viernes, 25 de abril de 2014

Horneando Situaciones: Caramelos de Colores

Estaba en pijamas, bueno un pantalón corto y un abrigo talla large. Me quedaba bastante largo, el cabello recogido con una coleta arriba y unos cuantos mechones que se escapaban. Estaba sentada frente a la mesa tomando un café, era como si me hubiese despertado y llegado ahí, pero no recordaba cómo. Aún estaba asueñada, pensando un par de cosas. Cuando de la nada siento unos brazos que me rodean suavemente por el cuello, con cariño, un beso en la cabeza. Todo era tan normal, volteo y miro su rostro, él sonríe.
Despierto.

Debo dejar de comer cosas azucaradas en la noche, quedo soñando pendejadas.
Llegue en la tarde a la cafetería, Mary estaba ahí esperando para contarme toda la tortura que había pasado antes de que llegará yo. Que si la señora tal y el señor aquel, que los niños de esta y el novio de aquella.

-¿Me estas prestando atención? -me miro molesta -Dios, mira tu cara ¿estas bien? -puso su mano en mi frente.
-Sí, sí -dije de mala gana.
-Tienes algo de fiebre .¿quieres un té de algo?
-Tranquila, ahora me preparo algo, solo que sabes que cuando me enfermo es algo más delicado -realmente sentía que la cabeza me daba vueltas.

Estuve todo el día sentada frente al pc de la oficina de la cocina, pasando facturas, tenía un cerro acumuladas, pero es imposible estar demasiado tiempo concentrada en una cosa en ese hotel.

-¡Isa! -se escucho mi nombre -corazón.
-¡Natsu! -dije tratando de recuperarme -querida.
-Me dijeron que estabas malita, vine a curarte con toda mi hermosura y simpáticos cuentos que traigo de allá arriba.
-A ver, déjame sentirme mejor con tus encantos mujer. -le dije ya con una sonrisa en el rostro.
-bien verás... -pues se sentó en la misma silla apartándome a un lado, comenzó hablando de lo gay que es Giussepe, pero de lo perro que es al mismo tiempo tirandole también a a las saloneras del restaurante de arriba. -¡Hey! Espera, no me dijiste cómo termino de esa noche.
-¿Esa noche? -mira extrañada.
-Sí, aquella donde tu y él se fueron a... -dudo un poco en seguir -realmente no sé que decir, no me has dicho en que termino.
-¡ah! esa día, pues verás no paso de un abrazo si eso querías saber. Dijo que ese día en el elevador eso es lo que haría y "cumplió su sueño de abrazarme". Aunque si te soy sincera me gustaría estar abrazada de él en este momento, me siento tan mal.
-¿Solo un abrazo? pensé que vendrías con una historia de sexo intenso con gemidos incontrolables y posiciones que ni en el kamasutra están. -si esa es Natsu.
-Pues no.
-Por cierto, la que decíamos que era la novia -¿decíamos? -eeh ¿Debbie? bueno ella, como sea, estaba almorzando hoy, pero no el papasito que te acosa.
-¿Qué? espera, espera ¿otro? -vamos el chisme no alimenta, pero entretiene. -¿cómo era?
-Pues estaba bastante hermoso, era de cabello castaño y ojos claros, como miel. Pero ella estaba sollozando, algo pasaba.
-Pero... wou ¿qué seria? -estaba tan curiosa.
-Ni idea, pero el trataba de consolarla un poco, ella son del tipo que hace esos espectáculos en publico para quedar como victima, eso lo sé.
-Ya te dije, no voy a juzgar solo porque tiene muy cerca a dos super hots.
-Cambiando el tema, mañana Jacky nos invito al estudio, van a grabar una nueva canción de la banda.
-oh, cierto, cierto. ¿Irás no? -dije yo tan emocionada.
-¿Irás tu? - me miro desconcertada -estará él... tu sabes.
-¿Él? -cinco segundos de alelason -oooh, pues creo que si llego normal y le hablo normal no pasará nada.


Bien voy a aclarar algo, ¿les había mencionado mi gran salasón épica e impresionante antes?
Natsu y yo tenemos unos amigo que tienen una bandita de rock y está iniciando, el que les toma las fotos es mi ex. Así de simple, ahora resulta que cada vez que nos vemos hasta en redes sociales anda con una tipa distinta, el alega que todo termino en buenos planes, pero la verdad quedo bastante herido. YO SOY UN TEMPANO DE HIELO. Lo grito si es posible y el odiaba eso y no se pudo adaptar a esta personalidad.
Soy de creer, que no se puede ser romántica si la otra persona no despierta en mi esos sentimientos.
No estoy celosa aclaro, pero es un poco molesto que a dos meses de terminar una relación aparezcas a cada rato con otras chicas y subir fotos a las redes sociales con chicas... pues es extraño.

Día siguiente, en el estudio.

Llegue con Natsu, Jacky nos recibió super bien. Entramos, la banda afinaba y allí estaba el. Gustavo, le tomaba unas fotos al baterista.
-Natsu, Isa, ella es Debbie -dijo Jacky.
Ambas miramos el nombre familiar y muy mencionado y ZAAAS ella ahí sentada. Se levanto y se presento. Cuando me miro bien -oh, eres la... cocinara del hotel -si, así como lo imaginan tan despectivo y poco agradable.
Mire indignada, vamos eso sonó totalmente despectivo. -eh, chef pastelera. Chef. -dije recalcando -¡Hola!
-¡Hola! sí, sí. -dijo ella.
-Vino con Gustavo, es francesa.
-oh, es una de las "amiguitas" de Gustavo -dijo Natsu con ese mismo tono.
Miradas frías, ambiente de tensión y la perfecta interrupción llego.

-Buen día, esperamos no llegar tarde. -La voz no la reconocía, pero Debbie enseguida se lanzo a sus brazos.
-Mark, pudiste venir, oh John has venido también -soltó enseguida enseguida al tal Mark y se amarro, pues no hay otra forma de decirlo del señor hot John.
-¡Hola! -que voz tan animada tiene. YA BASTA ISABEL. Ese hombre atonta. Me miro y sonrió de una manera tan especial.

Un momento Mark.

Espera ese nombre estaba en la historiar anteriormente contada.

Esta horas de grabación van a ser bastante intensas.

*Suspiro*

Gustavo salió y me vio, pero fue directo a donde Debbie, la intento abrazar, pero ella estaba bastante enroscada en John.

-Parece que aquí ya varios se conocen -yo estaba sentada adentro del estudio en la silla del piano, tocando alguna que otra nota solitaria, cuando esa voz me distrajo.
-Parece que sí. -Era el tal Mark, y pues ya Natsu me había dicho que era el mismo con el que Debbie lloriqueaba en el restaurante.
-Soy Mark, mucho gusto -extendió su mano -tu eres...
-Isabel, un gusto conocerle -le respondí y le di la mano.
-Parece también que no estas cómoda en este ambiente. -dijo seguro.
-No te creas, estoy algo bastante enferma, pero no quería perderme esto, Jacky es un buen amigo.

Es bastante gracioso el tal Mark, y bastante sexy y hot. Vamos, cabello castaño, alto, blanco y ojos miel. Como osita directo a ellos. Pero en lo que hablábamos no dejaba de mirar a donde estaba Debbie y Gustavo, junto a John.

La banda empezó a grabar, es una buenísima canción. Pero en eso me sentí tan mal, en esos momentos donde lo único que quieres es tirarte en tu cama y no salir de ahí hasta que te sientas mejor. Baje la cabeza, he hice una mueca con la cara.
-¿Todo bien? -Natsu fue la primera en notar que estaba muriendo.
-Saldré a tomar aire, creo que el bajo me va a reventar una vena -le respondí.
-¿Te acompaño? -me miro preocupada.
-Tranquila, pasaré al carro creo que tengo gomitas para compensar mi falta de azúcar -sonreí de a malas.

Baje al carro, iban subiendo un par de tipos que parecían sacados de una canción de Gondwana.
Trate enserio de meter la llave en la cerradura, pero fue imposible. La cabeza me daba vueltas. Me recosté a la puerta del carro y me zurré hasta el suelo. Me quede quieta unos minutos.

-¿Qué pasa contigo? -Era la voz de Debbie algo alterada.
-Te invité para venir conmigo, no para que estés con esos otros dos, que mal se ve. -Gustavo, estaba segura.
Comencé a gatear para alejarme de ahí, no quería que me vieran, me alejaba lentamente cuando de la nada estaba John agachado detrás de otro carro tratando de escuchar la conversación de la que yo me alejaba.
-¿Qué haces ahí? -dije entre murmuros.
-¡Isa! -bajo enseguida la voz -¿qué haces tu aquí?
-eeh, pues tire mis llaves y las busco -miro enseguida mis manos, en una de ellas mis llaves. -y verás que ya las encontré. -que pena.
-¿Y por qué sigue agachada? -me miro sonriendo.
-Ya, ya. No estoy espiando como tu. -dije apenada, pero segura. -Estaba algo mareada y me senté en el suelo, luego ellos llegaron, solo estoy escapando de una situación incomoda.
-¿Sabes quién es él? -me estaba sintiendo celosa, si. ¿Estaba preocupado por quién estaba con Debbie.
-Gustavo, mi ex.
-¿Tu ex? ¿tu ex novio? -sus ojos se abrieron bastante y volvió a subir la voz.
-sssh, calla. Sí. -el corazón me latía super rápido a pesar de que no estaba cerca de él. Nuestras conversaciones nunca son normales.
-¿Desde cuando es tu ex? -ahora yo notaba algo de celos en su tono de voz.
-Desde que dejo de ser mi novio. -Vale ya no me sentía tan bien. La cabeza me dolía un montón, hice un gesto con la cara y lleve mi mano izquierda a la cabeza.
-¿Estas bien? No te veías bien allá adentro. -preocupación.
Trate de pararme, pero las piernas me fallaron y él inmediatamente reacciono. La pequeña escena llamo la atención de la pareja que discutía más adelante.

-¿Isa? ¿estas bien? -Gustavo se acerco donde estaba. John me sostenía con sus muy bien tonificados brazos. Podría estar muriendo, pero también sentía esos brazos y sentía su colonia. "Para machos bien buenotes" de seguro eso es lo que dice el frasco.
-¡hey! -dijo John tratando de que quedará en este mundo.
-Hay que llevarla a un hospital, llama a Natsu y que traiga la lista -le dijo Gustavo a Debbie.
-¿Yo? pero...
-¡Debbie rápido! -dijo John molesto. Debbie enseguida corrió. -¿Lista de que? -preguntaba mientras me levantaba.
-Es alérgica a varias cosas, así que siempre le da a personas cercanas la lista de medicamentos que no puede tomar. -Gustavo aún recordaba eso. Debo aceptarlo, toco mi corazón. Pero estaba más ida en los brazos del señor estoy bien bueno y preocupado por ti, alías John.

De ahí ya no recuerdo nada.... hasta abrir los ojos en la cama de un hospital. Ese olor lo que hace es enfermarme más. Pero me sentía mejor.
-Gracias a Dios que estas viva -Natsu se levanto de la silla y corrió a abrazarme -estábamos muy preocupados.
-¿Qué me paso? -pregunte tratando de reincorporarme.
-El infierno te vomito. -dijo la maldita asiática riendo -dice el doctor que no has dormido lo suficiente, más tu resfriado. Tienes las defensas muy bajas, estas teniendo una dieta de mierda. Necesitas un retiro espiritual....
-Necesito un retiro espiritual en Miami. -dije riendo.
-Bueno tu sentido del humor esta a salvo al menos. Por cierto, John te trajo hasta acá. -guiño el ojo.
-¿QUÉ? -no, no, no, no. Eso esta mal. Muy mal.

En eso la puerta se abre, era él. Traía una cajita de cartón que tenía amarrado un listón verde.

-les dejo solos -Natsu de mierda regresa. -para que hablen....
Salió ella de la habitación.

-Tu disculpa que hayas tenido que...
-sssh. Ni lo digas. Espero no tener que traerte más a un hospital porque estas muriendo. Te traje algo. -estiro su brazo y me dio la cajita.
-¿Puedo preguntar algo?
-Solo con una condición -estoy bastante segura que su tono era muy pícaro.
Abrí la cajita. Estaba llena de gomitas de toda clase. Gusanitos, ositos y esas en forma de sandías y fresas. Una sonrisa se escapo de mis labios. Estoy siendo atontada por su efecto. -¿Cuál es la condición?
-Que me dejes... permitas -estaba buscando las palabras, mientras yo rebuscaba en la cajita de gomitas, levante levemente los ojos, estaba sonrojado. SONROJADO. Eso causa inmediatamente lo mismo en mi.  ¿Que clase de condición vas a poner?

-¿Te permito...? -trate de acelerar esa condición.
-Un abrazo... -al fin salio de su boca. ¿abrazo? te doy....te doy contra el muro, digo eeh.
-Los abrazos no se piden, los abrazos se dan -me le acerque y le abracé. Sentí de nuevo ese perfume, mis manos cruzaban alrededor de su cuello y las de el bajaron por mi espalda.

¿Enfermera, puedo tener sexo salvaje ya mismo con este hombre en esta habitación? ¿No?

Ese brazo duro un minuto, cuando ya nos íbamos a separar, beso mi mejila. Roja como tomate, no. Si hay algo más rojo que eso, pues así.

-Ya sé que no necesito ir a buscarte en la cafetería por un abrazo.
-Puedes venir al hospital -dije riendo y mirando para cualquier otro lado que me diera algo de calma.
-¿Qué ibas a preguntarme? -recordó, el punto esta en que yo ya no recordaba. Ya no tenía idea de lo que en ese momento pasaba por mi mente.
-Pues... -estaba tan nerviosa, ese hombre me pone nerviosa, no me da miedo, me da pena. Cometer una tontería frente a él, eso es lo que me pone nerviosa -¿otro abrazo? -ya ves, pero lo único que hago es perder la dignidad en el proceso.
-Tu lo has dicho, no se piden, se dan... -se volvió a acercar a mi, sus manos me arrastraron a él, yo no me moví, solo deje que me llevaran hasta él. Cerré mis ojos cuando sentí su pecho.

-¡Isa! -la puerta se abrió de un solo estruendo, John y yo nos separamos del susto -ya has despertado.
Era Gustavo. -Estaba preocupadísimo. Yo te traje, yo le dije a todos lo de la lista y yo...
-Gracias Gustavo, gracias. -dije callandole. Eso era un yoyo.
-Dice el doctor que hoy mismo sales, te llevaré a casa. -cuando él dijo eso, fue como si sonara una alarma en mi cabeza que decía: "Niégate, niégate"
Mire a John en mi momento de desesperación y en ese momento pensaba que era mi salvación -Yo la voy a llevar, tranquilo. -Dijo con su voz seria y profunda. Remarco sus ojos con sus cejas cuando miro a Gustavo.

Fue un momento de tensión.

De camino al carro Natsu iba diciendo, recuerda que debes dormir más, recuerda que esto y aquello.
-Llego en la madrugada, así que descansa tranquila.

Natsu y yo vivimos en el mismo apartamento, entre las dos lo pagamos. Estamos en proceso de compra y pagando mensualmente, para que antes de morir sea nuestro. Tiene tres recamaras, bonita sala, dos baños y un hermoso balcón. Ella esa noche tenía turno en el hotel, al igual que yo, pero esta situación me deja automáticamente incapacitada.

-No te preocupes. -le repetía yo.
-Bien te dejo allá y regreso al trabajo -dijo al fin Natsu callando.
-Yo, yo la llevo -John salió en la conversación -Así me quedo un rato con ella, para cuidarla.
-Eres tan -Natsu se le acerco y lo miro -tierno y romántico.
-Natsu calla -dije yo.
-¿Eso crees? -le respondió John.
-Pero si te la lleva esta prohibido el sexo, ella aún esta muy débil  -Eso no es para nada apropiado japonesa del carajo.
-Dios que dices. -Ya esta, adiós dignidad, Natsu la acaba de arrojar toda a la basura. ¿Cómo voy a viajar sola con ese hombre después de ese comentario?
-Tranquila, nada de sexo -dijo él riendo.
-¿Alguien me esta prestando atención? -él... él dijo eso.


Bien, él y yo en ese carro. No hubo ni una sola palabra de más, mas que las direcciones para poder llegar.
Me ayudo a subir hasta el apartamento.Abrí la puerta y me quede parada  sin dejarlo pasar.

-¿Sucede algo? -pregunto extrañado.
-Pues verás... acabo de recordar que eres un perfecto extraño -mire incrédula -y posible violador...
-No, no. Pensé que ya habíamos superado esa etapa. Pero bien, si quieres que me retire lo haré. No voy a hacer nada que te asuste. -Es todo un caballero inglés, es todo.
Cuando dijo que se iba, mi corazón de detuvo, figuradamente.
Pensemos, si es un violador, esta bien bueno y no sería violación porque con gusto lo haría con ese hombre tan hot. Si es una buena persona de verdad, simplemente no pasará nasa.
-Pasa -al fin salio de mi boca alguna palabra, me aparte de la puerta. Él entro tranquilo, miro la sala y hecho un vistazo rápido a la cocina. -deja de mirar como si estuvieras revisando la casa para robar.
-oh, lo lamento -vamos esa carita que pone es tan hermosa.
-Sientate -le invite, mientras cerraba la puerta y caminaba hacía mi habitación. Allá me cambie rápidamente, la ropa olía a hospital, me puse ropa más ligera y un abrigo encima. Tenía escalofríos por el resfriado.
Cuando regrese a la sala, estaba sentadito en el sofá mirando hacía el suelo sin saber que hacer.
-Deberías relajarte -trate de hacer conversación.
-Me quede pensando... ¿y si eres tu una violadora? -dejo escapar unas risitas
-¿Piensas que no te puedo violar? -esto es un tema bastante incomodo.
-Es que no sería violación si yo me dejo...

Mi cerebro mandaba acciones a mi cuerpo, pero no se a donde estaba conectada en ese momento, cuando camine hasta donde el estaba sentado, me senté a su lado y me recosté de él. ¿me abandonas cerebro?
El respondió casi de inmediato pasando un brazo sobre mi y con el otro acarició mi cabello.
Así estuvimos un buen rato en silencio.
Hasta que... su teléfono sonó.

-¿Halo? -contesto desanimado -sí, sí. Voy, que sí. -cuando colgó quito su otro brazo. Yo me separé de él.
-Debo regresar, pero te llamo para saber como estas.
-Tranquilo, no voy a morir. -nos despedimos, solo con palabras. Cerré la puerta y me quede recostada a ella. En eso volvió a sonar la puerta. Miré por el ojo de vidrio. Era él.
-¿Qué paso? -cuando abrí enseguida pregunte.
-No tengo tu número. -Dijo simplemente. Se lo dicte y él lo anoto en su teléfono. Cuando ya nos despedíamos una vez más se acerco levemente a mi y beso mi mejilla y se dio la vuelta.

Quede un minuto exacto mirando por donde se marcho luego de eso.

Cerré la puerta una vez más y...

Re-conexión de cerebro completada.

QUE DIABLOS HA PASADO.

1 comentario:

  1. Me he reído mucho con este capítulo, espero que el próximo salga pronto; ya quiero saber más de Mark.

    ResponderEliminar