domingo, 14 de abril de 2013

*Anima* Capítulo #8 "Espantapájaros y Ego"


Perdida en las páginas de un libro delgado, de vez en cando soltaba una ligera risa, algo la atrapaba en el libro, no sabía que era, pero Sasha poco a poco perdía la paciencia. Debía ser el estado de tranquilidad, despreocupación y felicidad en que se hallaba la chica, o tal vez sus despeinados cabellos largos.
Llevaban alrededor de una hora de camino desde que habían salido de la montaña donde se encontraba la Orquídea Lóbrega, bajo un árbol grande y frondoso, en la entrada de lo que parecía un camino, al lado un letrero que poco le faltaba para estar completamente en el suelo decía: "Bianco Lucciola"*

-Bien, es hora -por fin pronuncio Sasha.
-¿hora de qué? -interrogó Liz apartando la vista de las páginas del libro.
Sasha comenzó a quitarse los vendajes de las manos, Liz inmediatamente noto que las manos de él estaban quemadas y en su piel estaban las marcas visiblemente claras.
Antes de que pudiese preguntar que le paso este la atacó inesperadamente, ella en un rápido movimiento lo esquivo y le lanzó el libro.
-¿Qué royos te pasa? -tuvo que detener sus preguntar para una vez más evitar el ataque del rubio.
-vamos, te vas a dejar matar aquí. -dijo sarcásticamente Sasha. -bien, cumpliré tu deseo.
Esta vez en un intento de sujetar el brazo de la chica pronunció el conjuro: "Pepel Pozhara"*. En el aire se vio el chispazo que salió de la mano derecha de Sasha, Liz sin más opción desenvaino la espada.
-Bien, eres tu el que me obliga, acaso estas loco. -le dijo furiosa
Este solo sonrió y una vez más se dio a la tarea de atacar, Liz sin dudar balanceo la espada y pronunció su propio conjuro: "Akai Tameiki"*. De las espada salió una llamarada contrarrestando las leves explosiones que provocaba Sasha. Pero él rápidamente la sostuvo por la ropa, empujándola hacía el árbol, acorralándola  Poso sus manos en el cuello de la chica y esta a su vez poso su espada en el cuello de él.

-un simple movimiento de cualquiera de los dos podría matarnos. -rompiendo el silencio dijo Liz
-eso es lo que tu crees, te podría volar la cabeza antes de que puedas rebanar la mía. -dijo muy seguro Sasha.
A a chica se le erizo la piel, pues sabia que era verdad, y que solo disimulaba, la verdad es que por algo era él de un rango tan alto, además del apodo que le tenían, no era seguro estar formando discusiones con ese tipo, pero ya era tarde y la situación estaba plasmada.
Pero algo inesperado para Liz sucedió, ni en lo más profundo se lo imaginaba. Sasha le quito las manos del cuello y se le acerco un poco más, le dijo al oído. -parece que si puedes acompañarme niñita.
-¿qu..qué? -nerviosa respondió. -Tu solo me estabas probando, eso es lo que buscabas... ¿acaso tu me estabas probando?
-¡claro! ni loco traigo a un estorbo conmigo, tu solo vas a abrir los campos, pero si tengo que estar salvándote de nada servirías. Ahora muévete y camina rápido que vamos a la misión asignada.
La chica proceso todo en unos segundos, miro al chico que ya le daba la espalda y se emprendía a seguir el camino y retomo  sus ideas. Sabía que lo que le esperaba de ahora en adelante no sería nada fácil.



+Lacie+

A unos varios, muchos y distantes metros de Sasha y Liz se encontraban Lilith y Hikari. Desde que la shinigami salió de aquel lugar en la montaña no había hablado mucho. Su cara mostraba algo de preocupación.
-Morrigan me habló durante un sueño. -menciono Lilith
-Morri...gan... ¡Morrigan! -estaba algo distraída, pero volvió en sí al escuchar ese nombre
-parece que no estas en este planeta, y de Morrigan, como siempre dijo algo que no entendí.
-bueno ahora no importa, debes regresar a tu mundo de inmediato, luego te busco, pero por ahora debes volver.
-¿cómo? y eso
-la misión... el castigo es algo peligroso, y durante un tiempo estaré ocupada, el bosque del sur es un lugar donde encierran toda clase de bestias y almas en forma de castigo. Parece ser que el alma de Erzebeth estaba encerrada ahí, no se sabe como salió.
-debes ir a encontrar el cómo lo hizo.
-exactamente.

El momento de regresar a su vida normal, el momento de tener que guardar lo que a visto. Abrió con su llave la puerta de regreso al mundo que pertenece.
Estando ya casi una semana viviendo la tranquilidad de su vida, en medio de una clase recordaba a la shinigami, se preguntaba si estaba bien. La marca en su brazo volvía a ser solo una marca borrosa sin rastro de ser un dragón que consumes almas. Sus pensamientos fueron dispersos por la campana de salida del colegio. Tomo sus cosas, se despidió de sus compañeros y regreso a casa. En el camino, a lo lejos pudo notar algo, sabía que era, podría distinguirlo aunque estuviese lejos. Era un campo de energía, como los creados por Hikari. Corrió al lugar, a lo alto de una calle, en una pequeña montaña, un ambiente especial creado en medio de la ciudad, un templo de meditación, no importaba tus creencias, tu religión y tu forma de hablar, podías ir ahí a relajar tu mente. ¿Qué podría ser?


+Bianco Lucciola+

Mientras caminaban, Liz pudo distinguir en el pueblo un hombre con una manta extendida en el suelo, tenía libros a la venta. De todos los tamaños, polvorientos y gastados. Era un paraíso de letras y poemas.
-¡Mira!
-hmp, más libros, deberías pensar en comprar un cepillo no libros.
-¿cepillo?
-no te has visto la cabeza pareces un... un...
-¿un qué? -la cara de enojo ya se le notaba
-un ¡ Espantapájaros!
-oye, no te creas tanto, tu con ese cabellito largo, de espada pareces una chica.
-ja, jajaja sabes que me sacas de quicio verdad, espantapájaros
-aaaah, y yo no te soporto, contigo nunca se esta bien.
-lo que digas espantapájaros -se daba la vuelta y le daba la espalda -voy a buscar algo de información, tu mira tus libritos.
-Como quieras, tus niveles de ego parecen radioactivos.

Puede que el enojo de Liz sea superado por el ego de Sasha. Fue lo último que se pudieron decir antes de que los gritos de las personas los sacaran de la pelea que ellos mismos se tenían.
Liz cerró los ojos, saco la espada y la clavo en el suelo. -"Inku"* -el campo de protección se levanto y como tinta del suelo donde estaba la espada, fue cubriendo el lugar, la tinta negra se desvaneció y el cielo azul nuevamente se veía.
-espero que tu campo funcione, pues sabes bien que yo no abriré uno. -le dijo Sasha mientras se quitaba las vendas de las manos.
-La próxima vez que podamos hablar tranquilamente, si es que se puede, me dirás que te ocurrió en las manos.
-Tal vez.









*Bianco Lucciola: luciérnaga blanca (italiano)
*Pepel Pozhara: cenizas del fuego (ruso)
*Akai Tameiki: suspiro rojo (japonés)
*Inku: Tinta (japonés)


Un Nuevo cap, por los que me leen. Algo corto, pero ya ven, no solo es Hikari y Lilith xD
Gracias por leer. <3 (*-*)/

1 comentario:

  1. El capitulo no se sintio ni corto ni largo sino hechizante. Ya que me interesa tanto en la lectura que ni me di cuenta de cuando acababa.
    Me parece muy divertida la relacion entre Sasha y Liz espero ver mas de eso. Fue un buen capitulo que sembro en mi la semilla de la necesidad, espero pronto ver otro capitulo.

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