámonos ya. -le empujaba
-No, cinco minutos... o quizá una hora más. -aún dormida murmuraba.
Sasha tomo el libro que tenía Liz entre sus manos y le golpeo en la cabeza con el. -mueve ya esas piernas y comienza a caminar espantapájaros.
-ouuch... ¡Sasha! ¿Estas bien? debes reposar, tu herida...
-no es nada, ahora levántate. -toscamente evadió
-Pero... ellos quieren...
-NADA -Sasha ahora si que se veía molesto.

Caminaban en fuera del hermoso pueblo, ya casi a punto de dejar el lugar, escucharon un llamado. -¡Sasha! Espera un momento. -Era el padre de Aris.
Liz volteo y saludo, Sasha siguió caminando. -Sé que estas molesto, muy molesto, pero escucha. -Sasha detuvo el paso y se volteo, camino de regreso y cuando estuvo justo en frente del hombre habló.
-Cuando estuvieron a punto de meterme las manos al fuego pedí que me escucharan. -levanto las manos y se quito los vendajes, le mostró las manos al hombre. -mira cual fue el resultado.
-Yo... no sabía... justo después de que te quemamos las manos, justo en ese momento ataco un dragón, tu siempre eras el que nos sacaba de esos líos, pero...
-Pero casi me matan, si no fuera porque Milly estaba por los alrededores, hubiesen muerto, como lo merecían.
-Ella no los dijo. Dijo que lo que hicimos no tenía perdón, pero la rabia guiaba en el momento.
-Me vale, me largo de aquí antes de que tengas que salvarlos involuntariamente. -se volteo precipitadamente y el largo cabello rubio golpeo la cara del hombre.
Liz no dijo nada y simplemente siguió a Sasha.
Dejando atrás un pueblo que a menos se liberaba del peso de la muerte de una persona inocente.

Después de horas sin ningún tipo de conversación, Sasha al fin habló. -¿No vas a preguntar?
-Pues, lo hice -respondió Liz. -mis oídos no creían lo que oían, las torturas por las que pasaste. -puso su mano en el pecho de Sasha. -Aris y tu se iban a cazar. Pero el lusht ataco tendiéndote una trampa para despistar dudas.
-Cuando el dragón ataco el pueblo yo corría al bosque. Encontré un río y metí las manos ahí. Poco después llego Milly y me llevo con ella.
-¿Milly? ¿No era ella la anterior shinigami número 3?
-Así es. -tomo la mano de Liz y la retiro de su pecho. -de todas formas, eso ya es pasado. Viví en una idea, pero ahora, el propósito es otro.
-De qué hablas.
-Morrigan tiene planes nuevos.
-¿Me estas cambiando el tema?
-Hace hambre, deberíamos ir a comer
-Oye, no cambies el tema, eso no se vale.
-Ya calla espantapájaros.
-Es ¡LIZ!





"Tu perfume me droga, pero nada es bueno en exceso, y yo ya sobrepase el límite hace mucho, seguiré navegando en este inmenso mar, hasta llegar a las costas de tu amor."


*Pozhiratel Dush: Devoradora de almas (ruso)
*Inkuropu: Sogas de tinta (japonés, de esta traducción no estoy muy segura que sea así)

2 comentarios:

  1. El capitulo fue grandioso se ve que trabajastes mucho en el. En el comienzo cuando vi todo lo que habia que leer crei que seria pesado pero cuando comenze a leerlo y lo termine lo senti tan corto y desee poder leer mas; lo hicistes muy bien. Me ha gustado mucho el capitulo espero pronto ver otro.

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    1. Pues estoy trabajando en otro, a ver si continúo o cierro definitivo el blog

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