jueves, 10 de abril de 2014

Horneando Situaciones: Café

"¿Stalkers?"

1. Nunca jamás te stalkea el hombre guapo que tu deseas.
2. Le dan like a fotos que tu ni te acordabas que tenías, y es incomodo preguntarles ¿Por qué lo hacen?
3. Cuando tienes más de uno, te hace pensar mucho sobre que subir a tu cuenta personal de facebook o instagram.

¿Por qué hablo de esto?
Últimamente he sentido esa tensión de que hay "stalkers" rondando por mi fb, y uno de ellos esta perdiendo la pena ya me habla por chat y comenta mis publicaciones, no todas pero la mayoría.

Esa era la conversación de aquella mañana entre Mary y yo.
-Hay veces que no se deben borrar, para sacarles provecho -le comentaba yo -pero hay límites.
-Es cansado soportarles, están ahí en este mundo para probar nuestra paciencia. -Respondía ella.

Me siento cansada, estresada, malhumorada, presionada. No me puedo concentrar muy bien, los días se me están pasando demasiado rápido y todo lo veo como arena entre mis dedos, no puedo concervar nada durante mucho tiempo.

-Debes sentarte allá al frente, con esa laptop y comenzar a hacer todos tus pendientes -me saco Mary de mi leve trance.
-¿Me mandas un café con toda el azúcar posible?
-Eso es seguro.

Tomar café a las 7:30 pm no es bueno, pues no te dejará dormir hasta después de las 4:00 am, pero entrar en turnos de la noche lo amerita totalmente. A esa hora no es común ver personas en la cafetería, generalmente se esta en el restaurante, pero siempre debe quedar alguien en la cocina de la misma y en la caja. Afortunadas de hoy: Mary y yo. Tenía que hacer el horario de la semana siguiente, ver las horas extras de todos lo de cafetería, hacer las fichas técnicas de las nuevas recetas que se incluyeron y dejar que mi alma suba al cielo.

Imaginen el ambiente:

Nueve en punto, cafetería con luces bajas, ligero olor a café, yo una chica rubia sentada en una de las mesas, con el uniforme puesto, sin gorro, centrada en algo en la pantalla del computador, escuchando "Losing Touch" de The Killers. Apenas y se oyen de vez en cuando el tecleo.
Levanto la mirada, pues escucho un murmullo de alguien hablando. Debbi, para mi sorpresa. Sigo con lo mío, pero soy interrumpida por ella misma.
-Disculpa, ¿pero no has visto a un hombre por aquí?
Arquee la ceja derecha (que por cierto es la única que puedo levantar por separado) y le mire -Quizá si le describe mejor podría...
-Alto, cabellos oscuros, blanco y ojos claros -me dijo ella sin dudar
-Para nada señora.
-Señorita -y se dio la vuelta buscando con la vista una vez más.

Entrecerré los ojos, más café. Mi celular soltó una pequeña carcajada, el tono de "Whatsapp" y miro el mensaje. Es Giussepe: "Sube hay comida del buffet".
Esos mensajes son los que enamoran. Se me escapa una sonrisa. Cierro la laptop y la guardo en la cocina, me dispongo a subir por esa comida.
Espero el elevador... la puerta abre y justo ahí.
Choco con el hombre más hot en el top ten de las chicas de ama de llaves del hotel. Oh sí, John.
-¿Estamos destinados a tener encuentros en elevadores?
-¿Destinados? que palabras usas. Apurate, estoy segura de que te esperan -hice un ademan con los ojos, señalando hacía la cafetería.
-¡Ah! -su cara de pena es para matar ovarios señoritas y chicos si en caso tal me leen. Aspiro un poco, en eso yo entraba al elevador -Hueles a café o es mi imaginación.
-Dulce aroma de las adicciones adquiridas por este trabajo -la puerta se cerro. Dirán JODER ¿le dejaste ahí? Señoritas, no le sigas el coqueteo cuando hay una mujer esperando por él. ¿Cómo se sentirían ustedes en el lugar de Debbi? Aunque pensemos que es una "putizorra" solo porque tiene al chico guapo.

Volver a desconocidos nuevamente, esa es la idea.



Bien, usar el elevador de huéspedes es prohibido, pero ya lo hemos hablado antes, miraba por el vidrio. Pobre de las personas que sufren de miedo a las alturas "Acrofobia". Yo no me puedo subir a un elevador y estar sin agarrarme, pierdo el equilibrio, pero no le temo. "AS" área social, las puertas se abren y él, justo en la puerta mirando.

-¿Cómo rayos le hiciste para llegar antes?
-Parece que el de al lado anda más rápido -dijo sonriendo
-Y bien... -la puerta se empezó a cerrar y él de un salto quedo adentro y presionó hasta el último piso, metió la tarjeta y el elevador comenzó a subir. ¿Nerviosa yo? No, no, un hombre realmente hot me esta secuestrando en un elevador. Le mire algo incrédula y me comencé a mover lo más pegada de la puerta que pude.
-No, no te asustes. Quería hablar contigo un poco... un rato
-Suena a que me debo asustar y bastante ¿sabes?
-Bien.... empecemos una vez más... -buscaba las palabras adecuadas- Soy John Aldrich, Norwich Inglaterra.
-Isabel de aquí mismo Panamá. -ya se imaginan mi cara de no te voy a decir nada que no sea evidente y en cuanto se abra la puerta saltaré
-Maldición -dijo en voz baja -yo enserio no quería asustarte, pero lo he jodido todo.
-La verdad que si -se me escapo una sonrisa -¿bastante, no sabes que soy chef?
-¿ah? -no entendió para nada lo que quería decirle
-Podría -haciendo énfasis en el podría -tener un cuchillo conmigo. -mire curiosa a su reacción
-¡Wou! no, no, no. -la puerta se abrió. Ambos miramos hacía afuera, yo dí un paso afuera lentamente y luego salí por completo. Él salió después de mi.
-Bien "John Aldrich" -clásico tonito -yo me voy, no vaya a ser que...

De la nada se super acerco a mi, muy cerca, demasiado, que pude notar que tiene heterocromia en sus ojos, sentí el ligero exhalar de su respiración.
-No, yo no. Me aleje un poco más y baje la mirada. Que maldita confusión y que horrible nerviosismo. Escuche el timbre del elevador de servicio, eso que hace antes de abrir, la chica de ama de llaves saliendo.
-Buenas noches señor. -le dije y en menos de cinco segundos yo estaba adentro de ese elevador. La puerta se cerro y justo en eso llego un mensaje a mi teléfono. "¿Dónde mierda estas?" Giussepe.


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